Sam Chevalier
Capturamos ilusiones en nuestra mente a medida que vivimos los mejores sucesos y también los peores fracasos. Algunos recuerdos se vuelven tatuajes que no pueden ser removidos, otros se convierten en ángeles de la guarda, otros en una maldición buscada en el pasado. Somos como una cámara, capturamos algunos momentos que, a pesar de ser los más felices, pasan a ser dejados en la memoria, olvidados con el tiempo, memorizamos en contra de nuestra voluntad; malos episodios que se quedan y esos malos ratos nos forjan, nos hacen, nos enseñan los límites que tenemos y nuestras debilidades. Ser capaces de poder ver la diferencia entre olvidar y aprender a vivir con el dolor, es indispensable cuando quieres hacer un cambio en tu vida.
Algunos instantes se quedan para enseñarnos el camino por el que llegamos hasta aquí, otros nos muestran el que debemos tomar, pero existen algunos que nos hacen borrar todo y empezar de nuevo. Es indispensable tomar nuevos inicios, nuevos retos, nuevas cartas bajo la manga y echar a la basura todo aquello que pesa.
Hay casualidades que creímos olvidar que aparecen en situaciones de crisis, cuando bajamos la guardia y dejamos el caparazón a un lado para tomarnos un descanso, en esos altibajos de debilidad emocional, vuelven esos seres que nos hicieron daño o nos hicieron sentir vivos y que, para bien o para mal, se fueron para jamás volver. Hoy solo pertenecen a una cicatriz del pasado que no podemos remover, mucho menos reemplazar.Existe gente que llega a nuestra vida para dejar huellas, las demás que llegan solo tocan y pasan sin dejar rastro, algunos son ladrones de sentimientos, otras son catástrofes, tsunamis que arrasan con todo lo que construimos, otras solo son una fiebre momentánea, una calentura de una noche y otras quieren ser más que eso.
Siempre estará ese alguien que nos hizo sentir invisibles cuando quisimos ser todo. Hay capítulos que son mejores que toda la historia, besos que valen una vida, miradas que dicen tanto, abrazos que guardan una biblioteca de sentimientos escritos en el alma, caricias que son poesía.
Quien quiere de verdad, sabe muy en el fondo que siempre va a querer sin medida a ese amor, que nunca será quemado por el tiempo, ni por caminantes que lleguen, ni por nadie.Existen huellas que jamás serán borradas.
—Algunos recuerdos son nuestra razón de vivir.
Toqué fondo y sufrí más de lo que jamás imaginé sufrir por alguien que me hizo experimentar los mejores sentimientos pero, a pesar de haber vivido los altibajos que la vida puso frente a mí, aprendí.
Y a eso venimos al mundo.Aprendemos a la fuerza, otros a la primera señal, otros tropiezan con la misma piedra a propósito y unos cuantos se aferran a lo que duele y a eso le llaman amor, mas no es así.
El amor no es aferrarse, el amor no es masoquista, el amor no es olvidarte de ti, el amor no es dependencia, el amor no es muchas cosas y a la vez lo es todo.Estás en donde estás sin saber dónde irás mañana, el destino no está escrito, pero vaya que sabemos con quién jodernos, sabemos a quiénaguantar, a quién perdonar, por quién llorary a veces reír.
A fin de cuentas, cuando el corazón está golpeado y lleno de heridas es cuandosentimos todo al mismo tiempo: la decepción más intensa, el amor más inocente, las alas rotas y el fuego a tope tratando de extinguirse.
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El Chico de los Ojos Tristes - Sam Chevalier
PuisiLa soledad es esa fina línea entre un vacío que nos reclama y la calidez del amor propio abrazando nuestra alma. El gris es ese color que describimos como tristeza, desamparo, temor, pero que tan solo con un soplo de esperanza llena de colores las v...