Luego de un mes, en los altos y bajos de todos en el psiquiátrico... algo nuevo parecía asomarse como buen chisme. Por fin se rumoraba tanto entre doctores como en pacientes un romance taaaan esperado que a la vez era inexplicable. Los entendimientos, buenos humores y pláticas entre Andréh y Williams nos dejaban a todos sin entender lo que pasaba; si se trataba de un milagro o de estar viviendo en un mismísimo mundo paralelo, pero finalmente ambos se veían alegres disfrutando uno del otro. Y, por supuesto, desde el cambio radical que Andrea había realizado en sí, volvió a despertar el interés en todos como alguna vez lo hizo siendo joven. Sus cabellos rubios bien peinados, así como sus curvas altamente remarcadas por sus vestidos entallados y escotados de color azul, otras veces rojo, aunque mayormente de sus preferidos; el color negro que hacía casi imposible pasar desapercibida a su mirada que portaba los más hermosos ojos azules y a unos labios color carmín que deseaban ser besados con amor, además de con ellos inducir lujuria con una pasión que llevaba guardando hace miles de años. Y así como ella se dio un tremendo giro en la forma de ser y de vestir, Andréh también lo hizo, decidiendo ponerse aún más guapo y galante, incluso peinaba hasta su bigote. Ellos dos parecían estar empeñados en hacer algo por sí mismos, para darle otro rumbo a su vida y para demostrarle a los que no creían en su potencial que eran más que esa persona constantemente firme en el personaje de un libro. Poco después las confesiones entre ambos florecieron estando a solas porque era insensato continuar evadiendo e ignorando todos los sentimientos que eran más que evidentes. Conociendo casi perfectamente a la mujer que ahora le permitía estar a su lado decidió pedirle noviazgo en uno de sus restaurantes preferidos al cual la había invitado a cenar. Y luego de haberse desahogado mutuamente bajo la luz de luna finalmente esta desalmada mujer aceptó emparejarse con el hombre al que por mucho tiempo intentó salvar de sí misma.
Sinceramente se les veía lindos estando juntos; parecía ser un total sueño imposible de creer. Pero no todo es lindo ni dura para siempre, así que su noviazgo en no menos de 2 meses se fue al carajo. Andrea sí había cambiado radicalmente su comportamiento, aunque no con totalidad su forma de ser y, pese a lo más enamorado que estuviese su novio aquella acción que cometió no podría tener ni tuvo tolerancia por parte del médico que tanto la amó por mucho tiempo. Williams la cagó totalmente al no poder dejar a su sexo tranquilo y solo para uno... destruyó lo más lindo que pudo tener para componer su asquerosa vida.
Cierta tarde en un fin de semana, Andréh con flores entre sus manos vio a la mujer que quería haciendo con otro lo que no quiso hacer con él por "no estar preparada" para ignorar que, siendo su novio no la buscaría solo para tener sexo.
Resignado y anonadado, como buen caballero solo salió del lugar con su dignidad en mano. Destrozado regresó por las mismas escaleras que había subido lleno de euforia y alegría, además de que por primera vez en su vida dejó notar las inmensas lágrimas que por su rostro pálido y su cuerpo tembloroso bajaban.
Williams dejó tendido a su amante en su cama, mientras rápidamente cogía un poco de ropa para vestirse y correr tras Andréh, sin embargo, ya este con el alma partida no quería ni verla.
—Andréh, espera, escúchame, detente, por favor, te lo suplico...
—¿Para qué carajos me quieres? Ah, ¡para qué! ¿Para burlarte otra vez de mí?
—No, es que no sé siquiera cómo excusarme.
—Es que no la tienes, Andrea —sonrió sarcásticamente—. ¡No la putas tienes!
Él quería irse y no detenerse a reprocharle nada, pero ¡joder! Se había aguantado todas las puñeteras ganas de reventárselos a coñazos era lógico que el pobre, sin tener a quien recurrir, con la única con la que podría desahogarse era con ella misma. Con una media vuelta volvió para gritarle en la cara todas sus verdades.
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𝐃𝐞𝐥𝐢𝐜𝐭𝐢𝐯𝐚 𝗜 "𝑬𝒍 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝑫𝒆𝒍 𝑭𝒊𝒏𝒂𝒍"
Mystery / ThrillerEllos hicieron de mis últimos días unos tormentos: tormentos tan poderosos que acabaron con su vida misma. Se empeñaron en tratar de destruirme y verme derramar lágrimas por ellos, algo que consiguieron: lograron hacerme llorar por la desesperación...