El Prisionero de Azkaban: Un Gira-tiempo Prestado

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Las miradas que se daban Roger y Hayden hacen que James frunciera el ceño. Y no deberían de tenerlo como algo malo, sino que saber que será padre, le ha dado un ship donde le susurra que mantenga la vista al mayor, quien desea posiblemente robarse a su hijo.

Sus ojos avellanas fulminan al Davis y solo desea saltar sobre él y talvez brincar sobre su garganta y abrirla, pero no estaba del todo seguro en aquello.

-No me agrada- dice James, mirando al David con el ceño fruncido

-No matarás al niño, James- negó Severus

Aquello provocó un puchero en el rostro de James.

-No creo que Hadriel vuelva pronto, ¿Quién lee?- interrogó Athenea

-Yo- hablo Augusta con calma

-Mi lady- llamó Marcela, captando la atención de todos- ¿Les molesta si me duermo? Estos días me he sentido cansada...

-Oh querida, adelante- sonrió con calma Augusta -Yo tengo que hablar con Corvus cuando acabamos el libro

El Lestrange la miró y asintió. Le parecía muy justo.

—Capítulo Veintitrés: Un Gira-tiempo Prestado

-Curioso título- dijeron muchos

—Asombroso. Asombroso. Ya nos cargo la madre— fue lo primero que escucharon

-Bonita forma de iniciar el capítulo- susurró Fabian a Gideon

-Ya sé...

—Este es un dolor de culo, ¿Qué es lo que haremos?

—Agradece que siguen con vida, nunca he oído nada parecido, menos mal que Athenea pudo cargar a Harry, pero...

—Ya ni me digas... Juro que me haré más viejo

—Hemos estado envejeciendo diez años desde que los conocemos...

«Graham» pensó Marcus con cierta tristeza

—Oh cállate Graham

A ninguno le paso por alto como los futuristas se ensombrecieron.

—Escuche a Garden decir que el ministerio la va a premiar...

-Oh mierda- negó Sirius

—Orden de Merlín, de segunda clase, diría yo. ¡Primera, si estuviese en la mano del ministerio!

—Ese hombre está pendejo

-Lenguaje- riño Minerva, aunque estaba un poco segura de que sus futuros alumnos tenían razón al detestarla

—Tiene una herida algo fea, pero sospecho que la bruta se tropezó...

Harry se había incorporado de pronto, se ponía las gafas y cogió su varita.

—Tengo que ver al director —explicó.

—Harry— llamó Percy, quien tenía su uniforme mal puesto—, todo se ha solucionado. Pero hay un enorme problema. Rabastan ha sido encerrado arriba, en la torre más alta. Los dementores le darán el Beso en cualquier momento.

Rabastan se abrazó a su hermano, tenía miedo.

—¿QUÉ?

Harry saltó de la cama. Hermione hizo lo mismo. Pero su grito se había oído en el pasillo de fuera. Un segundo después, entraron en la enfermería Cornelius Fudge, Minerva McGonagall, e Ivonne Garden, esta última lucia una sonrisa burlona en su rostro.

𝐋𝐞𝐲𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐄𝐥 𝐑𝐞𝐲 𝐄𝐬𝐭𝐞𝐥𝐚𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora