La Cámara De Los Secretos: El Aullador De Tonks

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Cuando terminó la lectura, Bellatrix Lestrange estaba procesando todo lo que habían estado leyendo. No podía creer lo que estaba pasando, era insólito y abrumador, y lo cierto era que la separación comenzaba a quebrarse, la estaba perdiendo, por lo cual, se levantó rápidamente de su lugar y salió por las enormes puertas del comedor, solamente escuchando el llamado de su familia, amigos y esposo.

Sus pasos eran firmes, necesitaba llegar al baño cuanto antes, el asco y ardor de estómago incrementaba, sus ojos se nublaba de lágrimas y eso le estaba preocupando. Cuando ingresó al baño, hizo lo que su cuerpo pedía, vomitar.

El poco desayuno cayó por el inodoro, su estómago comenzaba a vaciarse y sus ojos se inundaban más de lagrimas. Su largo cabello fue recogido en un suave agarre, y una mano se paseaba por su espalda.

- Querida, ¿Necesitas algo? - cuestiono Rodolphus, detrás de ella

- N...no - susurro con voz entrecortada

Al tener su estómago vacío, bella se puso de pie. Sentia su cuerpo temblar, no sabia que hacer, pero una sutil y pequeña botella fue puesta frente de ella.

- Ten mamá - dijo Lirio, observándola con sus enormes y hermosos ojos grises - Es agua

Bella tomó de la botella de plástico, su garganta se comenzaba a refrescar.

- Mamá. ¿Por qué saliste corriendo? - cuestiono Lirio, mirándola con preocupación

- Yo... Estoy es demasiado, ustedes... esos bastardos saben lo que va a ocurrir y no... no les ayudaron - dijo ella, su voz sonaba rota

- Lo sé mamá, pero lo superamos - aseguró Lirio, abrazandole con cariño

- Lirio, tú, en algún punto sufriste de todo esto - cuestiono Rodolphus

Lirio se quedó callado, ¿Cómo decirle a sus padres que tenia una cicatriz de apuñalada en su estómago y pecho? No sabia y no lo haría, no le diría a sus padres que ellos habían intentado matarle por culpa de Voldemort, no les diría que cuando estuvo capturado fue envenenado, no les diría que su ojos izquierdo es realmente un ojo mágico modificado por Marcela para que se viera gris y un tono muy natural; y que de hecho había sido su padre quien lo había herido de gravedad. No podía, no arruinaría la ilusión, no les dejaría caer.

- No, no papá, jamás sufrí - aseguro en voz baja

Bella y Rodolphus le abrazaron, tranquilos de saber que a su hijo no les había pasado nada.

- Siento interrumpir - se disculpó Damián, ingresando al baño - Madame Lestrange, creo que esto le podría servir, es para el vómito y para que el bebé no sufra ningún daño

- ¿Bebé? - interrogaron marido y mujer, observando al Riddle y después a su hijo, quien sonreía juguetonamente

- Yo estoy ahí - señaló el vientre de su madre, misma que soltó un sonido de sorpresa - Desde hace dos meses

Dos meses. No podía ser cierto. Marido y mujer se miraron, desde hace dos meses, Bella había dejado de cuidarse, y aquello solo demostraba lo que ya sabían.

Ambos eran fértiles.

Ambos se abrazaron, felices de tener a Lirio no solo en sus brazos, sino también porque ahora estaba creciendo en el vientre de Bellatrix.

- ¿Vamos al comedor? - cuestiono Lirio, al ver que Damián había decidido darles espacio

- Si querido, vamos y debemos de dar la noticia - dijo alegre Bella

Rodolphus los observó, su familia estaba creciendo, y quería proteger aquel pequeño pedazo de cielo que crecía en el vientre de Bella y el que estaba frente a él.

𝐋𝐞𝐲𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐄𝐥 𝐑𝐞𝐲 𝐄𝐬𝐭𝐞𝐥𝐚𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora