El Chico de los Ojos Tristes
Sé que algún día llegará, y no tendré temor. La vida me ha golpeado tanto que a estas alturas no sé quién esté más disperso, si todos los granos de arena en el desierto, o el corazón que traigo acá colgando de un hilo. La esperanza vive, el reloj me enseña lo que es la muerte, cada segundo muere, un tic y otro tac más, da igual. Un instante en el que respiro y dejo de pensar en mí, imaginando que llegará alguien más, un amor, algo que me cambie el rumbo y el sentido, una ola, un tsunami que se lleve todo lo malo y deje entredicho todo lo que algún día creí conocer. Un nuevo inicio que me haga renacer, por así decirlo, sin dejar de ser yo.
Si es que llega, le diré:
Al carajo los planes, amor, si existe algo que quiero planear es embriagarme de ti, perderme contigo, envejecer y sentarnos un día a recordar nuestros inicios. Y cuando se aproxime el fin de nuestras vidas, te lo juro, amor, no estaré triste. Seguiré siendo la persona más feliz del mundo, sabiendo que hice todo y lo di todo por la persona que le dio sentido a mi vida, durante cada día, cada segundo, cada instante, hasta mi último respiro.
—La mejor de las satisfacciones.
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El Chico de los Ojos Tristes - Sam Chevalier
PoetryLa soledad es esa fina línea entre un vacío que nos reclama y la calidez del amor propio abrazando nuestra alma. El gris es ese color que describimos como tristeza, desamparo, temor, pero que tan solo con un soplo de esperanza llena de colores las v...