𝐃𝐞𝐥𝐢𝐜𝐭𝐢𝐯𝐚 𝗜 "𝑬𝒍 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝑫𝒆𝒍 𝑭𝒊𝒏𝒂𝒍"

Teraphy

—Despierten, malditos flojos. Ya es hora. A la cancha, se les dará un informe.

Mientras nosotros semi-despiertos nos tocaba caminar e irnos, a las gemelas les esperaban sus primeras experiencias de la mano a Inés y entre la pija de Marcus. Amanecían regularmente sobre el suelo después de haber llorado a mares toda la noche. Llegaban a las reuniones luego de haber tomado un corto baño de agua fría que les helaba la piel fina como nunca en sus pesadas mansiones lo habían vivido.

Cuando daban los anuncios eran las únicas veces en que todos los enfermos estábamos reunidos como para recitar el himno nacional. Cada médico con más de 5 enfermeros y más de 10 pacientes; solo los del área de mayor experiencia como Andrea, Salomé, Forment y Andréh eran los que tenían más de 20 siendo nosotros los considerados "más peligrosos": algunos incluso salían con esposas sobre sus manos.

—Les tengo una buena y mala noticia a todos ustedes - comenzaba Ángel con su pequeño discurso para dar las noticias que anteriormente ya nos había dicho a nosotros—. Como sabrán el Hospital se caracteriza más que nada por sus altos costos y por la cantidad de sus numerosos empleados, así como de sus pacientes, es por ello que a partir del siguiente mes serán trasladados al Segundo Edificio que estuvo en remodelación desde que la mayoría de ustedes llegaron: tendrán mayor comodidad en sus habitaciones, habrá un aumento en horarios libres, podrán recibir visitas y si vemos que todo marcha a la perfección gozarán de recibir otras buenas noticias, pero así como hay beneficios también tendrán más horas de terapia...

Fue tan chistoso ese último momento en el que interrumpimos, fuimos exactamente como alumnos sabiendo que recibirían más extra-clases. Todos los asignados a Andrea y Salome comenzamos a quejarnos.

Continuaba ignorando nuestros quejidos.

—Además, luego de hacer el cambio de edificios se implementarán más las terapias grupales trabajando por semestres con los compañeros de ambos especialistas que les tocarán. Espero que con esto logremos que los resultados sean eficaces y haya más sanos que enfermos allá fuera. Es todo por el momento. ¡Vayan y disfruten su última estadía en este viejo edificio!

—Todos, formados de la misma en que llegaron, regresen a sus habitaciones, más tarde nos volveremos a reunir para exponer dudas y hacer sus respectivas aclaraciones.

—¡Joder! —expuse como primera rebelde en desacuerdo.

—¡Maldita sea, yo solo quiero dormir! —añadió una Dagger a medio bostezo cubriéndose el rostro con sus delgadas manos blancas.

Alexys no dejaba de examinarme indirectamente con solo descifrar y atribuirles un porqué a todas mis reacciones y comportamientos. Spejel fijaba mucho a Williams como si de ella estuviera encantada y Sebastián casi que se comía a ambas gemelas con la maldita mirada, estas mismas no perdían la oportunidad de acercársele o coquetearle, pero se sorprenderían al saber cómo demonios lo hacían, por eso era extraño que Anders no estuviera embobado de ellas como los demás.

Nos regresamos todos a las antiguas celdas abarrotadas felices y por otra parte fastidiados de saber que tendríamos más sesiones con Andrea; a las Dagger las golpeaba, a Fanía recién la iba a conocer, con los chicos era más privada y a mí no dejaba de culparme por cosas que ni había hecho...

¿Para qué carajos querría yo más torturas de aquellas?

¿Qué les hacía pensar que los demás también?

Pero, al fin y al cabo, nada podía evitar.

Inmediatamente tocamos suelos viejos nos citó al salón de reuniones para terminar las malas noticias.

—Os espero en el salón. No tardéis.

Todos entramos uno por uno al enorme salón lleno de sillas y sillones para esperar la llegada de Williams, de repente, en un cruce de miradas ocurrió algo muy asombroso.