La Piedra Filosofal: Serpientes Unidas

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James salió del comedor con ayuda de sus amigos, todos estaban callados, nadie hablaba, no fue hasta que Barty Crouch Jr decidió hacerlo, más que nada para romper el hielo.

- Evans, tu y Bella apostaron y ella ganó- dijo el rubio

El rostro de Evans se puso roja, posiblemente por el enojo que se comenzaba a apoderarse de ella, como si fuera un delito lo que acababan de decirle.

- No recuerdo dicha apuesta - dijo entre dientes tratando de poder sacarse aquella loca idea. 

Unas exclamaciones de indignación se hizo presentes, mientras los padres se hacían los ciegos y sordos, como ya era un habito entre ellos y la falta de palabra de su hija menor.

- ¡No seas cobarde Evans! ¡Cumple la apuesta! - exclamaban muchos

- Ella no es una Gryffindor, sino una vil cobarde - se escucho en voz alta

El rostro de Evans se puso más rojo, apretando los puños, no estaba dispuesta ha aceptar la derrota que acababa de ocurrir.

- Evans - llamaron desde la mesa de las serpientes - Cumple la apuesta

- Lily, hazlo - comentó Jack ganando una molesta mirada de su padre

- ¡Que tonterías dices Jackson! - exclamo el señor Evans furioso de que su hijo no apoyara a su hermana

- Es la verdad, Lily debe de aprender a que no se saldrá con la suya como siempre lo hace - señalo Jack - Agradece que esto esta ocurriendo  aquí, delante de ti, imagina si fuera cerca de la casa, muchos no dudarían en golpearla

El rostro del señor Evans y su esposa se pusieron pálidos, mientras que Lily desviaba la mirada. Su hijo mayor tenía razón, si dicha apuesta hubiera pasado en su vecindario y Lily se negaba a cumplirla, entonces le iría muy mal, pues el ejemplo era Samantha Walter quien se había negado a cumplir una apuesta y días después fue encontrada casi muerta por varios golpes.

Ellos no querían eso para Lily.

- Lily, cumple - habló su madre

- ¡¿Qué?! - grito la pelirroja, enojada

- Hazlo Lily y no quiero berrinches - sentenció el señor Evans

Lily frunció el ceño, quería gritar, pero se abstuvo, aquí ella era la mejor de la clase, el ejemplo de la estudiante perfecta.

- Esta bien - respondió entre dientes

Bellatrix sonrió y se puso de pie, frente a frente, ambas brujas se miraron, una con enojo, la otra con satisfacción.

- Evans, dijimos que dejarían de molestar o meterte en la opinión de los demás , ¿Correcto? - cuestionó la Black, ganando una afirmación - Perfecto, dejaras de meterte con los Slytherin y los que estén relacionados con ellos

Muchos se sintieron felices, de una forma u otra, terminaban relacionados con los Slytherin o sus familiares.

- ¿Hecho? -

- Hecho -

Cuando ambas brujas se dieron la mano, un leve brillo se aferró a ella, era un pacto y se debía de cumplir.

Hadriel, Athenea y Damián estaban hablando entre ellos, inmersos a lo que realmente estaba pasando

- ¿Qué harás Nea? - cuestionó Damián a su pequeña

- Creo que lo mejor es llevarlo a hacer la prueba de herencia - comentó Athenea

- Tendrás que llevarte al abuelo - señalo Hadriel

𝐋𝐞𝐲𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐄𝐥 𝐑𝐞𝐲 𝐄𝐬𝐭𝐞𝐥𝐚𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora