"-¿Crees que algún día encuentre a ese alguien?-"
"-¿Alguien que te ame?-preguntó él sin esperar a que ella respondiera-Ya hay mucha gente que te ama-"
"-Pero alguien que de verdad lo haga, aún cuando pase por todo esto-"
"-Estoy seguro de que si-re...
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POV. ____
El sonido de alguien llamándome por teléfono interrumpió mis ocho horas de sueño. Traté de aclarar mi vista cuando me di cuenta que no estaba en mi habitación, si no en la habitación de Ricky, e inmediatamente recordé todo lo que había pasado la noche anterior.
Traté de levantarme para alcanzar mi teléfono que se encontraba en la mesita de noche, a lado de la cama, pero Ricky me tenía abrazada por la cintura, impidiéndome levantarme por completo.
—Ricky...¡Ricky! Despierta—traté de despertarlo, pero lo único que logré ganar fue un quejido de su parte, y que su agarre se hiciera aún más fuerte.
Preferí no luchar más para despertarlo, el chico tiene el sueño pesado. Me estire lo más que pude para tomar el teléfono, que aún se encontraba sonando, no entiendo como alguien puede ser tan insistente para llamar por teléfono, en mi caso solo llamaría una vez y si no contestan, simplemente les envío un mensaje de voz, así de simple.
—Buenos días, Carlos ¿Que es tan importante para que me despiertes en un sábado a las 7 de la madrugada?—.
"No tengo tiempo para tu sarcasmo, espera, ¿Acabas de levantarte dijiste?"
—¿Se me nota?—.
"Aveces me pregunto si en tus sueños también eres sarcástica" murmuro "Bueno, no es punto, tienes que venir a la escuela en... menos de 1 minuto, es de extremada urgencia"
—¿Pasa algo malo?—.
"No tengo tiempo para explicar, llama a Ricky, traté de llamarlo pero no me responde así que-"
—¿Con quien estás hablando?—balbuceo Ricky a lado de mi, aún con los ojos cerrados y voz soñolienta.
"¿Estas con Ricky?" pregunto Carlos desde el otro lado de la línea "¡¿PASASTE LA NOCHE CON ÉL?!—pregunto-grito haciendo que alejara en teléfono de mi oído unos segundos, y aunque no lo podía ver, sabía que tenía una sonrisa casi igual al gato de Alicia y el país de las maravillas en su rostro.
—No hay tiempo, después te cuento—dije en voz baja para que Ricky no lo escuchara—Te veo en 20 minutos—.
"¡No! Te necesito ahor-"colgué antes de que pudiera reclamarme algo respecto a mi tardanza.
—Ricky nos necesitan en la escuela—me levante y me coloque los zapatos, para poder llegar lo más rápido posible.
Vi que se había quedado otra vez dormido, así que le lance una almohada en la cabeza para que reaccionara.
—Ya... estoy despierto—al parecer funcionó—Cinco minutos más—dijo mientras me lanzaba la almohada de regreso, que logré esquivar.
