"-¿Crees que algún día encuentre a ese alguien?-"
"-¿Alguien que te ame?-preguntó él sin esperar a que ella respondiera-Ya hay mucha gente que te ama-"
"-Pero alguien que de verdad lo haga, aún cuando pase por todo esto-"
"-Estoy seguro de que si-re...
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POV. ____
Espere un poco a que mi vista se aclarara después de que mi papá quitara sus manos de mis ojos.
En cuanto vi la "sorpresa" que tenían para mi, sentí una ola de varias emociones, ¿Ellos querían sorprenderme? Pues lo lograron, aunque no tal vez de la manera que esperaba. Enojo, tristeza, desilusión todo tipo de esas emociones mezcladas, a excepción de la alegría y entusiasmo que se supone que debería estar sintiendo.
Me quede viendo lo que estaba en medio de la sala con una mirada neutra en mi rostro, mientras que por dentro sentía como la cabeza estaba a punto de explotar.
—____, ella es Valerie, tu hermanita—dijo mi padre tomando a la bebe en sus brazos.
Y si pensaban, que escucharlo no podía ser peor que verlo, pues se equivocaron, pues escuchar esas palabras salir de la boca de mi padre provocaron un efecto aún más grande en mi.
—Si quieres puedes cargarla, solo te cuidado de no despertarla—dijo extendiéndome a su hija para que la tomara. Retrocedí unos pasos apartando la mirada, aún sin decir nada—¿_____?—.
Por supuesto que quería decir algo, pero no podía, estaba en shock, ¿Que se supone que debo decir? "Oh felicidades papá, te felicito por ser un mentiroso que me estuvo ocultando esta noticia por un año, te felicito de verdad, no cualquier padre se atreve a engañar de esa manera a su propia hija evitándola y mentirle respecto a su ausencia"
¿O qué tal?
"Felicidades papá, por tener a una hija tan idiota que confío ciegamente en ti como para creer que nunca habría secretos entre nosotros y aún así no tuviste la confianza de decirle algo tan importante"
—¿Tuviste una hija?—así es, en situaciones cómo está, hago preguntas estúpidas.
—Si... se llama Valerie, es tu herma—.
—¿Tuviste una hija y no pudiste decírmelo?—lo interrumpí de la manera más calmada que pude, tratando de contar hasta diez como me dijo Ricky.
—No encontrábamos el momento para decírtelo—defendió Melissa.
—¿Tantos medios de comunicación y no pudieron decírmelo por teléfono?—.
—No es correcto decir las noticias de esa manera—.
Solté una risa sarcástica—Oh entonces lo más lógico para ustedes fue ocultármelo hasta que naciera el bebé, para darme esta "linda sorpresa"—tal vez sea más conveniente contar hasta 20–¿Irónico no creen?—.
—Peque, no sabíamos cómo te lo tomarías—defendió mi padre tratando de mantener la calma.
—Te aseguró que mejor de lo que me los estoy tomando ahora—me di la vuelta dispuesta a salir de ahí.
