La guerra dejó varias heridas en muchas personas, y Harry Potter era una de ellas.
Perder a su padre, no se comprará con ver morir frente a sus ojos a su papá, al hombre que le dio la vida ni mucho menos quien lo cuido. Por tal motivo, el conocido...
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Sabemos que Athenea fue la primera en viajar, pero ellaaún no se va a presentar, solo ocupara su nombre seleccionado por la Orden Estelar, así que sin más, comencemos.
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La mañana llegó rápido y en la sala común de Slytherin, todos observaban a la bruja que estaba sentada frente al fuego, llevaba un vestido negro que entallaba su figura y bajaba hasta sus rodillas en gracia y vuelo, llevaba unas botas oscuras de cordón verde oscuro brillante, la capa verde oscuro reposaba en sus hombros y su cabello corto llegaba un poco arriba de sus hombros. Nadie sabía quien era o de dónde había salido, pero fue Jackson siendo el único con más de diecisiete años que estaba en la sala común, quien se le acercó.
- ¿Quién eres? - cuestiono el pelirrojo con curiosidad
- Me da gusto verlos a todos - hablo ella, su voz sonaba firme y delicada
- Gracias Madame, pero me temo que no a respondido la pregunta de mi hermano - señaló Severus, al no estar Lucius en esos momentos, él tenia que mantener el liderazgo
- Me presento, mi nombre es Rici y soy la mano derecha del rey estelar - dijo ella, poniéndose de pie y observándolos a todos - Una prueba de mi palabra es mi marca, comprueben la ustedes mismos
Ante la vista de los mayores quienes estaban de escudos hacia los menores, pudieron ver un dragón en el antebrazo de la joven, donde en su cuerpo y cuello estaba enroscado una serpiente, ambos animales observaban una luna creciente con varias estrellas a su alrededor. Con un movimiento de varita, unas runas se pudieron apreciar dando así una fecha que sería dentro de varios años.
- Dos mil dos - leyó Phineas quien observó a la joven
- Es cierto - susurro Jackson - ella fue la que nos trajo aquí
Todos observaron a la joven, quien los miraba a todos, para después hacer una reverencia a nada más ni nada menos que Severus.
