Sopa de locura

77 25 16
                                    

Luego, Andréh me llevó a comer con sus pacientes y me presentó su edificio. No era genial, puesto que en el hospital sólo estaban los enfermos mentales, sin en cambio, lograba percibir plenamente que estaba con aquellos que entendían mi locura. No era limpio del todo, ni pacífico, pero sí mucho mejor que estar en aquel loquero tan terrible con los demás sociópatas. Andréh llamaba a la sala de estar, "la sopa de locura" ya que, había muchas variedades de enfermedades al momento en que salíamos a respirar. Mayormente de depresión, bipolaridad, trastornados disociativos, anoréxicas y uno que otro, muy especial con trastornos de la personalidad. En cambio, con Andrea solo era lidiar contra sociópatas exagerados como los esquizofrénicos, obsesivos compulsivos, parafílicos, drogadictos, disfuncionales sexuales, ansiosos mixtos y recalcados los trastornados de la personalidad, así como los amnésicos. No sé en qué lugar estaba yo.

—Bien, te presento a la sopa de locura. Aquí hay de todo: desde bobos hasta psicópatas. ¡Cuidado porque pueden engañarte!

Frase típica que le decía a cualquier confianzudo que no se daba cuenta de que el mayor mentiroso y manipulador estaba ante sus ojos y con una hermosa mirada y un cuerpo que sinceramente te quisieras saborear. Si te gustan las personalidades frenéticas y completamente inteligentes con una pizca de belleza física, sin duda alguna te enamorarías de ese hombre como todas nosotras. Sin excluir a las más bellas que parecían perras en celo tras de él.

—¿Aquí estaré mejor? ¿No me tocarán más?

—Ellos sí tienen prohibido tocar a los otros. Si eso pasa, la amenaza más fuerte y temida es visitar a Williams y quedarse para siempre hasta que ella así lo decida —me lanzó una mirada coqueta que inducía confianza y seguridad a cualquier pobre mendigo falto de amor, como yo—. Ven, vamos a comer algo. Hoy lo haré con ustedes —se posó frente a todos y engrandecido comenzó a hablar—. Bien jóvenes, hoy tenemos a una loca más. Os presento a Chiarola Bonfert. Una gran escritora.

Me presentó como si llevase años de conocerme, de haber leído todo lo escribía, de saber de mí hasta lo que yo misma no sabía, pues el que me nombraran de esa forma era lo que más debilitaba mis emociones: ya saben, como hacer anticipadamente que tus sueños se cumplieran; sin comenzar a serlo, simplemente jugando con tus ilusiones y tu ego al mayor rango.

Avancé muy nerviosa a su lado temiendo a que algún otro pudiese rechazarme haciéndose iguales a los demás. Tomó mi mano y la elevó, dijo: — ¡Sabéis que es la mejor escritora! Brindémosle un aplauso.

Cuando concluyó, unos chicos bobos aplaudieron como si hubiesen visto a la más famosa de todas, admirándome como una mujer extraordinaria y totalmente hermosa, los psicópatas dieron un aplauso sarcástico-egoísta y una chica esquizofrénica mencionó que ya sabía de mí, también lo hizo con el mismo rostro embelesado como el que tenía al apreciar a sus profesores del psicoanálisis. ¡Fascinante, sin más ni menos!

—Ally, te presento a Chia. Sólo estará con nosotros esta noche, ¿podrías hacerla sentir bien por mí? Por favor —llegábamos a la mesa de Ally, y Andréh le manejaba el pensamiento para que no entrara en conflicto conmigo pudiendo así tenernos tranquilas durante mi estadía allí.

—Claro, por usted haría todo —con tono dulcemente coqueto y encantador respondió la esquizofrénica y distinguida Alice Cofenetti.

—Bien, Ally, te agradecería demasiado —le dio un pequeño beso en la frentecilla que fijaría el trato a todo momento y se dirigió en busca de comida para mi excesiva hambruna.

—¡Con que Chia, eh! Yo ya sabía de ti. Sé que estás con "Andrevil" —jugó con sus dedos para hacer un ademan de tenebrosidad.

—¿Quién es Andrevil? Y, ¿cómo es eso de que sabías de mí? ¿Soy muy popular por aquí?

𝐃𝐞𝐥𝐢𝐜𝐭𝐢𝐯𝐚 𝗜 "𝑬𝒍 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝑫𝒆𝒍 𝑭𝒊𝒏𝒂𝒍"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora