capitulo 12

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                            Damien

Nathacha dormía profunda en medio de la cama casi sobre mi y yo no podía conciliar el maldito sueño, tenía la cabeza revuelta de tanto que había pasado en unas cuantas horas, pero juro que tenerla así entre mis brazos, dormida profundamente se sentía como si lo hubiera echo toda la vida y este fuera su lugar.
Lo era... su lugar era en mis brazos, podía sentirlo. Pero ahora necesitaba hablar con alguien que me ayudara a desenredar todo el caos que me tenía atrapado para comprender lo que me estaba pasando.
No habíamos echo nada más que cenar finalmente, ver una vieja película, darnos unos cuantos besos y dormir.
Le había ocultado lo que en verdad quería de ella pero en mi cabeza pensaba que tal vez era lo que ella quería...
Por eso le había echo esa loca propuesta de " amigos con beneficios" pero todo en mi interior gritaba que estaba mintiendole. Quería algo completamente distinto y no entendía el porqué en cuestión de unas horas ella se había metido tan dentro de mi.
Salí de la cama en completo silencio, evitando despertarle y me puse una blanca camiseta tome el blok de notas escribi unas breves palabras para que si ella despertaba no se sintiera abandonada y salí con mi laptop al restaurante del hotel. Pedí una taza de café negro y esperé a que la videollamada conectara.

- Hola Dam!! Como estas cariño?

Pregunto su dulce voz, esa voz, que siempre me lleno de calma y seguridad desde que la conocí a los 5 años.

- Estoy bien mamá, como te encuentras tu? Papá dijo que te lastimaste el tobillo montando...

Verónica... mi madre adoptiva sonrió volcando los ojos de manera graciosa y recostando su cuerpo sobre las almohadas de su cama. Podía saber sin necesidad de preguntar que mi padre no la había dejado moverse de la cama .

- Solo es una torcedura sin mayores inconvenientes, Nathaniel ya se lo dijo, pero sabes como es Cristhian...
- Te cuida mamá, eso no es malo.
- Claro que no lo es. Y lo amo con locura, pero por momentos me exaspera demasiado. En fin... tu como estas? Como esta Nathacha?
- Ella está bien mamá en este momento duerme. Y yo necesitaba hablar con papá si no esta ocupado.

Su amplia sonrisa brilló aún más, y asintio comprendiendo entre líneas, el psicólogo era mi padre, pero la mujer que era mi madre sabía leer a sus hijos.

- Charla de padre e hijo comprendo. Solo...
- Si?

La inste a decirme lo que había en su cabeza porque sus ojos me decían que sus palabras eran muy importantes ...

- No quiero que me cuentes algo si no estás listo para hacerlo, pero...
Si el corazón está de por medio, no te resistas hijo...

Que podía decirle? Tenia muy claro que algo me estaba pasando, pero antes tenía que tener algo real que decirle.
Mi madre no espero que respondiera, simplemente me tiro un corto beso y se despidió sonriente mientras pasaba su laptop a las manos de mi padre y el le daba un amoroso beso y le hablaba.

" - Usaré tu estudio Ángel mío. Y en cuanto termine de charlar con Damien te ayudaré a salir un rato de esta cama.
- Si por favor..."

Me mantuve en silencio mientras mi padre llegaba al estudio y se sentaba en el sillón colocando la laptop frente a él.

- Como te encuentras Dam?

Pregunto sonriente. Y no pude sonreír...
Tenia la cabeza vuelta un buen lío.
Cargue de aire mis pulmones y lo solte lentamente mientras buscaba las palabras correctas.

- Todo está relativamente bien papá, Nathacha está bien, segura y a salvo....
- Segura? A salvo? Porque necesitas aclarar ese echo?

Se notaba que era psicólogo no?
Pase mis manos algo frustrado y confundido antes de seguir hablando.

- Puedo hacerte una pregunta íntima?

Pedí. Mi padre frunció en seño intrigado y asintio para mi y yo dudé un segundo antes de preguntar.

- Cuanto tiempo tardaste en saber que mamá era la mujer que querías a tu lado? Cuanto tardaste en darte cuenta que la amabas?

Sus ojos azules brillaron intensamente en cuanto me escucho y no dudo ni medio segundo en responder.

- Ame a tu madre desde el primer minuto que la vi... ella se metió bajo mi piel sin siquiera hacer algo por conseguirlo y supe que la quería a mi lado al segundo de ver esos enormes y hermosos ojos verdes...
Tu madre me conquistó sin pretenderlo desde el segundo uno.
No sé si eso te sirva....

Hablo en tono sereno, pero repleto de pasión. Sus palabras dejaban entrever que podía saber porque lo preguntaba, pero el no insistiría en saber a que venía ahora esa pregunta de mi parte.
Sabia cuánto la amaba, sabía que el daría su vida de ser necesario por hacer a su esposa feliz cada segundo de su existencia.
No pude hacer más que pasar mis manos con frustración y pesadez por mi rostro.

- Estoy jodido entonces...

Solte más para mi que para el. Pero sabía que me había escuchado.

- Merece la pena, te lo aseguro...
- Yo...
- No tienes nada que explicar Damien... te conozco desde que tenías cinco años, sé la clase de hombre que eres porque te vi crecer. Superaste cada uno de los obstáculos en tu vida pese a todo el daño que sufriste al hacerlo. Eres el hombre que tus padres hubieran deseado que fueras y mucho más.

Senti el nudo en mi garganta en cuanto pensé en mis verdaderos padres, me dolía demasiado pensarlos pero sabía que lo que el me decía era verdad, ellos me amaron a mi y a mis hermanas hasta el último aliento de sus vidas y aunque no estuvieran junto a nosotros sabía que estaban orgullosos de ser nuestros padres.

- Me hacen mucha falta...

Confesé. Mi padre adoptivo se recostó en el sillón que ocupaba y sonrio con serenidad antes de continuar hablando.

- Y lo harán toda tu vida hijo... eran tus padres, les amabas y te amaban.
- Lo sé.
- Si el corazón está de por medio, no te resistas.... Nunca se gana contra el. Va por libre y sabe elegir. Escuchale, has lo que sientas en tu corazón que es correcto y no dejes que la mente se interponga, porque cuando es el corazon el que elige no hay poder sobre la tierra que rompa ese sentimiento.
- Mamá dijo lo mismo... solo que algo más resumido...

Eso lo hizo reír y a mi también...

- Es una mujer muy inteligente y yo soy psicólogo, suelo hablar más que ella..
- Ya...
- Tienes alguna otra duda?
- Supongo que no. Ahora solo tengo que pensar en el siguiente paso.
- No pienses... siente.

Me aconsejó.

A fuego lentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora