"-¿Crees que algún día encuentre a ese alguien?-"
"-¿Alguien que te ame?-preguntó él sin esperar a que ella respondiera-Ya hay mucha gente que te ama-"
"-Pero alguien que de verdad lo haga, aún cuando pase por todo esto-"
"-Estoy seguro de que si-re...
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POV ____
Después de mis lecciones en la academia, regresa a casa con la esperanza de aun encontrar a mi mamá antes de que saliera al trabajo.
—¡Estoy en casa mamá!— grite en cuanto atravesé la puerta.
No hubo ninguna respuesta, supongo que otra vez hará su turno nocturno en el hospital. Algunas veces, mamá trabaja por las noches en el hospital y la veo hasta el día siguiente lo que significa que me quedo sola en casa. Cuando era niña solía quedarme a dormir en casa de Ricky o en el sótano de BigRed, sus papás no tenían problema con que me quedara en su casa.
Pero ahora mi mamá dice que soy una persona más responsable, y que puedo quedarme sola en casa sin ningún problema.
Hablando de Ricky, lo llame varias veces y no me contesto en ninguna de mis llamadas o mensajes que le dejé, se que no debería preocuparme demasiado, tal vez esta por ahí patinando o algo, pero siempre me manda un mensaje a mi o a Big Red, diciendo que se encuentra bien, pero tampoco a Big Red la contesta los mensajes.
Suspire derrotada y comencé a subir las escaleras para poder tomar una ducha antes de hacer cualquier otra cosa, cuando termine de ducharme entre a mi habitación y comencé a buscar en mis apuntes para buscar si tenía alguna tarea pendiente, para mi mala suerte, si había algunas tareas a de álgebra, bueno, al menos esto mantendrá mi mente ocupada por un momento.
Después de casi una hora de tratar de terminar mi tarea de álgebra por fin había terminado, estaba a punto de cerrar mi libreta y guardar todas mi cosas para el día siguiente, cuando escuché que algo golpeó mi ventana, me acerqué lentamente y levanté la persiana para ver que era lo que golpeaba, o más bien quién.
—¿Ricky?— ahí estaba el, al borde de la ventana, haciendo su mayor esfuerzo para no caerse.
—Hola Julieta— saludo cómo si nada, después de que abriera la ventana por completo.
—¿Que estás haciendo aquí?—.
—¿Que? ¿No puedo venir a saludar a mi mejor amiga?— su tono burlón me hizo poner los ojos en blanco, me hice a un lado para que pudiera entrar por completo a mi habitación.
—Me refiero a ¿Que haces afuera de mi ventana?, pudiste haber usado la puerta—.
—Por favor— resopló —¿Que hay de divertido en eso?—.
Levante una ceja, incrédula de su respuesta tan poco responsable— Oh, claro, si muy divertido... Supongo que si te hubieras caído y roto una pierna no seguirías creyendo que fue muy divertido ¿O si?— pregunté sarcástica.
