Altibajos

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El Chico de los Ojos Tristes



Cada persona tiene su momento gris, su punto de quiebre, su límite momentáneo. A veces nos sofocamos, nos falta aire y tiempo para entender ciertas situaciones de la vida. Si piensas que vas a ser vencedor sin antes haber perdido, entonces aún no eres un ganador, te digo porque lo viví en carne propia. Las caídas, los tropiezos, las lágrimas de reflexión en tu vida te forjan nuevamente luego de ser destruido por aquellas cosas que pensaste que jamás podrían lastimarte, pero lo hicieron.

En la vida nunca tienes seguro lo que va a pasar, quizá esa es la magia de la misma, lo espontáneo, lo fugaz, lo gris y también lo colorido. El sabor de unos labios hasta la amargura de la soledad, un precipicio emocional hasta el clímax de la más bella historia de amor. No sabemos lo que nos espera, pero te aseguro que lo que venga valdrá la pena cada instante.
      Si sufres aprenderás, si te caes te levantarás, si lloras, algún día sonreirás, si eres feliz, algún día terminará, por circunstancias del destino o por falta de tiempo. Al fin y al cabo nada es eterno, y ciertas veces te quedas solo y lo único que tienes, es a ti.
      Se vale estar triste, se vale no estar siempre con los ánimos en las nubes, se vale que la gente no me quiera, se vale llorar, caer y también sentirse vacío. Se vale estar perdido en una desmedida desesperanza, se vale no ser perfecto, nadie lo es. Pero a pesar de todo, siempre existen motivos para continuar, porque muy en el fondo sabemos -y queremos que- en un futuro, si es cierto que cada principio tiene su final, llegue el tiempo en que la tristeza se vaya y se instale la alegría, donde las noches no sean tan frías y la luna brille una vez más.
      Cuando el mundo vuelva a tener color y las sonrisas cobren sentido, existirán más motivos, así como hoy, que en los momentos difíciles solo tenemos la esperanza de que pronto lleguen a cobrar vida los fantasmas de esos motivos alegres y se conviertan en realidad. Pasamos dibujando sueños y futuros mañanas anhelando que lleguen a nuestro presente. 

El Chico de los Ojos Tristes - Sam ChevalierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora