capitulo 4

659 46 2
                                    

                         Nathacha

- ( Mecanico ) Lo siento señorita pero no puedo hacer nada, el motor está completamente frito. 
- Pero dijo que tenía arreglo...

Insisti algo frustrada.
No podía estar pasándome esto a mi. Con lo  que me había costado el coche...

- ( Mecanico) Lo sé,  pero es imposible. Si tuviera más tiempo tal vez...
- Tengo que seguir el viaje. No puedo esperar más tiempo.

Cargue de aire mis pulmones. Sabía que no podía hacer nada al respecto, pero igual me frustraba que mis planes se truncaran de esa manera.

- ( Mecanico ) Tal vez yo pueda llevarle. Quien dice y podemos llegar a divertirnos un poco.

El tipo puso una asquerosa sonrisa en esa cara y sus manos llenas de grasa de motor intentaron alcanzar  los mechones de mi cabello suelto para tocarlos. Por instinto retrocedi algo asustada y nerviosa, no quería que me tocara, sus ojos transmitían una perversión que me asustó, estaba por salir corriendo de ese lugar cuando tropecé de manera brusca contra algo o mejor dicho alguien... Un hombre.
Pude sentir sus grandes manos sujetando con fuerza y cuidado mis brazos para sostenerme de una inminente caída. Cerré los ojos asustada cuando escuche esa fuerte y ronca voz muy cerquita de mi oído, un susurro que solo yo pude escuchar, pero que de alguna manera me hizo sentir a salvo y protegida.

- ( Desconocido ) Sigueme la corriente...

Me pegó más a él y depocito un delicado y cuidadoso beso en mejilla. Mis ojos seguían cerrados cuando volví a escuchar su profunda voz, pero esta vez en un tono alto y seguro que llevo a mi corazón a dar un brinco. 

- ( Desconocido ) Princesa!! Te estaba llamando al móvil, quería saber porque tardabas...
- Yo...

Mi voz se escuchaba temblorosa  lo sabía pero es que de verdad me sentí aterrada por causa del tipo frente a nosotros.

- ( Desconocido ) Buen Día señor. Tiene alguna buena noticia sobre el coche? Es que mi novia y yo tenemos mucho camino aún por recorrer...

La voz ronca  se escuchó tan natural que cualquiera creería que realmente si estábamos juntos.
El tipo frente a nosotros se había detenido en seco y su cara mostraba la confusión y luego el enfado por ver sus asquerosos planes truncados.
Pero el comerciante que era le impedía reaccionar y hacer lo que quería. Eso y seguramente que el tamaño de mi " novio " seguro que le mostraba que mejor y no se metía más conmigo.

- ( Mecanico ) Justamente le explicaba a la señorita que el coche no puede ser reparado, no con tan poco tiempo.

Respondio con esos dientes amarillentos apretados.

- ( Desconocido ) Valgame...

Dijo de forma algo teatral mi Salvador rascando su mandíbula rasurada y con el ceño arrugado. Luego se encogió de hombros y muy despreocupado sonrió mirándome con complicidad.

- ( Desconocido ) Pues entonces creo que aprovecharé para adquirir la camioneta que tanto me gustó ayer por la tarde. Esa de la automotriz  que visitamos antes de ir al hotel...
La recuerdas Princesa?

Me pregunto para que confirmara. Me costó un mundo asentir y sonreír pero  lo hice, porque era eso o quedar en evidencia frente a ese asqueroso mecánico.
En menos de cinco minutos el hombre que me había rescatado había finiquitado la incómoda situación con el depravado y me sacaba aún sujetándo mi cintura de ese lugar.
No pude decir media palabra, estaba congelada de miedo y no lograba que mis manos se quedasen quietas. 
Caminamos así casi dos cuadras y luego el hombre nos adentro a una pequeña cafetería, nos guió hasta una mesa y me hizo sentarme.

- ( Desconocido ) Esperame aquí, enseguida regreso.

Que le iba a decir? No era capaz de controlar el miedo que me había embargado.  En lo único que podía pensar era que debería haber echo caso a mi padre y tomar un vuelo en lugar de hacer el viaje sola y por carretera. Era una completa idiota y me había puesto en un peligro innecesario por mi empeño de sentirme capaz de hacer las cosas por mi misma...

A fuego lentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora