El Chico de los Ojos Tristes
Desde niño siempre anhelé obtener ese algo o alguien, esa meta, ese sueño, aquel suceso que llenara el vacío que sentía y que en aquel entonces no sabía cómo explicar.
Hoy me doy cuenta que lo que siempre anhelé, en realidad, es amar, volar bien alto, y no sufrir. Pero el amor tiene dos caras: una es amar por un periodo largo de tiempo, y aunque las cosas salgan bien sufrirás; la otra es que puedes sentir por alguien en un instante lo que jamás sentiste por otra persona en años.
Así es el amor: amar, perder, caer, sufrir, pero qué va, en este verso no les quiero hablar del amor, más bien de mi sueño, que era lograr lo imposible, amar por siempre y jamás sufrir, tejer mis alas aunque se rompan, montar bici sin caerme, aunque, al fin y al cabo, eso es lo mismo.Siempre quise encontrar ese lugar donde nunca pudiese envejecer y al escucharme sabía que era algo imposible. Pero llegaste tú, tú que me volviste un niño nuevamente, y me hacías juguetear con tu pelo y tu piel, con las almohadas y con mi rutina. Volví a contar las líneas de la acera y a imaginar mil vidas contigo en el camino a casa, y al llegar y encontrarte con esa mirada y esa sonrisa... me perdía locamente en ti, en tu silueta de ángel y la manera en cómo hacías desaparecer mis miedos y problemas.El mundo dejó de importarme, el reloj desapareció, jugabas con el tiempo y el espacio, conquistaste mis lunares y constelaciones, te convertiste en universo y yo en Big Bang. Ahora solo recuerdo que cuando era niño anhelé tanto ese lugar que buscaba para jamás envejecer, y por fin lo encontré. Justo aquí, tan cerca, tan dentro, contigo, mi querido amor bonito.
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El Chico de los Ojos Tristes - Sam Chevalier
PuisiLa soledad es esa fina línea entre un vacío que nos reclama y la calidez del amor propio abrazando nuestra alma. El gris es ese color que describimos como tristeza, desamparo, temor, pero que tan solo con un soplo de esperanza llena de colores las v...