Sam Chevalier
Habrá tiempos, habrá personas, habrá esto y tendrás aquello, pero no te olvides de ti. Entenderás que la vida es un tren, y como tal algún día llegarás a tu última parada, pero mientras llega esa oportunidad, aprovecha los pasajeros que estuvieron a bordo, los que compartieron contigo, los que te dieron los mejores momentos y las peores lágrimas, las peores caídas y las nubes más altas, las cartas más bonitas y los recuerdos rotos.
Los que te mancharon el alma y pintaron tu cielo de gris, los que te dieron vida, los que te repararon, y quienes hicieron que cambiaras radicalmente el carril de tu vida. Quienes te ayudaron a ser tú otra vez y quien te enseñó que no se necesitan tantos vagones, que a veces solo necesitas uno para avanzar, pocos pasajeros, pero reales, de esos que no abandonan en la primera turbulencia, ni en el primer apagón. Quédate con la satisfacción de haber vivido y amado, querido y anhelado, soñado y adquirido una vida única a tu manera.
No se vive dos veces. Cada quien tiene una historia maravillosa que contar, con sus quiebres, con sus pausas, con su clímax y su desenlace, hasta llegar al final que todos tenemos destinados, esa última estación, para ser recordados u olvidados. Eso depende de la intensidad que le dimos a cada momento, qué sembramos y qué dimos, qué quitamos y qué rompimos, qué robamos y qué regalamos.
ESTÁS LEYENDO
El Chico de los Ojos Tristes - Sam Chevalier
PoesíaLa soledad es esa fina línea entre un vacío que nos reclama y la calidez del amor propio abrazando nuestra alma. El gris es ese color que describimos como tristeza, desamparo, temor, pero que tan solo con un soplo de esperanza llena de colores las v...