capitulo 54

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                            Damien

                   Dos dias despues

Todo estaba completamente cubierto por ese maldito olor a piel quemada y podia escuchar los espantosos gritos que escapaban de mi garganta, sentia perfectamente el maldito dolor de mi piel quemada y la sal de mis propias lagrimas en mi boca, podia ver el cuerpo inerte de mi padre y mi madre muertos y quemandose mientras esas malditas llamas deboraban todo lo que nos rodeaba y yo gritaba porque me escucharan llamarlos...

" PAPI!! PAPI!! "

Grite intentando que respondiera a mis gritos

Ese hombre veia todo desde el otro lado de la enorme ventana y reia tan espantosamente que no podia dejar de sentir mas miedo aún ...

" PAPI!! DESPIERTA PORFAVOR!! PAPI!!! "

Dos segundos despues y ya no veia a mis padres muertos, sino que ahora la escena era aún mas espantosa y terrorifica si era posible, ya no eran ellos, no...

Ahora la que estaba en medio de un infernal incendio era ella, la que me habia devuelto la felicidad... Su vientre crecido y redondo estaba atrapado en una pila de escombros y fuego y yo la llamaba a gritos pero sabia que era demaciado tarde...

- DIOS NATHACHA NO!!!

Grite sentandome de golpe en la cama, mi respiracion era pesada y agitada y sentia todo mi cuerpo helado y empapado del frio sudor que esa jodida pesadilla me habia provocado. Mis puños estaban apretados tan fuertemente que sentia la tension en mis dedos y todo mi cuerpo completamente tenso... Parpadee intentando enfocarme y reubicarme en donde me encontraba, mis ojos descubrieron nuestra alcoba, del otro lado del ventanal podia escuchar la feroz tormenta que se desataba sobre la ciudad y los rayos que caian iluminando todo el exterior. Intente serenarme al tiempo que buscaba a mi lado en la cama el cuerpo calido y desnudo de mi esposa pero encontrando su lugar frio y vacio causandome aun mas mal estar. Mire por inercia la hora en el reloj sobre el nochero de mi lado y solte el aire pesadamente mientras salia de la enorme cama, tomaba mi pantalon de seda que estaba tirado en el piso y me lo vestia al tiempo que salia ya de nuestra alcoba con ese maldito sabor amargo en mi garganta e iba a verificar donde se habia metido mi mujer...
Camine en silencio por el oscuro corredor hasta llegar a la puerta de en medio encontrandola entre abierta y la luz del nochero junto a la cama de mi pequeña Anastasia encendida. Mis ojos cansados recorrieron la amplia alcoba descubriendo a la razon de toda mi alegria cerrando en silencio las pesadas cortinas oscuras para que las luces de la tormenta exterior no molestaran a nuestra hija, no queria asustarla, por eso me recoste en el marco de la puerta cruce mis brazos desnudos y hable en tono bajo...

- Thach...

Mi esposa giro apenas su rotro sin dejar de cumplir su cometido y me regalo una dulce sonrisa serena que sin ella saberlo apaciguaba un poco la tension de todo mi cuerpo.
Espere a que terminara lo que hacia y la observe en silencio mientras se acercaba a la cama donde nuestra princesita dormia placidamente, la verifico con cuidado de no despertarle, reacomodo las cobijas para que no sintiera frio, beso con dulzura su mejilla y caminó despacio y sonriendo serena hasta llegar a mi y abrazarse a mi torso desnudo. Por instinto mis brazos envolvieron ese perfecto cuerpo y solte el aire que mis pulmones estaban reteniendo perdiendome en ese perfecto y dulce aroma de su largo y hermoso cabello.
Pero mi esposa no tardo en darse cuenta de que algo me ocurria porque de inmediato fijo sus dulces y preocupados ojos en los mios y pregunto con voz preocupada...

- Dam que tienes?

Suspire al tiempo que mi mano subia a su nuca y y la veia repleto de amor... Bese sus suaves labios perdiendome unos cuantos segundos en su perfecto y calmante sabor deleitandome de la tibiesa de su cuerpo.

- No estabas en la cama hermosa...

Solte con la voz ronca, mi chica sonrio dejandome extasiado y exitado al instante. DIOS!! Esta mujer era la perfecta cura para cualquier mal que pudiera sentir. Tome su mano y la guie en completo silencio hasta nuestra alcoba y en cuanto cerre la puerta no me contuve, mis manos rapido atraparon desesperadamente sus caderas, mi boca atrapo la suya hambrienta y mi esposa respondio a mi exigente arrebato con total entrega. Subi con prisa mis manos hasta alcanzar los finos tirantes de ese delicado y largo camison de seda mientras la empujaba entre brusquedad y desespero hasta nuestra enorme cama y nos dejamos caer entre besos y caricias ansiosas.

- Dam...

Gimio mi chica al sentir mis labios y mis manos tocarla con descarada lujuria, aparte con prisas ese sexy camisón de seda y mi boca se perdió desesperada en sus ya duros pezones. Lami, mordi y apreté esos increíbles senos haciéndola jadear y retorcerse bajo mi descontrolado asedio.

- Eres tan deliciosa...

Gruñi sobre sus ya hinchados labios antes de meter mi lengua dentro de esa sexy boca caliente y mis dedos se perdían en la humedad de su necesitada intimidad haciéndome gruñir y exitandome hasta hacerme perder la  cordura.
Mi esposa gimio sin control alguno en cuanto mis labios y mis dientes descendieron por todo su caliente cuerpo desnudandola por completo hasta llegar a esa dulce y estrecha intimidad para deborarla completamente, mi lengua se paseó avariciosa recogiendo todo ese dulce néctar sin darle tregua hasta sentir como sus manos aferraban con fuerza uno de los pilares de nuestra cama y todo su cuerpo se retorcía en un intento desesperado por alcanzar esa deliciosa cúspide que la hacía gritar mi nombre con desespero absoluto. Su cuerpo ya estaba por completo empapado y yo estaba desesperado por fundirme en su apretado interior.
Repte por sobre su caliente y ansioso cuerpo y saboree sus dulces labios con absoluto frenesí, rozando mi dura erección entre su empapada carne, tentandola, haciéndola gemir en mi boca con desesperada ansiedad...

- Dam...

Todo su cuerpo se arqueo al recibir mi dura y fuerte penetración, sus largas y deliciosas uñas se incrustaron fuerte en la piel de mi espalda haciéndome gruñir con fuerza. Se sentía tan apretada que por un segundo temi hacerle algún daño y me detuve abruptamente enterrado hasta lo más profundo en su interior para verificar en su delicado rostro...

- Nena...

Susurre intentando enfocarme en saberla segura....
Su ojos verdes me vieron con una mezcla de placer y suplica que casi me hacen derramarme aún más rápido

- No pares Dam...

Pidió con la voz entrecortada. La besé desesperado mientras volvía a embestir fuertemente dentro y fuera de ella...
Sus delicadas manos se pasearon desesperadas por mi espalda, su boca buscó desesperadamente la mía y su lengua se adentró en mi boca llenando mi garganta de su más exquisito sabor mientras sin poder contenerse gemía una y otra vez.
Sentir como su apretado interior me succiona una y otra vez con mayor presión me tiene al punto de perder todo tipo de control, pero no...
Aún no es tiempo de derramarme, lo sé...
Quiero sentirla sobre mi, apretando mi miembro duro, montandome como toda una amazona y viendo como sus perfectos y grandes senos rebotan arriba y abajo mientras mueve ese sexy y caliente cuerpo sobre el mío. Viendo como su largo y hermoso cabello se ondulea en su espalda desnuda mientras mis manos aferran firmemente esas sexys caderas y la acarician con abierto plaser...
Gire nuestros sudorosos cuerpos dejando a mi sexy mujer sobre mi y bien llena por mi dura erección...
Mis manos la instaban a moverse sobre mi provocándo gemidos y gruñidos de mi garganta, cada movimiento, cada certera y firme embestida nos arrastraba sin escalas al punto de perder todo control

- Si!! Así hermosa!! Te mueves tan malditamente bien sobre mi...

Gruñi devorando nuevamente sus dulces e hinchados labios...
La tormenta en el exterior no hacia nada por acallar los intensos gemidos que escapaban de nuestras bocas, el largo cabello de mi mujer se adheria a su espalda desnuda y me tentaba malditamente tanto...
Mis manos subieron ansiosas por toda esa cálida y húmeda piel desnuda, atrape entre mis dedos ese largo y rebelde cabello y tiré con medida fuerza de el mientras no disminuía la intensidad de las embestidas y causando aún más intensos y fuertes gemidos de mi chica...

A fuego lentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora