capitulo 20

632 36 2
                                    

                         Nathacha

Sentía  toda mi piel extremadamente sensible y un agotamiento extremo.
Mi mente estaba repleta con los recuerdos de cada segundo trascurrido desde que el me propuso esta locura que ahora era mi realidad...
Su esposa...
Damien me había pedido que fuera su esposa, y estaba segura que era por lo que le había dicho a esa tal Miriam. Le había escuchado perfectamente cuando le advertía que  no se metiera conmigo. Era muy evidente que algo había ocurrido entre ellos, pero no estaba segura de querer saberlo. Solo seguí el juego ante ella porque tenía que de alguna manera regresarle el apoyo y la ayuda que el me había brindado la noche y el día anterior. Y cuando pidió que me casara con el para mi no había duda del motivo.
No estaba segura de porque el me necesitaba como su esposa, pero no me arrepentía de haberlo aceptado.
Mis padres de seguro se volverían locos cuando se enterasen, mi hermano Thomas pediría mil explicaciones, pero yo era una adulta y aunque se enfadarian enormemente, lo único que me importaba en este momento era poder ayudar a Damien...
Sentí  como sus labios acariciaban con suavidad la piel desnuda de mi cuello mojado, podía sentir la esponja jabonosa por mi espalda y mis brazos, regalándome con ese gesto delicado una calma y relajación que no había sentido antes en mi vida.

- En que estas pensando pequeña?

Pregunto en tono suave antes de volver a besar mi desnuda piel. Si... como si le fuera a decir que mi mente solo podía reproducir una y otra vez todo lo que el me había echo en esa enorme cama.  Sentí mis mejillas arder y los enormes y fuertes brazos de Damien apretarme en un abrazo fuerte y seguro.

- Te has sonrojado, en que estás pensando?

Pregunto de nuevo mientras su mano me hacía girar el rostro para verme a los ojos con curiosidad. 

- Dime lo que estás pensando Nat...

Insistió. Cargue de aire mis pulmones sin poder sostenerle la mirada. Pero sabía que insistiría aún más en saber. Y yo necesitaba decirlo...

- Pienso en que fui completamente torpe... que no se como puedo conseguir que tu disfrutes cuando....
- Espera.

Pidio arrugando la  frente y viéndome confundido.  Se movió con cuidado sin salir de la enorme bañera para quedar frente a mi y poder verme con comodidad.

- De que hablas Nat?

Quiso saber.  Solte el aire frustrada. Porque tenía que ser tan difícil expresarme?

- Hablo de lo que pasó  en... en la cama hace rato.... sé  que no....
- Crees que no disfruté mientras hacíamos el amor?

Pregunto confundido y creo que asombrado.

- Estas acostumbrado a mujeres más... con más.... experiencia, y yo....
- Tu eres perfecta.

Me interrumpió obligándome a verle a los ojos.

- Yo....
- Nathacha  escúchame. Tu eres perfecta, y puedo asegurarte que disfrute verdaderamente. Hacer el amor contigo fue algo por completo sublime...
No sé trata de experiencia, todo se aprende y aunque no lo creas no he compartido con nadie lo que comparti  contigo.

Su voz se escuchó de pronto ronca y causó un escalofrío por todo mi cuerpo de solo recordar sus enormes manos tocándome ...
Damien tomo una de mis manos y me instó a subir sobre el, solo eso ya tenía a mi cuerpo vibrante y ansioso. DIOS!! Que me estaba pasando!? Yo no solía sentirme así por nadie, pero con el hombre que estaba acomodando mi desnudo y mojado cuerpo sobre el suyo mientras besaba lenta y cuidadosamente mi boca, me sentía arder desde los cimientos. 
Era imposible no desear más de ese maravilloso rito en el que el... mi esposo me había iniciado. Y por loco que pueda parecer sabía que Damien se había metido bajo mi piel....

- Tienes unos labios perfectos para ser besados por horas...

Gruño antes de mordisquear cuidadosamente mi labio inferior... 
Solo con eso me tenía estremecida por completo y deseando volver a sentirlo dentro de mi. 
Que más daba!? Era mi esposo, no tenía porque no disfrutar de lo que el podía enseñarme. Y sabía que aunque mi corazón sufriera cuando todo esto terminara, solo con el podría sentir ese placer que ya me había mostrado. 
No estaba cometiendo ningún pecado ni delito. Damien me había echo su esposa y....
DIOS!!
No pude contener el gemido que escapó de mi garganta al sentir como las fuertes manos de Damien apresaban fuertemente mi trasero y su sedosa lengua invadía mi boca para besarme como yo necesitaba que lo hiciera....
Su crecida erección golpeó palpitante  en mi intimidad haciéndome gemir deseosa por volver a sentirlo dentro de mi...

- Siente como me has puesto Nathacha....

Gruño mordisqueando mis senos y apretandome más contra su cuerpo.

- Quiero sentirte...dentro de mi...

Hable sobre su boca dejándole hacer lo que quisiera conmigo. 
Solo un segundo después mi interior fue completamente llenado por la fuerza y potencia de su miembro dentro de mi. El gemido escapó de mi garganta sin poderlo contener..

- Me tienes Nat....

Gruño mordiendo mis senos, sus manos aferraban fuertemente mis caderas me iban moviendo con firmeza al tiempo que el empujaba una y otra vez sus caderas contra las mías. Era tan fuerte, tan intensa cada una se sus embestidas que no podía contener los gemidos que se me escapaban de la garganta.
Senti como sus manos fueron hasta mis hombros entre embestidas imprimiendole mayor intensidad y fuerza a nuestros movimientos.

- Siénte cuán duro me has puesto.... siente como me excitas....
Vamos Nat!! No te contengas...

Pidió con la voz completamente ronca y pude sentir cuanto me llenaba su miembro... Era un hombre completamente dotado e intenso....
Me estaba llevando a ese paraíso que me había mostrado sin ninguna escala ni esfuerzo...

- Dam... Por favor....

Suplique perdida en las deliciosas sensaciones que el causaba en mi cuerpo. Y el más rápido y fuerte se adueñó de mi con cada embestida...
Sus ojos azules se mantenían fijos en los míos, atentos a cada expresión de mi rostro....
Una, dos... tres... cuatro...
Perdí la noción de cuantas embestidas fuertes y firmes...

Solo se que no pude contenerme de morder su duro hombro cuando el orgasmo se apoderó de mi haciéndome temblar....

- JODER NAT!! COMO ME PONE SENTIRTE EN EL ORGASMO.....

Envolvió con fuerza mi cintura pegándome a su duro cuerpo, mi respiración agitada competía con la suya propia y sentí como su miembro palpitaba derramandose dentro de mi...

A fuego lentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora