capitulo 27

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                                                                                                   Natacha

Hablar y conseguir que Pet, como me pidio lo llamara, accediera a la cirugia, alegro radicalmente mi dia. Ya no me importaba las estupideces que dijera el cretino de Martin, yo sabia bien que eran calumnias y lo unico que ocupaba mi revoltosa cabesa era mi esposo.  La sonrisa no desaparecio de mi rostro en practicamente todo el  dia y eso era unicamente gracias a el.                                                                     Firme la ultima historia de el ultimo paciente y fui directa a la sala de medicos para tomar mi bolso e irme. No veia la hora de ver a Damien, el dia habia sido largo pero fructifero y amaba estar dentro de un quirofano.

- Supe que te casaste...

La voz venenosa de mi insoportable compañera de carrera me hizo volcar los ojos fastidiada, lo que menos deseaba era un nuevo enfrentamiento con ella ni con su eterno amor platonico Martin.  La ignore por  completo y segui en mi labor de recojer mis cosas para ir a casa.              
Casa...
La casa de Damien seria mi nueva casa, y eso por un motivo que no queria razonar me hacia sentir su verdadera esposa, no importaba en mi corazon ya el motivo por el que el me pidio matrimonio. En cuanto recibi ese hermoso detalle de su parte, decidi que haria todo lo necesario para que el no se arrepintiera y no deseara en algun momento divorciarse de mi. Tenia que conquistar ese duro y corazon...

- TE ESTOY HABLANDO ZORRA!!

Estaba arta. Esta  semana con Damien habia aprendido gracias a su caracter y apoyo, que no tenia porque sentirme inferior a nadie, yo valia... Y valia mucho. Dam no solo me habida dado, plaser y pasion desenfrenada, me habia echo comprender que nadie tenia porque humillarme, menos aun insultarme. Senti como las afiladas uñas de Delia se clavaban en la piel de mi brazo con extremada fuerza y me canse. Me quedaria una marca de sus venenosas garras pero no la permitiria seguir con su ataque hacia mi, me safe con fuerza de su maldito agarre y la cruce la cara con un fuerte golpe. Mi ritmo cardiaco estaba por demas acelerado, pero no le permitiria ni una mas.

- No vuelvas a poner tus sucias manos sobre mi. Y si estoy casada o no, no es de tu incumbencia. Dedicate a lo que debes y no a lo que yo hago con mi vida.

La cara de sorpresa de Dalia fue la mejor recompensa, ver mis dedos marcados en su rostro me lleno de satifaccion, pero la alegria me duro nada. Dalia se avalanzo sobre mi golpeandome y tirandome al suelo. Mi cabeza golpeo contra algo duro, no se que exactamente, lo unico que sabia era que Dalia estaba sobre mi gritando cualquier cantidad de insultos y dandome de golpes por todo el cuerpo sin parar. No me quedaria quieta, como pude le devolvi alguno que otro golpe, pero ella estaba por completo fuera de control.

- TE VOY A DESFIGURAR ESA MALDITA CARA DE PORCELANA ZORRA MALDITA!! 
- Sueltame!!                                                                         Exigi luchando con ella, pero era imposible que lo hiciera. Casi me estaba por rendir cuando una fuerte y autoritaria voz grito tomando a Dalia por detras y apartandola de sobre mi.

- BASTA DALIA!! DONDE COJONES CREEIS QUE ESTAIS!! ESTE ES UN HOSPITAL CON UN DEMONIO NO UN MALDITO RING DE BOXEO!!

Metida en problemas? Esto eran problemas mayores. Sabia bien que ahora todo se habia salido de control, el propio director de la clinica era quien nos habia separado y ahora podria perder mi especialidad por esto. Mi respiracion era por completo acelerada, sentia la piel de mis brazos y mi cara arder, las manos me dolian y no podia parar de temblar como una hoja  de papel...                                        La cabeza me punzaba y mi angustia crecia desmesurada...

A fuego lentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora