Deseos de la nada

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Sam Chevalier



He hablado con la nada muchas veces. En ciertos momentos la soledad ni siquiera está, solo estoy conmigo, recordando lo que estuvo, lo que me falta y lo que podría ser si encuentro a esa persona que me corresponda. Pero en lo que llevo de vida aprendí a elegir mil años de soledad antes que ser esclavo de alguien que no me da mi lugar.

En ocasiones he imaginado cómo sería mi vida si la persona correcta llegara, a lo mejor estaría dispuesto a nunca cohibirme y atreverme más. Me gustaría ser más valiente, enamorarme locamente de ella, un romance que dure lo suficiente como para jamás arrepentirme, o simplemente que me haga sonreír plenamente. Quisiera, cuando llegue ese momento, estar listo para afrontar ese paso y poder brindar todo de mí.Me he cuestionado, interrogado a mí mismo, y la verdad es que aún, luego de veintidós inviernos me desconozco. Soy un papel en blanco, la tinta y el papel son el tiempo y la vida, mientras transcurren los segundos me respondo algunas preguntas, me pregunto a dónde pertenezco, en dónde quiero estar, y si acaso cuando amamos inevitablemente una parte de nosotros comienza a depender de ese alguien. Mientras llega el momento, voy a quererme intensamente.

—Soy feliz siendo yo.


Quiero estar con alguien que entienda que mis silencios también son poesía en una mirada, que sepa que soy de guerras eternas y de mil porqués, que no intente descubrir mis vacíos porque ni yo mismo me entiendo a veces. Alguien que se quede y que no salga corriendo cuando vea lo complicado que puedo llegar a ser.

Quiero una persona que no le tema a las miradas en silencio,que hablemos de cómo queremos que sea nuestra vida aunque el mundo sea una mierda. Alguien que no se aburra, que invierta su tiempo, que elija estar conmigo y no en una fiesta, que se quede a platicar toda la madrugada sin que nadie nos interrumpa.

 La verdad solo quiero ser escuchado, querido, extrañado y no aislarme en mi soledad, quiero que llegue alguien y se enamore del desastre que soy, porque a pesar de ser desastre conozco a la señorita «poesía» y al menos mis tristezas y vacíos tienen un buen propósito hablando con ella.Quién sabe, a lo mejor me estoy buscando a mí mismo y aún no me encuentro.

—Aún no me entiendo, pero quédate.

El Chico de los Ojos Tristes - Sam ChevalierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora