𝐋𝐞𝐲𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐄𝐥 𝐑𝐞𝐲 𝐄𝐬𝐭𝐞𝐥𝐚𝐫

El Prisionero de Azkaban: La predicción de la fumada

Los bocadillos se terminaban lo más rápido posible y Damián se alegra de haber puesto aquella agradable mesa para los menores, y parecía que su versión pequeña también la disfrutaba.

-Papá, ¿Puedo agarrar más dulces?- cuestionó en voz baja, llamando la atención de su padre

‐ Supongo, pero...- se detiene a mirar a su esposa, quien le sonríe.- Adelante

Alegre, Damián pequeño se acerca a la mesa, cuando unos niños de Hufflepuff le hacen platica.

-¿No quieres sentarte con nosotros?- interrogó curioso uno de los niños de cabello rubios

-¡Me gustaría!- exclamó

El pequeño Damián se acercó a la mesa de Hufflepuff, y aunque estaba lejos de sus padres, Tom tenía fácilmente la vista de su hijo, mientras que Delphini volvía a los brazos de su padre. 

-Te tienen domesticado, Tom- comentó Abraxas con gracia 

-Oh cállate- bufó Tom con calma, mientras acaricia los finos cabellos de su hija -¿Puedo leer?

Hadriel quien estaba comiendo varitas de azúcar junto a Hayden asintió, no le molestaba que el padre de su hermano mayor; leyera.

-Después vamos a comer- dijo con calma Damián 

Festejan alegres de poder comer algo más que fueran bocadillos y pronto, el libro vuela a las manos de Tom, quien se prepara a leer, mientras que Delphini degustaba una rana que Teddy le había dado antes de ir hacía la mesa de Slytherin.

—Capítulo Dieciocho, la predicción de la fumada...— leyó Tom, para después mirar a los futuristas.— Quiero hacer preguntas, pero se que no debo

- tranquilo papá- sonrió Damián -Hay títulos aun más extraños

Muchos se estaban comenzando a preocupar por los futuros títulos, por lo que Tom se apresura a leer.

La euforia por haber ganado la copa de quidditch le duró a Harry al menos una semana. 

-Hicimos una gran fiesta- sonrió alegre Marcus 

-Si, pero por la peda que nos aventamos- señalo Percy con calma 

Incluso el clima pareció celebrarlo. 

-Mis calzones- dice Lirio -Hacía un puto calor que apenas dabas un paso y sudábamos como puercos 

-Eso suena terrible- dice horrorizada Marlenne 

-Deja el como suena, ¡El olor que debieron de tener!- exclamó fuertemente Amelia, haciendo una mueca ante aquel posible olor 

A medida que se aproximaba junio, los días sevolvieron menos nublados y más calurosos, y lo que a todo el mundo le apetecía erapasear por los terrenos del colegio y dejarse caer en la hierba, con grandes cantidades dezumo de calabaza bien frío, o tal vez jugando una partida improvisada de gobstones, oviendo los fantásticos movimientos del calamar gigante por la superficie del lago.

-Nosotros intentamos robarnos el calamar- dijo de pronto Adrián 

-Y estuvimos a punto de lograrlo, pero fallamos- se lamento Roger 

Pero no podían hacerlo. Los exámenes se echaban encima y, en lugar deholgazanear, los estudiantes tenían que permanecer dentro del castillo haciendo enormesesfuerzos por concentrarse mientras por las ventanas entraban tentadoras ráfagas de aireestival. Incluso se había visto trabajar a Fred y a George Weasley; estaban a punto deobtener el TIMO (Título Indispensable de Magia Ordinaria). Percy se preparaba para elÉXTASIS (Exámenes Terribles de Alta Sabiduría e Invocaciones Secretas), latitulación más alta que ofrecía Hogwarts. Como Percy quería entrar en algún buen puesto, y para ello necesitaba las máximas puntuaciones. Se ponía cada vez más nervioso y ni siquiera el propio Marcus parecía mantener en calma a su hermano.