capitulo 19

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                             Damien

La sentí...
Joder si la sentí...
Sus largas uñas se arrastraron por mi piel, sus caderas se balancearon invitandome a seguirla en un baile sensual y cadente...
Me embriagaba su cuerpo, me perdía su calor, su sabor  me tenía por completo consumido...
Cuando sentí una vez más la invitación de sus caderas, cuando sentí como su intimidad me apretaba  supe que la tenía. Mi boca la devoró, mi lengua invadió su boca, mis manos  apretaron entre fuerza y delicadeza sus perfectos senos y me permiti que me sintiera, que me sintiera completo. 
Su gemido erizo toda mi piel provocándome, tentandome...

- Eres... JODER NAT!! Eres deliciosa...

Gruñi sobre su dulce boca mientras embestia su intimidad aumentando la intensidad, la prisa, la fuerza de nuestro encuentro...
Fuerte, intenso... cada segundo nuestros cuerpos se encendían  mutuamente. Era como si fuéramos una confluencia de pasión, de deseos...

- DAM!!! 

Gimio en mi oído para un segundo después buscar mis labios ansiosa.
Cumplí su deseo y la bese con fuerza embistiendo más rápido, sintiendo como el calor aumentaba peligrosamente y nos empujaba al límite de nuestro control

- Damelo Nat...

Gruñi...

- Dam... yo... no...
- Si... tu si Nat... siente... solo sientelo Nat...

Embesti con mayor fuerza, pero al mismo tiempo con cuidado de no lastimarla, besandole con cada embestida y sin perder detalle de cada  delicado gesto en su sonrosado rostro angelical...
Sus gemidos fueron en aumento hasta ser verdaderos gritos de placer  encendiendome mucho más, obligándome a apretar los dientes para contenerme...
Solo un poco más... 
Sus manos recorrían desesperadas mi espalda sudada y sus uñas se marcaron en mi cuando con una fuerte embestida la llevé al límite haciéndola caer al orgasmo...
Un intenso zumbido en mis oídos, el palpitar fuerte dentro de mi pecho  y me enterre fuerte y profundo dentro de su cuerpo perlado de sudor. La bese con fuerza dejándome ir junto con ella, sintiendo el palpitar de mi dura erección mientras me derramaba perdiendo por un momento el control. 
Me deje caer con cuidado a un lado de la cama, mi respiración errática luchando por poder ingresar oxígeno a mis cansados pulmones, el latir acelerado de mi corazón y mi mente repleta de ella...
La atraje rápidamente para poder abrazarla delicadamente y besar su humeda cabellera castaña.
Eso había sido completamente intenso, sublime y había echo burbujear cada célula de mi cuerpo. 
Su cuerpo cálido muy pegado al mío me permitía sentir su trabajosa respiración me indicaba que están tan cansada como yo.  La apreté con cuidado un poco más a mi y cargue mis pulmones de su delicioso aroma...
Sabia que pronto quedaría profunda, pero necesitaba saber que no la había dañado de alguna manera.  
La apreté un poco más a mi besando su frente húmeda y hable sobre su piel...

- Estas bien hermosa?

Pregunte fijando mi atención en sus delicadas facciones...
Nat suspiro y se recoloco mejor sobre mi torso desnudo.

- Estoy agotada...

Susurró con un evidente cansancio.  Besé castamente sus labios y me levanté de la enorme cama bajo la curiosa y atenta mirada de mi ahora legítima esposa...

- Que...
- Te prepararé un baño de burbujas para que las molestias se vallan.

Hablé seguro. Nat se incorporó un poco en la cama, dejando inconscientemente sus desnudos senos expuestos y tentandome.

- Yo no tengo  ninguna....

La mueca en su rostro afirmó lo que estaba seguro que pasaría.  Volví a reptar por la cama hasta alcanzar esos deliciosos e hinchados labios para besarlos suavemente.
DIOS!! Me tentaba a cada segundo.

- Relájate esposa mía... En estos momentos tu cuerpo está resentido conmigo, lo sé. Pero me ocuparé de hacerte sentir mejor y que todas esas molestias se vallan...
- Pero...
- Shhhh... deja que me encargue.

Pedí volviendo a besarla. 
Cuándo finalmente asintio para mi, no oculte la sonrisa en mi cara. Besé una vez más su frente y fui a prepararle el baño de burbujas que sabía aliviaría todas esas molestias que yo había provocado.
En cuanto tuve todo tal y como lo quería regrese hasta la cama sonriendole sereno y la tomé en mis brazos volviendo a su boca. Era demasiada tentación esa boca.
Sus brazos envolvieron mi cuello para evitar caer, aunque no lo haría... la tenía muy bien sujeta. La lleve hasta la enorme bañera y nos metí con cuidado de no resbalar.
En cuanto el agua caliente con burbujas hizo contacto con su sensible cuerpo desnudo mi esposa suspiró relajándose casi de inmediato

- Dios que delicia....

No contuve la sonrisa mientras besaba la piel desnuda de su cuello y la abraza envolviendola con mi cuerpo.

A fuego lentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora