La pelea

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Ya pasaron varias semanas desde el accidente, Harry está completamente bien, lo que tenía a todos más aliviados.

Ahora mismo me estoy dirigiendo a Defensa contra las Artes Oscuras, y adivinen qué, tuve otro sueño extraño, esta vez, no veía absolutamente nada, solo escuchaba a una mujer gritar cosas, no se muy bien qué, pero parecía estar pidiendo ayuda. Y la verdad que no estoy entendiendo mucho, tal vez luego les cuente a los chicos.

—¡Tu!— gritó una voz chillona que venía de el otro lado del pasillo, levanté la vista, y vi a una chica Ravenclaw viniendo hacia mi con paso firme —¡¿Como te atreves?!— ¿Me estaba hablando a mi?

—¿Me hablas a mi?— pregunté mirándola algo confundida.

—¡¿Ves a alguien mas en él pasillo?!— siguió gritando hasta quedar frente a mi —Te lo advierto, aléjate de MI novio, o las consecuencias van a ser muy graves— ¿Qué? ¿De que hablaba?

—No tengo idea de que hablas, y, si me disculpas, debo ir a clas-

—¡Sabes muy bien de que hablo, solo eres una zorra!— Te metiste con la persona equivocada, china estupida.

—¡¿Como mierda me llamaste?!— grité y puse mi varita en su cuello.

—¡Zorra! ¡Eso es lo que eres! ¡Te metes con los novios de las demás como si fueras la única chica en el mundo!

La furia recorrió mi cuerpo, solté mi varita y le di un puñetazo en el rostro ¿Como se atreve a llamarme así?

La chica juntó fuerzas y ahora ella dió un puñetazo en mi mejilla, mierda, sentí como la sangre salió volando de mi boca.

Sip, efectivamente eramos dos chicas peleando en el medio de un pasillo desierto, no tenía idea de por que me habló pero nadie tiene derecho a llamar así a alguien que ni siquiera conoce.

Los alumnos comenzaron a llegar y de pronto, estábamos rodeadas de gente que gritaba ¡Pelea, pelea! Hasta que sentí como un agarre en mi cintura me hacía alejarme de la chica.

—¡¿Que diablos crees que estás haciendo?!— gritó mi amigo rubio sacándome del círculo de personas que se había formado.

Sentía como la sangre corría por mi nariz, y por mi labio, la mejilla me sumbaba y tenía el ojo levemente hinchado.

—Y-yo... Draco... No...—sentí como los brazos de Draco amortiguaron mi caída.

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—¡¿En qué pensabas?! ¡¿Pelear a los golpes con una alumna en la mitad del pasillo?! No te creía capaz de estas cosas Aria— gritó mi padre, la cabeza me daba vueltas, estaba en la enfermería, acababa de despertar luego de desmayarme.

—Papá... la cabeza... me da vueltas... si me vas a gritar... hazlo bajito...— dije cubriéndome la cara con las manos.

—Esta bien, lo siento ¿Que pasó? ¿Por que hiciste tal cosa?— preguntó sentándose a mi lado.

—Esa chica, me dijo cosas horribles, ni siquiera entendí por qué— dije mirando mis manos, tenía los nudillos rojos.

—¿Como que cosas? ¿Quieres decirme?

—No ahora... ¿Puedes traer a Hermione?— la verdad es que estas últimas semanas, se ha vuelto como mi mejor amiga, junto con Harry, Ron y los gemelos, en cuanto a Draco y Pansy... no lo sé, Pansy ha estado muy distante desde que comenzó a salir con Blaise, y Draco ahora se junta con Crabb y Goyle, pero aún nos vemos a veces. Y luego está Cedric, a decir verdad, paso la mayor parte del tiempo con el...

—Claro... prométeme que jamás volverás a hacer eso, es por tu bien, hija— dijo, asentí y desapareció por la puerta de la enfermería,

Segundos después, tres cabezas cruzaron la puerta de la enfermería, Harry, Hermione y Ron.

