capitulo 59

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                      Nathaniel

Perdido...
Estaba completamente perdido y lo sabia. Probar esos rojos labios suyos me habia llevado a este maldito punto de no poder contenerme ya por mas tiempo. Sentir esa extraña inocencia en toda ella me embriagaba y me encendia como un volcán a punto de entrar en erupción y ella tampoco parecia poder contenerse. Porque lo aseguraba?  Simple la reacción de todo su cuerpo era de absoluta entrega, podía sentir el calor que emanaba su piel, podía oler el deseo en ella emergiendo y dejandome ir tan lejor como quisiera...

- Me enloquece tu boca nena...

Gruñi ya sobre la piel expuesta de su calido cuello, sentía su pulso acelerado y mis manos se recrearon en sus muslos pegandola tanto como podia a mi propio cuerpo. Que sintiera como me tenía de exitado, que supiera que ella era la unica responsable de mi deseo...
Volví con ansia a su boca para deborarla completamente mientras sentía como sus delicadas manos bajanan por mi espalda con torpe ansiedad.
La tomé por los muslos alzandole para que envolviera sus piernas a mis caderas y la recoste sin dejar de besarla desesperado en la enorme cama. Mi cuerpo se recargo con cuidado sobre el suyo y mis manos se dedicaron a acariciarla sin tregua alguna. Podia sentir lo exitada que estaba y apenas si esto comensaba.

- Eres absolutamente deliciosa nena

Gruñi mordiendo con cuidado su labio inferior. Dapnhe gimio retorciendose bajo mi cuerpo y asedio. Sus pequeñas manos luchaban por tocar tanto como podia de mi cuerpo y yo luchaba por deborarla completamente.
Todos mis sentidos quedaban completamente sometidos solo por ella. Esta maldita necesidad de adueñarme de su cuerpo, de poseerla completamente me hacia perder el control de mi mismo de una forma abrumadora...
Mi cuerpo sobre el suyo, mi lengua acariciando de forma arrebatada la suya y mis manos recreandose sobre ese perfecto cuerpo. Tenia las curvas adecuadas y toda ella parecía echa para mi.
Estaba completamente seguro de que si quisiera podría tenerle ahora mismo, y me costó un triunfo  contener mi propio deseo. Pero no quería simplemente meterla a mi cama. Quería ser completamente distinto a todos los demás....
Quería hacerle olvidar a cada maldito idiota que la hubiera tenido antes que yo. Los celos me carcomian las entrañas de manera aterradora y eso fue lo que causo que mi libido bajara bruscamente y separará por fin mi boca de esos labios rojos e hinchados. 
No perdí detalle de toda la reacción de su cuerpo, de esa boca roja luchando por ingresar el oxigeno que la mía le había robado, de esos senos que se sentían suaves y llenaban Mos manos como ningunos y de ese contorneado cuerpo que emanaba un calor infernal.
Sus grises ojos se fijaron confundidos y excitados en los míos y pude leer todo su interior causándome un dolor indescriptible al descubrir todo lo que ella luchaba por ocultarme.
Me levanté de la cama sintiéndome incapaz de contenerme, sabiendo que no soportaba verla vulnerable y asustada 

- Yo...
- No digas nada.

Advertí con voz dura. Salté prácticamente de la cama molesto conmigo mismo. No soportaba sentir que la forzaba a nada...

- Nathaniel yo...
- No pienso hablar contigo hasta que me digas la maldita verdad Daphne!!

Advertí saliendo molesto de nuestra alcoba. Fui hasta el estudio y me encerré ahí a beber para aplacar el fuego que me quemaba por dentro.
Me sentía un maldito bastardo, pero no podía hacer nada para no sentirme así salvo...
No, no pensaba dejarla alejarse de mi lado. No iba a permitir que se fuera, aunque me pensara un maldito egocéntrico

A fuego lentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora