Deseaba que estuviese bien, quería volver a ver sus ojos verdes tan claros, casi transparentes que me atravesaban el alma. Y también aclarar las cosas, mis últimas palabras no fueron muy amables, en absoluto. Le dije que no quería saber nada más de él...
Uf, no era cierto, por supuesto que no. Fue un estúpido arrebato causado por el hecho de que podría estar embarazada en este instante.
Embarazada... esa palabra me ponía la piel de gallina. ¿Cómo iba a tener un hijo cuando aún tenía tantas metas que cumplir en la vida? Pero por otro lado... Saeyoung, pensar en hacerle daño dolía como si me estuvieran echando vinagre en las heridas. Anhelaba que por una vez nuestra relación fuese normal, sencilla, sin complicaciones. Claro que yo no era el ejemplo perfecto de normalidad, por no hablar del pelirrojo.
Quería confesarle cuánto lo amaba, ser una pareja normal con sus peleas y reconciliaciones, pero algo dentro de mí me estaba gritando que eso nunca sucedería. Que lo nuestro siempre sería un subir y bajar de golpe, un te quiero y un te odio acto seguido, una montaña rusa de sentimientos. Así éramos juntos. Irracionables, apasionados, habíamos traspasado un límite de cordura y ya no había vuelta atrás.
Pensaba todo aquello mientras avanzábamos en nuestro camino, sin pista alguna del peliblanco. Era como si se lo hubiese tragado la tierra. Su hermano lo llamaba una y otra vez sin obtener respuesta, por ello decidimos volver adónde nos alojábamos y el de lentes trató de averiguar su localización a través del móvil. Estaba siendo una ardua tarea ya que Saeran se aseguró de que fuese inhackeable, incluso hasta para su gemelo.
¿Y si no lo volvíamos a ver? ¿y si el hijo de puta de su padre lo había secuestrado?
Tenía claro que terminaría con las manos manchadas de sangre en cuanto lo viese. No podría controlarme por mucho tiempo y más siendo consciente de que pudiese haberle hecho algo malo a su hijo.
Joder, me preocupaba demasiado aquel asunto, pero no más que a Saeyoung. Lo observé, mantenía la mirada fija en la pantalla como si estuviese hipnotizado. Sus dedos se movían con agilidad sobre las teclas y podía ver su frustración desde lejos, percibiendo el miedo en sus ojos.
Puse una mano sobre su hombro y me incliné examinando los códigos que estaba tecleando sin cesar.
—Me fascina tu método de trabajo —opiné— tus habilidades son pasmosas.
—No tanto como las de mi hermano, al parecer, ugh —soltó un soplido de frustración rascándose la cabeza.
—Eres tan bueno como él o más, estoy segura de que podrás hacerlo —intenté alentarlo.
—Yo no estoy tan seguro, no puedo dejar de pensar en que podría sucederle algo, ¿y si cuando vayamos ya es tarde? Debería olvidarme del móvil e ir directamente a mi padre, ¡tiene que haber sido él! —dio un golpe con el puño cerrado sobre la mesa.
—Entonces vámonos, le tengo ganas a ese hombre.
—¿Qué? no... tú no deberías acompañarme, no quiero exponerte aún más al peligro, aunque... tampoco quisiera dejarte sola.
—Saeyoung —enmarqué su rostro entre mis manos—, ¿no lo ves? Ya estoy metida hasta el fondo en este asunto. Tu padre quiere matarme, además si tiene a Saeran no podré contenerme en cuanto lo vea.
—Pero no quiero que te acerques a él —rogó poniendo sus manos sobre las mías—, ese tipo calla bocas matando y luego lo soluciona todo con dinero, incluso pagó a mi madre para que no abriese la boca con respecto a nosotros, todo para ocultar el hecho de que éramos sus hijos ilegítimos. Estoy seguro de que planea acallarnos ahora que nos ha localizado, es muy peligroso.
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Quiéreme [Parte I y Parte II]
FanfictionParte I (completa). Parte II (escribiendo). Te amo tanto que... mataría por ti. Yandere x Saeyoung (y otros.) Fanfic de Mystic Messenger. Puede contener spoilers. Contiene escenas violentas que pueden resultar perturbadoras, además de sexo explíci...