capitulo 53

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                         Damien

No tarde en cruzar las puertas de la clinica donde mi hija y mi mujer aguardaban por mi. Sabia que mi preciosa Nathacha estaria esperando mi regreso para saber que habia ocurrido y yo moria por contarle que todo estaba resuelto.
Mis manos estaban cargadas con los paquetes con comida que había comprado en un restaurante cercano y un enorme ramo de rosas Rojas para mi preciosa esposa, además de un enorme peluche de felpa para nuestra pequeña Anastasia. Mimaria a mis chicas y tenia muchos deseos de poder besarlas y abrazarlas. 
Cuando alcancé la habitación de mi niña en esta clínica ya sabía que estaban solas, finalmente mis padres y los de mi esposa habían convencido a Don Pablo de ir a descansar a la casa. Anastasia estaba fuera de peligro y ya mañana llegaría con nosotros a su nuevo hogar. Me sentía por completo dichoso por poder tener a Nathacha en mi vida, que me amara tanto como yo la amaba a ella era lo más valioso de mi vida y ahora sumabamos a este amor incondicional a nuestra pequeña princesa. Camine a paso tranquilo hasta la habitación donde mis chicas me esperaban y juro que al cruzar las puertas mi corazón se derritió completamente de amor ante la hermosa imagen que mis ojos descubrían...
Verlas así a ambas, dormidas profundamente abrazándose la una a la otra y la manito de nuestra pequeña acariciando con sus pequeños deditos la delicada y suave mejilla de mi esposa me llenaba de ternura y amor por ellas.
Depocite con cuidado de no hacer ningún ruido los obsequios para mis chicas en uno de los sillones y las bolsas con comida en la mesa auxiliar al pie de la amplia cómoda donde mis amores dormían y me acerqué por el lado de Tach en completo silencio, no borré la tonta sonrisa de mi cara mientras acomodaba mejor una manta de viaje que mi madre o mi suegra habían traído y rodee la cama para quedar del lado de mi pequeña hija Anastasia la moví con sumo cuidado para no despertarle u me hice un pequeño sitio que a todas luces era insuficiente, pero que me bastaba para medio recostarme junto a ella y abrazarlas a ambas.  Cerré mis ojos cansados sintiendo la tibieza de la piel donde mi mano descansaba sobre mi esposa, justo a la altura de de su cadera y sin borrar mi sonrisa bese la larga melena de mi hija mientras me quedaba lentamente dormido sintiendo una infinita paz solo con estar junto a ellas... 
Mi corazón se sentía repleto de todo el amor que les tenía y sabía que con ellas a mi lado todo era perfecto y hermoso como nada antes en mi vida...
No sé cuanto tiempo logre mantener mis ojos cerrados y mi mente y cuerpo en el mundo de los sueños, solo se que cuando desperté fie por el suave movimiento de mi pequeña Anastasia intentando sentarse en la cama, pero atrapada entre los brazos se su hermosa y dormida madre y los míos.
Parpadee un par de veces hasta poder ajustar mis ojos a la claridad de la habitación y hable con voz baja y ronca intentando no despertar a mi esposa. Sabia que estaba agotada y todos estos días en la clínica no hacían más que drenar su energía.

- Hola princesita...

Susurre levantandome con cuidado captando la atención de mi hija pequeña y estirando mi cuerpo para soltar la tencion de mis cansados músculos.

- Tengo hambre papi...

Dijo tímida mi niña. Y sonreí, como no hacerlo? Escucharla llamarme de esa forma por primera vez termino de alegrar mi corazón.
Mire rápidamente mi reloj para darme cuenta de que había dormido casi tres horas y si, mi hija necesitaba comer alguna cosa. Mi estómago gruñe en acuerdo recordándome que yo también necesitaba comer al igual que mi esposa, pero no la despertaría. Cuanto más tiempo Tach pudiera descansar mejor.
Bese la pequeña frente de mi hija y me acerque hasta la mesilla hospitalaria para sacar los emparedados de pollo y verduras que compre en el camino y lo dispuse todo. Tome a Anastasia en mis brazos y la sente en mi regazo sonriente, le di uno a ella y juntos y en silencio disfrutamos de nuestra comida.

- ( Natacha) Almuerzo de padre e hija?

Pregunto la suave y dulce voz de mi preciosa esposa captando la atención de mi niña y mía.  Mi ya enorme sonrisa se amplió mucho más de ser posible al escucharla y mis ojos la descubrieron ua levantándose de la cama de nuestra hija, mis ojos no pueden evitar recorrerla de pies a cabeza y sentirme más enamorado que nunca de mi mujer pero tambien la noto completamente exahusta y eso no me gusta en lo absoluto. Sé y comprendo perfectamente el motivo de porque las energias de mi esposa estan bajo minimos, pero aun con todo lo que se no me agrada. Ella nesecita con urgencia descansar en nuestra comoda y confortable cama y en cuanto podamos llevarnos a nuestra hija mañana me encargare personalmente de que lo haga.

- Mas exactamente un tentempie hermosa. Anastasia sentia hambre y yo no puedo negar que tambien, pero como tu aún descansabas preferimos una rapida solucion antes de la cena.

Respondi tranquilo sin dejar de verla mientras ella se acercaba besaba las rosagantes mejillas de nuestra hija y luego daba un rapido beso a mis nesecitados labios aun sonriendo.

- Me parece perfecto Dam, yo tambien estoy famelica.

- Pues no esperes hermosa come un emparedado con nosotros, en el termo rojo haycafe caliente y en el azul chocolate caliente tambien.

La inste. Mi esposa gimio sonoramente al olfatear el liquido caliente del termo azul  y yo no pude evitar sonreir solo con escucharla.

Una charla trivial y enfocada en nuestra pequeña hija mientras los tres compartiamos de este momento y disfrutabamos de nuestro tentempie  y sin entrar en temas serios hasta que mi preciosa mujer decidio indagar sobre lo ocurrido en la tarde.

- No me diras como te fue en la reunion?

Pregunto intentando mostrarse tranquila mientras con una servilleta limpiaba las rosadas mejillas de nuestra hija y yo no pude mas que  soltar un relajado suspiro y verla a esos hermosos ojos que me volvian loco de amor por ella.

- Todo fue perfectamente hermosa mia, no tienes de que preocuparte.

Asegure. Tach asintio para mi y sonrio negando.

- Se que no he de entrometerme en tus asuntos Dam, pero no puedo evitar preocuparme. El que quieran enlodar tu carrera de esa manera..

- HEY...

La interrumpi tomando su delicada y suave mano y dandole un confortante apreton, sus ojos verdes se fijaron en los mios y hable con total firmeza y seguridad.

- Eres mi esposa Tach, la mujer que amo, tienes todo el derecho de entrometerte en mis asuntos y no me molesta que preguntes por mi trabajo.  Todo esta perfectamente aclarado y demostre que no cometi ningun fallo en mis deciciones. Los chicos tambien declararon y se demostro que eran simplemente falsas acusaciones.  mis jefes asi lo comprendieron y ese asunto ya esta sanjado por completo. Pero lo que me gusaria que comprendieras amor, es que no tienes porque temer preguntarme alguna cosa. No tengo nada que ocultar y menos aun a ti. 

- Yo te amo a ti Damien y me alegra que todo se aclarara.

Bese su delicada mano y sonrei sereno a mi mujer. Ella y nuestra pequeña eran lo mas sagrado y hermoso de mi vida en estos momentos  y con ellas siempre me sentia en completa paz.

A fuego lentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora