capitulo 24

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                                                                                                   Damien

              una semana despues

- Ire a recojerte al final de tu turno pequeña.

Hable a mi esposa en el mismo momento que maniobraba la camioneta y estacionaba en el aparcamiento del hospital donde mi chica hacia su especialidad. Ella estaba radiante, por lo menos a mi me lo parecia y aunque lamentaba que nuestra luna de miel fuera tan corta, sabia perfectamente que terminar la carrera era algo especialmente importante para Nat. Esta semana habia sido algo  espectacular. Habiamos pasado unos dias muy intensos y geniales, hablamos muchisimo, paseamos y reiamos por cualquier cosa que se nos venia a la cabeza. Pero lo mejor no era eso, no... Lo mejor era hacer el amor a cada momento, es que pareciamos animales, solo vastaba con mirarnos para ya exitarnos mutuamente. 

- Siento que no pudieramos quedarnos mas tiempo..

Soltó con voz algo ansiosa. su cabeza se recargo en mi hombro y yo bese su frente con  serenidad y acaricie su cabello repleto de satifaccion al escucharla. Si, me sentia satisfecho por que lamentara que tuvieramos que volver tan pronpo para que ella regresara a sus compromisos estudiantiles.

- No lo lamentes preciosa, es tu carrera. Es importante que la culmine y que cumplas tu sueño, nada importa más que eso.
- Tu importas más...

Solto sin percatarse realmente de lo que estaba confesando. Mi corazón se alegró enormemente, pero no me detuve a celebrar como quería, ella ni se había dado cuenta y aunque yo supiera que sentía lo mismo que yo no quería presionarle.
Tome su cara entre mis manos y la besé  suavemente,  porque si dejaba que mi deseo por ella me dominara no la dejariaxentrar ahí y corría el riesgo de hacerle el amor aquí en medio del estacionamiento. 
Cuando culmine el beso y ella tomó su bolso antes de bajar, decidí que bien podía estar con ella un par se segundos más sin retrasarla.

- Espera preciosa.

Pedí. Abri la puerta y rodee la camioneta hasta llegar a la suya y abrirla. Le ayudé a bajar y la lleve decla mano hasta las puertas de acceso a la clínica. Un beso más y la vi atravesarlas.
Permanecí algunos minutos ahí, de pie... viéndole alejarse pero sabiendo que volvería a tenerla para mi dentro de algunas horas. 
Regrese a la camioneta y la encendí para ir a mi piso. Necesitaba hacer algunos cambios ahí, en eso pensaba cuando el sonido de mi móvil me sacó de mis cavilaciones. Deje que el manos libres tomara la llamada y cuando escuche que la línea se abría salude al llamante.

- Damien Olivera, quien es?

Pregunte ya con la camioneta en marcha.

- Podría decir que tu peor pesadilla. Pero tú suegro quedaría mejor....

Miguel...
El padre de mi esposa me estaba llamando. Mis manos por instinto apretaron un poco más firme el volante.

- Señor Miguel. 

Hable en tono formal.

- Creo que ya el señor esta de más. Te casaste con mi hija. Solo Miguel estará bien de momento.

Hablo. Parecía que no estaba tan molesto como yo esperaba.

- Mi hija ya entró a la guardia?

Pregunto en tono serio y formal.

- Acabo de dejarla dentro de la clinica.                                                           - Perfecto. Entonces podrias explicarme en persona porque hay un gilipollas publicando en redes fotos de que en este momento mi hija esta en su sucia cama luego de una noche de desenfreno?

A fuego lentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora