Ódiame. 17: Todo o nada

361 41 169
                                    

—Dime quienes fueron, los mataré —Saeyoung se dirigió furioso a la entrada, decidido a salir, pero lo detuve, poniéndome en medio de este y la puerta.

—Cálmate —le contestó su hermano—, estoy bien... más o menos.

—¡¿Has visto cómo te han dejado?! ¡quién fuera que lo hizo, debe pagarlo! —exclamó mirándolo y luego puso la vista en mí—, apártate de mi camino, Hana.

—No vas a solucionar nada así, de hecho te podrían hacer daño a ti también, ¡¿no lo ves?! —alcé la voz, aunque eso hizo que me doliese más la garganta.

—¡Me da igual! Y como quién haya planeado esto sea quién tú sabes, voy a...

—¿A qué te refieres, Saeyoung? —interrumpió el otro—, ¿quién mandaría esta advertencia?

El pelirrojo suspiró, observándome, y luego clavó los ojos en su hermano.

—Su presunto prometido.

El peliblanco alzó las cejas y me miró.

—¿Qué? ¿qué es eso de presunto? ¿y por qué lo haría? ¿sabe siquiera que estás en nuestra casa? ¿o... conoce nuestro pasado?

—No exactamente —interrumpió el de gafas—, en realidad, debí ser yo, debieron golpearme a mí —se llevó las manos a la cabeza y suspiró con pesar—, debí decirle desde el principio que tuve algo con Hana.

—Ey, no digas eso —me acerqué, acariciándole la mejilla—, no debieron pegar a nadie. Esto es mi culpa, no tendría que haber accedido a quedarme aquí —me aparté de Saeyoung—. Lo siento, Saeran.

El chico negó con la cabeza, acercándose.

—No te sientas mal, la persona que envió a pegarme es el verdadero culpable, además, prefiero que me peguen a mí a que te pongan un solo dedo encima —me besó las manos.

—Eres demasiado bueno.

—Lo es —Saeyoung me abrazó por detrás—, yo, en cambio, necesito venganza. Quiero romperle la cara a quién le hizo eso.

—Es mejor que no te involucres más —opiné—, ninguno de los dos debería. Siento que lo más adecuado es que coja mis cosas y me marche —me deshice de su agarre, yendo hacia la habitación, pero el hacker me sujetó del brazo.

—Espera, no pienso dejar que te vayas y menos sabiendo que es muy probable que alguien de tu entorno haya enviado esta amenaza en forma de golpes. Podrías salir perjudicada.

—Preocúpate más de tu hermano, necesita que le cures esas heridas —lo señalé y este clavó la vista en el suelo.

—Por supuesto que voy a curarlo, pero no permitiré que te vayas sabiendo que podrían hacerte daño. Con nosotros estarás a salvo.

—No se trata de mi seguridad, sino de la vuestra. ¿No te das cuenta?

—Os protegeré a ambos, pero no te vayas, por favor —me abrazó con fuerza, como si estuviese desesperado por retenerme allí.

—Y además estás enferma —agregó Saeran, aproximándose—, deja que te cuidemos, por lo menos hasta que te encuentres mejor.

Sus brazos me envolvieron desde atrás y sentí sus labios en mi mejilla. Ambos me abrazaban y respiré hondo.

—Chicos, os voy a contagiar y...

Antes de que pudiese decir más, Saeyoung me tomó de las mejillas, dándome un dulce beso en los labios.

—No me importa, ¿recuerdas?

—Eres imposible.

—Lo es —señaló su hermano y volteé un poco la cabeza para verlo.

Quiéreme [Parte I y Parte II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora