"-¿Crees que algún día encuentre a ese alguien?-"
"-¿Alguien que te ame?-preguntó él sin esperar a que ella respondiera-Ya hay mucha gente que te ama-"
"-Pero alguien que de verdad lo haga, aún cuando pase por todo esto-"
"-Estoy seguro de que si-re...
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POV.____
—¡____ ven a jugar!—llamo BigRed desde su asiento a lado de Ricky.
Después de la escuela, como en todos los años, decidimos venir a casa de BigRed a jugar videojuegos, así es, tal vez podríamos estar haciendo otra cosa para celebrar la llegada de el verano, podríamos ir al cine, o a Six Flags, o incluso al parque de Skate, pero no, estamos jugando videojuegos, no me molesta en absoluto, ha sido una tradición desde que somos amigos.
—¡Voy en un minuto!—dije mientras revisaba mi celular por décima vez en el día.
Y aunque me encantaría estar jugando videojuegos con mis amigos en estos momentos, mi interés esta metido en otro asunto por ahora.
Me recosté en la cama de BigRed mirando al techo mientras debatía conmigo misma sobre esta situación.
—¿Aún no ha llamado?—preguntó Ricky mientras se recostaba a mi lado con la mirada en el techo.
Tantos años de amistad con Ricky me hizo darme cuenta de que me conoce los suficiente para que en ocasiones sepa lo que estoy pensado.
—No, ya pasaron varias horas—.
Y así como es costumbre venir aquí a jugar videojuegos después del el verano, también es costumbre de todos los años pasar casi todo el verano en Nueva York con mi papá.
Es la misma rutina de siempre, termina la escuela, poco después de eso papá llama para confirmar mi vuelo y mi tiempo de estancia con él, después vamos a casa de BigRed y jugamos videojuegos, después vamos a mi casa, me ayudan a preparar mis maletas, pasamos en fin de semana juntos y el lunes por la mañana tomó mi vuelo.
La única diferencia de este año con los anteriores es que mi papá no ha llamado para confirmar ninguna de las cosas anteriores, y eso me impide hacer el resto de cosas.
—Tal vez esta ocupado en el trabajo—dijo Ricky en un intento de animarme.
—Tal vez—dije no muy convencida de eso, pues el trabajo de mi papá nunca ha sido algo que le impida comunicarse conmigo—¿Crees que sea una buena idea llamarlo yo?—.
El pareció pensar un momento en su respuesta—No creo que sea tan mala idea—.
Le di una sonrisa como agradecimiento y comencé a subir las escaleras para poder llamarlo sin interrupciones.
El teléfono sonó una, dos, tres veces hasta que contesto
"Hola ¿Quien habla?" se escuchaba agitado, como si estuviera ¿Corriendo?
—Hola papá, soy yo, ____— dije un poco confundida por su tono de voz—¿Esta todo bien ahí?—.