—¡Nos diste un susto horrible, Aria!— dijo Hermione acercándose a la cama en la que me encontraba— ¿Que ocurrió?

—¿Quien era esa chica? Con la que tuve la pelea...— pregunté ignorado el cuestionamiento de Hermione.

—Cho Chang, es de cuarto año, Ravenclaw ¿Por qué?— respondió Harry, los tres lo miramos sorprendidos.

—¿Tiene alguna relación contigo?— le pregunté a Harry.

—¿Qu-que? N-no ¿Por que preguntas?— dijo sonrojándose como un tomate.

—Ella... me dijo que me alejara de su novio, y que era una zorra... no entiendo— dije bajando la cabeza.

—¡¿Dijo que eras una zorra?! ¡Ahora la mato yo!— gritó Ron parándose de la camilla.

—¡No, Ron!— dije tomándolo del brazo —ya tengo suficientes problemas como para meterlos en uno a ustedes.

—Aria...— murmuró Hermione, solté a Ron y dirigí mi mirada hacia la castaña —prométeme que no te vas a poner triste por lo que te voy a decir...

Yo solo la miré confundida.

—Cho...— decidió hablar al ver que yo no respondía —se dice que ella y Cedric... bueno... que ellos están saliendo... ya sabes... como pareja...

Sentí como las lágrimas comenzaban a surgir de mis ojos ¿Yo tan solo era una amiga para el?

—¿Por que diablos no me lo dijeron? Soy tan tonta...

—No eres tonta, eres todo lo contrario a eso...— dijo Harry abrazándome. Me separé bruscamente de el.

—¡Ustedes dos! ¡Sabían que sentía algo por Cedric y no fueron capaces de decírmelo!— grité mientras algunas lágrimas caían por mis mejillas.

—¡No te lo dijimos por que tan solo era un rumor! No queríamos herirte...— contestó Hermione.

—¿Soy la única de la escuela que no lo sabía verdad? Por eso Cho me enfrentó hoy ¡Dios! ¡Soy tan estupida!— me paré de la cama enfurecida — y yo pensando que podría tener algo con Cedric...

—Aria, cálmate...— dijo Harry.

—¡No! ¡No voy a calmarme! Ustedes dos... me mintieron, pude haber dejado de hacerme ideas en la caneza si ustedes me lo hubieran dicho...

—Aria... En verdad lo sentimos, no creímos que el rumor fuera cierto si Cedric pasaba tanto tiempo contigo...— dijo Hermione apenada.

Intenté calmarme, estaba alterada, pero ellos no tenían la culpa, solo intentaban ayudarme...

—Esta bien... lo siento— dije cruzándome de brazos.

—¿Estás bien?— dijo Ron acercándose a mi.

Solo asentí y sonreí falsamente.

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Segunda salida a Hogsmeade, no tenía ganas de ir, por lo que estaba con los gemelos, que tampoco quisieron ir, jugando en la nieve.

Con respecto a lo de Cedric... lo estoy evitando, no quiero verlo, ni mucho menos hablarle, me hice muchas ilusiones en mi cabeza cuando el estaba con alguien más ¿Me duele no hablarle? Claramente, necesito a mi castaño que me hace sentir bien siempre, pero estoy haciendo esto por mi bien.

—¿Vas a seguir con tu plan de evitar a Diggory?— preguntó George antes de que le lanzara una bola de nieve.

Asentí.

—Deberías hablarle, en clases se la pasa distraído y desconcentrado, le estas haciendo mal, enana— añadió Fred.

—¿Por que está así? Tiene una novia que no es una estupida y una estupida ya no lo esta molestando—contesté poniendo mis manos en mis bolsillos y dirigiéndome al castillo, los gemelos me siguieron.

—No digas eso, eres todo menos estupida , mas bien ella es la estupida— dijo George, le sonreí falsamente.

Luego de eso los gemelos se fueron, según ellos tenían algo importante que hacer, por lo que decidí ir a leer a la biblioteca, no había mas que hacer.

—¡Aria!— era él, mierda...

Te seguiré amando - Cedric DiggoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora