Mis días en adelante volvieron a ser "fascinantemente" aburridos y aborrecidos. Andréh estaba de vacaciones en Boston a punto de tener que decidir si delatarme ante Williams para frenar su obsesión y salvar a su amada o callarse para poder ayudarme y no darme un final peor, pudiendo así ganar uno de los mejores casos dentro del hospital. Y, aunque ni yo misma me lo creía, el juego de Lexy me había dejado totalmente aún más inestable y con la autoestima nuevamente por debajo de los suelos. Es ahí cuando se revela...lo bien que alguien puede fingir un sentimiento tan puro sin maldad. Cómo es que hay gente más hijueputa que tú mismaque puede convertirlo en una de las peores armas que matan lentamente y con mucho dolor; es sorprendente lo efímera que suele ser la agraciada felicidad; supongo que quienes logran tener de ella más tiempo que nosotros, gozan de un verdadero privilegio.
Cientos de veces, inconscientemente me decía que todo estaba mal con mi relación, a pesar de lucir ser amada y adorada por ese maldito desgraciado, hijo de la gran puta; me cantaba una y otra vez: —If this is love I don't wanna be loved, If this is love I don't wanna be hanging by the neck before an audience of death.
Pero insensible a mis futuros lamentos me encantaba pensar o siquiera sentir que había una jodida esperanza de ser querida de verdad en algún muy recóndito lugar del mundo. Ilusiones de estúpida niña mema violada, lastimada... y aborrecida por los demás dentro de ese mismo mundo al que rogaba por poder perdonar para así tal vez finalmente vivir en paz los pocos muchos minutos de infelicidad que le faltaban.
Dentro de los que se detienen a pensar todo acerca de la asquerosa vida solo hay espacio para llorar por la crueldad y resentimiento al no mentirnos sobre la lastimosa realidad. La depresión ataca más que simplemente a las almas envueltas por la desolación en las noches de lluvia cuando es verdadera, otras veces solo es tristeza necesaria para superar el momento de algún increíble instante que solemos recordar demasiado por haber olvidado que nacemos nada más y nada menos que para morir... en nuestro caso, los recluidos en el hospital llevábamos toda una vida pudriéndonos mentalmente en un charco de agua contaminada por aquel cruel padecimiento. Al final creo que sí estaba meramente arrepentida de haber cometido excesivas estupideces en mi pasado, pero claro, cualquiera que echa una mirada hacia atrás y ve el destino tan miserable que ahora tiene desearía por lo mínimo darle un abrazo mentiroso a quien estaba a su lado... amándolo.
Y es cuando la soledad pasa de ser tu visita a tu mejor amiga, el momento en que te das cuenta de que aquel su pequeño corazón era suficiente para alivianar tu mísera vida y debiste valorarlo más en lugar de exigirte algo a lo que no podías aspirar siendo esto lo mismo que te llevó a tu perdición.
Es ese instante en el que descubres lo que es ser una verdadera cabrona hijueputa con el destino marcado por las navajas en tus muñecas desde tu nacimiento.
Justo ahí, cuando al espejo solo veo el reflejo de la fina sonrisa de la muerte en mi rostro...
—Dime rápido lo que tengas por decir. En seguida me toca sesión con tu noviecilla —le exigía Williams a Lexy.
—Ya no lo es por tu culpa.
—¡Ja! ¿Mi culpa? ¡Qué par de débiles imbéciles!
—Algún día, maldita desalmada, todo el dolor que nos estás causando se te será de vuelto y no habrá nadie que te quiera lo suficiente como para salvarte y arrojar su vida por la tuya porque el que tenías y lo hubiera hecho, lo dejaste ir por arrastrada y zorra.
De nuevo ella terminó por rematarlo con una fuertísima bofetada en su despreciable ser.
—¿Qué es lo que vas a hacer? ¿Me harás un intenso drama como a tus exnovias? Conmigo no se juega, despelotado y ni siquiera puedes amenazarme con la muerte porque es lo que más anhelo. Solo le harías un gran favor a mi falta de valentía y allí tienes de dos opciones; ayudarme arrebatándome la vida o dejarme viva y seguir sufriendo "por mi culpa" y así no hacer nada por mí.
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𝐃𝐞𝐥𝐢𝐜𝐭𝐢𝐯𝐚 𝗜 "𝑬𝒍 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝑫𝒆𝒍 𝑭𝒊𝒏𝒂𝒍"
Mystery / ThrillerEllos hicieron de mis últimos días unos tormentos: tormentos tan poderosos que acabaron con su vida misma. Se empeñaron en tratar de destruirme y verme derramar lágrimas por ellos, algo que consiguieron: lograron hacerme llorar por la desesperación...