capitulo 49

398 28 1
                                    

Damien

- De verdad no te molesta que haya aceptado la propuesta del doctor Sarabia?

Pregunto mi esposa cuando por fin nos quedamos a solas. Volvi a besar sus dulces labios sonriente. Es que era tan inocente en algunos momentos que me llenaba de ternura.

- Tach... yo he tomado decisiones que nos conciernen a los dos, he decidido incluso adoptar a nuestra pequeña sin hablarlo antes y convenirlo contigo amor...
Nunca podría molestarme porque aceptaras el trabajo de tus sueños, es para lo que has estudiado, por lo que has soportado prácticamente todo por alcanzar tu sueño. Nunca podría siquiera pensar en molestarme porque aceptaras ese puesto que te están ofreciendo, lo mereces, eres sumamente capaz y estoy seguro que serás la mejor en todo lo que te propongas. Si tu confiara una milésima parte ti misma como lo hago yo, aabrias que mereces lo que has logrado aún antes de terminar tu especialidad.

Respondi seguro. Tach sonrió dulcemente para mi y depocito un casto beso en mis labios antes de recargar su cabeza con algo de cansancio en mi pecho. La noche había terminado y ahora los dos estábamos en la sala de espera solos mientras don Pablo cuidabacelcsueño de nuestra pequeña Anastasia, los padres de mi esposa habían aceptado a regañadientes ir a nuestra casa para instalarse por algunos días y descansar, era de cajón que les insistiremos en quedarse en nuestro nuevo hogar. Insisti en que Tach fuera con ellos a dormir algunas horas, pero mi chica se negó rotundamente a marcharse de aquí. Quería mantenerse junto a nuestra princesa y aunque me hacía amarla con locura el que fuera tan buena madre para Anastasia sabia que le faltaba descanso.
Bese su cabeza y la envolvi en mis brazos abrazandole más a mi para intentar que aunque fuera estuviera cómoda y descansara algunos segundos.

- No supones lo mucho que te amo Dam...

Susurro con voz muy cansada haciéndome sentir invencible.

- Yo te amo a ti preciosa Nathacha...
Deberías ir a casa a dormir al menos unas horas amor..

Insisti. Pero mi esposa negó nada la movería de aquí.

- Estoy bien Dam...

Aseguro. Bolque mis ojos resignado, esta mujer era muy terca, pero la amaba.

- Mejor dime de qué demanda hablo Martín.

Hablo sin verme a la cara, pero solo de escuchar ese maldito nombre mi cuerpo se puso completamente tenso.
Sabia que tenía que decirle, aunque hubiera preferido nunca supiera lo que ese idiota había echo.
Empecé a explicarle cada detalle de lo que había ocurrido y todos los por menores de ese desagradable asunto mientras los ojos de mi esposa me veían incrédulos y asustados. Podia norar la angustia en su mirada y el daño que le causaba enterarse de todo aquello.

- Damien te juro que jamás estuve con el yo...

Bese su frente abrazandole a mi para mantenerle tranquila, yo sabia perfectamente que ella jamás tuvo nada con ese idiota.

- No tienes ni que decirlo amor, jamas creeria algo semejante de ti. Y tu padre tampoco lo creyó. Por eso en cuanto supo de esas falsas imágenes se comunicó conmigo y realizamos la demanda. Ni el ni yo permitiremos nunca que alguien te dañe de alguna manera hermosa.

Asegure sin soltarla. Sus ojos verdes me vieron cargados de lágrimas y no pude más abrazarla con un poco más de fuerza intentando transmitirle toda la seguridad que mi chica hermosa necesitaba.

- Te amo Tach, nada ni nadie lograría que no lo hiciera. No importa lo que ocurra en el camino o lo que sea que alguien intente para separarnos tu y yo estamos destinados a amarnos y todo lo que pueda querer inventar algún gilipollas sin cerebro no conseguirá alejarme de tu lado. Eres mi esposa, la mujer que se metió bajo mi piel en solo un par de segundos y dio un giro completo a mi vida, me diste un motivo verdadero para desear seguir adelante....

Asegure, podía sentir la respiración pausada de mi esposa sobre mi cuello, su cuerpo completamente relajado y rendido y supe que finalmente el sueño la había vencido. Sonreí apartando un par de mechones de su largo cabello en su delicado y suave rostro y bese con cuidado de no despertarla esos dulces labios que me enloquecian.

- Siempre te cuidaré amor mío...

Prometí en un susurro. La acomode mejor para que estuviera cómoda yctome mi móvil para mandar un rápido texto.

" Podría pedir a Lina que prepare algo de ropa cómoda para Nathacha? No hay poder humano que la convenza se ir a casa a descansar...."

Di enviar y solo un par de minutos después recibí la respuesta de mi suegro.

" Ya lo habíamos pensado yerno. Lina tiene todo lo que pueden necesitar nuestra hija y tu mientras nuestra nieta se recupera en la clínica ya listo. A medio día estaremos ahí."

No contuve la sonrisa en mi cara cuando vi la rápida respuesta de Don Miguel. Deje que mi cabeza se relajara sobre el respaldo del incómodo sofá de la sala de espera donde estábamos con mi chica, la abrace un poco más a mi y cerré mis ojos suspirando intentando descansar un par de minutos sintiendo que todo con Nathacha era correcto y perfectamente hermoso.

A fuego lentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora