capitulo 79

352 26 1
                                    

                          Damien

Veía a mi mujer dormida y no podía hacer más que observarla en completo silencio y amarla cada día más si fuera posible. Aún no podía creer que tendríamos un bebé.
Tenía que admitir que me sentía de verdad aterrado, pero es que me era muy difícil no estarlo. Iba a ser padre, si lo se...
Ya era padre de una pequeña hermosa y amaba a mi hija con la vida, pero el solo pensar en que Nathacha estaba embarazada encendia  en mi sangre el terror que me causaba aquella maldita pesadilla que casi me lleva a perder a mi mujer por culpa de mis propias manos.
Sentía que en cualquier momento podría ocurrir algo malo a ella y mi bebé, más aún ahora que había puesto a Milo a remover todo lo referente a los incendios provocados, iniciando con el de mi casa.  Tenía esa extraña sensación de peligro inminente.
Besé con cuidado de no interrumpir su descanso su hombro desnudo y me termine de vestir. Casi era hora del almuerzo y quería cocinar algo especial para mi familia.
En cuanto baje por las escaleras me encontré con la mirada divertida de Don Pablo, no necesitaba nada más que ver el esfuerzo que hacía por contener la carcajada para sentirme como adolescente pillado en su primer trastada.

- Don Pablo quiere acompañarme? He de hacer un almuerzo especial para mis chicas.

Le invite  sonriendo casi que relajado.
La carcajada escapo de su pecho y asintió para mi mientras intentaba controlarse.

- (Don Pablo ) Para Nathacha y mi adorada nieta o para Nathacha y el bebé que esta esperando tu esposa?

Pregunto haciéndome detener casi que de inmediato y fijara la vista en sus azules ojos.

- Mi mujer se lo ha dicho?

Quise saber curioso y algo celoso he de admitir. Pero deben entender,  Nathacha es mi esposa, esa noticia debería dármela a mi primero que a nadie. Don Pablo sonrió al ver mi expresión pero negó riendo antes de explicarse para mi.

- Tu esposa no me ha dicho nada muchacho, pero se muy bien reconocer a una embarazada cuando la tengo delante y de unas semanas para acá tu mujer ha mostrado todos los síntomas. Yo solo me mantuve a la espera para ver cuanto tardaba ella en darse cuenta. Pero claro, es doctora no iba a tardar en descubrirlo.

Sonreí ampliamente ahora relajado casi al máximo y asenti para el abuelo de mi princesita hermosa.

- Mi mujer me lo dijo hace un momento, le juro que no puedo creer que valla a tener otro hijo con la mujer que tanto amo.
- Se nota que ya le amas... Pero, por tu mirada presiento que algo te preocupa. Que ocurre muchacho?

Pregunto viéndome con seriedad. Solté el aire pesadamente y me senté frente a la isla de la cocina intentando quitarme está mala sensación del pecho.

- Amo a mi esposa Don Pablo, amo a mis hijos, Anastasia y mi bebé son lo más sagrado que tengo en la vida además de mi Thach y mi familia. Todos y cada uno son importantes para mí, lo más sagrado. Pero no puedo evitar sentirme asustado de que algo malo les ocurra. Especialmente ahora, con el descubrimiento que hice en la estación yo...
- Que descubrimiento muchacho? Nathacha me ha contado algunas cosas sobre tu infancia, se que tú y tus hermanas perdieron a sus padres muy pequeños, incluso antes de que naciera tu hermana Ludmila, supongo que eso te ha marcado y temes que la vida te vuelva a golpear ahora que tienes tanto porque luchar y ser feliz...
- Lo que le voy a revelar Don Pablo, no puede contarlo a nadie. No quiero que Thach se preocupe o se ponga nerviosa por nada del mundo, menos aún ahora que espera a nuestro bebé...
- Seré una tumba Damien, tienes mi promesa.

Aseguro. Sabia que podía confiar plenamente en Don Pablo, por eso le conté absolutamente todo y especialmente le encargue de que Thach no supiera lo que ocurría.

- Entonces ese muchacho... Tu amigo Milo investigara todo sobre los incendios? El de tus padres también?

Quiso saber sorprendido Don Pablo.
Asentí para el bebiendo un sorbo de mi café.

- Antes de llegar a la casa pase a verle y le pedí que lo hiciera. Sé que el podrá descubrir al responsable de todos los incendios, se que descubrirá quien es el culpable del incendio donde murieron mis padres...
Pero mientras tanto no quiero correr ningún riesgo, hablaré con mis padres y mis tios para que me ayuden a reforzar toda la seguridad de la casa. Pondré escoltas a mis chicas  y pondré todos los recursos para protegerlas en todo momento.

Asegure a lo que Don Pablo asintió para mí. Sabia que podía contar con el para ayudarme.

- De momento organizaré una cena para esta noche y los reuniré a todos, así podré hablar en privado con mi padre y mis tíos para que sepan lo que está ocurriendo, además quiero que venga también Milo, el sabrá mejor donde comenzar

A fuego lentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora