Saeyoung apretó los puños mirando a su padre. Supe bien lo que debía estar pensando. Ese hijo de puta había atado a Saeran como si se tratara de un perro.
—Suéltalo —ordenó el pelirrojo con firmeza.
—Veo que trajiste a la señorita Hana, no cumpliste con tu parte del trato.
—¡Dijiste que querías solucionar las cosas de manera pacífica! —elevó la voz—, ¡¿por qué lo ataste?!
—No podía arriesgarme a que hiciese algo comprometido con el ordenador, a que filtrase alguna noticia que pusiera en riesgo mi reputación. Quiero que trabajéis para mí, pero con ciertas restricciones y normas que antes debemos aclarar, por eso me gustaría que firmaseis un contrato de confidencialidad.
—¡Ya te dije lo que pensaba! ¡no vamos a trabajar para ti! Solo quiero que lo sueltes, nos iremos lejos y no nos volverás a ver.
El ministro se rió al escucharlo.
—¿De verdad piensas que voy a dejar que os marchéis cuando mi puesto en el gobierno está en juego? Por no hablar de la señorita con la que estás. Es muy linda, eso es innegable —clavó la vista en mí—, pero conozco muy bien sus intenciones, es un cabo suelto que no puedo dejar pasar.
—¡Ni hablar! —Se puso delante mía, colocando su brazo a modo de barrera—, no pienso dejar que te acerques a ella. Solo quiero que sueltes a mi hermano y nos iremos de aquí como si nada hubiese pasado.
En ese momento crucé miradas con Saeran. Ya no llevaba las pinzas en el pelo que le puse. Me hizo un gesto con la cabeza como si quisiese alertarme y me percaté de que un hombre se me acercaba por detrás. Le di una patada en la entrepierna sin darle tiempo a reaccionar y chilló de dolor. Pegó un grito cayendo al suelo y lo puse boca abajo, colocándome encima para atraparlo.
—Vaya, veo que es rápida —opinó el ministro.
—Dicen que el tiempo pone a cada uno en su lugar —contesté—, el de él sería On the ground, como diría Rosé. En cambio, para ti conozco un lugar más apropiado, por ejemplo, la sección de esquelas del periódico.
—Dios, qué sexy —el hacker se aclaró la garganta, rascándose la nuca—, ¡es decir! mejor déjame esto a mí, no pretendemos usar la violencia si no es necesaria, aunque claro, si fuese así podría servirme al fin el entrenamiento que recibí con la agencia.
—¿Podrías liberar a mi hombre? —me preguntó su progenitor—, no te hará nada, por el momento.
—Ah, bueno, me quedo más tranquila —respondí con una sonrisa burlona, sin apartarme.
—¿Por qué no hacemos un trato? —el tipo miró a Saeyoung—, si tanto te importa la señorita, accede a trabajar conmigo y la dejaremos en paz.
—¡Ja! ¿cómo se supone que puedo confiar en tu palabra? ¡estoy seguro de que en cuanto saliese de aquí, iríais a por ella!
—Deberás hacerlo, es tu única posibilidad de garantizar que todas las personas que amas no terminen heridas.
El de cabellos rojos bufó, mirando en mi dirección. Se lo estaba pensando. Lo vi en sus ojos, que eran como el reflejo del alma. Podía notarlo todo a través de ellos. Jamás dejaría que tomase tal decisión solo por salvarme, tenía otros planes, pero antes iba a asegurarme de que soltasen al peliblanco.
—No confíes en él, Saeyoung —intervino Saeran—, huid, ¡tenéis que iros de aquí!
—¡No pienso dejarte! —replicó su hermano—, ¡jamás lo haría!
—Entonces, únete —sugirió su padre—, la solución es simple.
—Saeran no se merece esto... —soltó aire—, ¿y si te propongo algo más?
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Quiéreme [Parte I y Parte II]
FanficParte I (completa). Parte II (escribiendo). Te amo tanto que... mataría por ti. Yandere x Saeyoung (y otros.) Fanfic de Mystic Messenger. Puede contener spoilers. Contiene escenas violentas que pueden resultar perturbadoras, además de sexo explíci...