capitulo 75

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                             Milo

Damien se fue casi una hora después y yo me había metido por completo a revisar los expedientes que el traía para mi. 
No pude recordar que no estaba solo hasta que las pequeñas manos de Bell se posaron con cuidado sobre mis hombros y sus labios se posaron con cuidado en mi cuello.

- Estas bien?

Pregunto preocupada, pero su voz dulce me daba la calma que siempre necesitaba

- Lo siento nena, olvidé por completo que aquí estabas... 

Me disculpe sosteniendo su mano y girando para besarla como merecía, seguia con solo mi camiceta puesta y su largo cabello algo humedecido. Atrapé sus caderas y la arrastré a pasar por encima del bajo respaldo del sofa atrayendola a que quedara a horcajadas sobre mi y poder saborearla como  necesitaba, cuándo la tuve como quería la besé sin ningún control, mis manos ascendieron hasta su delicado cuello por debajo de mi camiseta y volvieron a bajar ansiosos hasta alcanzar ese sexy y firme tracero que me volvía loco y palmearlo con firmeza haciendola gemir en mi boca y sus dientes atraparon mi labio inferior, mi mano izquierda apreto su carne pegandola tanto como podía a mi ya dura erección y la derecha se sumergió en su intimidad comprobando que mi Bell estaba más que lista para recibirme y un gruñido escapo de mi garganta sin poder contenerlo.
No quite mi camiseta de su cuerpo, solo la besé con el deseo desbordando mis sentidos y liberé mi dureza para poseerla así, sin ninguna contención en mi sofa.
Una fuerte y firme estocada y quede enterrado profundamente en ella, la respiración se atascó en mi garganta en cuanto sus ojos verdes e intensos se anclaron en los míos sentí que todo el mundo se detenía a mi alrededor.

- Milo...

Gimio  con voz agitada.

- Di mi nombre...

Pedí besandola y moviendome lentamente en su interior.
Tenía esa loca necesidad de escucharle decir mi nombre y no un simple apodo, quería saberla completamente mía y entregada por completo a mi...

- Di mi nombre Isabella ...
Déjame escucharlo de tus labios mientras te entregas a mi por completo...

Insistí...
El cuerpo de Isabella se detuvo a medio camino de una dura e intensa penetración, tomó entre sus calidas manos, me vio directo a los ojos y cumplió mi pedido llevandome al infierno por completo con sus palabras...

- Soy tuya Emiliano Nox!! Siempre seré tuya...

La besé con ansiedad y mis dedos se enterraron a sus perfectas caderas para embestirle con fuerza tan rápido como mi cuerpo y el suyo nesecitaban.

- CARAJO ISABELLA!!
- EMILIANO!! SI!! ASI DIOS!!!

Grito estremecida por mis duros e intensos embites. Mordi la piel expuesta de su cuello sin dejar de moverla firme y fuerte sobre mi.
Subí a sus labios y tragué todo su grito estremecido en mi propia boca.
La sujete con seguridad y nos llevé sin detener mis embestidas a mi alcoba. La solté sobre la cama y repte sobre su cálido cuerpo para saborearla como merecía. 
Alcancé su intimidad y lamí completamente desquiciado haciéndole retorcerse incontrolable...

- Emiliano!!

Suplicó alcanzando el climax, pero no me detuve, seguí  lamiendo y mordiendo hasta volver a sentirla gritando, subí con prisa sobre mi cuerpo y me adentre en esa exquisita intimidad haciéndola arquear todo ese delicioso cuerpo, la embesti tan fuerte y  profundo que sus uñas se enterraron en mi espalda con fuerza.
Estaba seguro que me habria dejado una gran marca pero contrario a molestarme me excitaba mucho más. 
Estaba por completo loco por esta mujer...
Sentía mi miembro duro palpitar casi listo para alcanzar mi propio clímax cuándo Bell giro nuestros cuerpos quedando ella sobre mi, movio sus caderas con lentitud haciendome gruñir y apretar los dientes. 

- Joder Bell!! Así pequeña si...

Volvi a gruñir desquiciado. 

- Ya... ya casi Emiliano!! Estoy... estoy tan!! Tan
- Lo se amor... eres deliciosa nena, joder como me enciende sentirte hermosa!! Si Joder si!!! 

A fuego lentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora