- Am... lo siento señor Ollivander- dije avergonzada luego de haber roto una ventana
Dejé la varita en el mostrador y el anciano la guardó rápidamente en su caja
-No te preocupes, pasa muy seguido- contestó Ollivander
-La próxima vez no apuntes a un vidrio ¿quieres?- dijo mi amigo rubio
-Li priximi viz ni apintis a in vidrio- respondí haciéndole la burla -Lo dices como si supiera usar una varita
-Aqui tienes otra, pruébala- dijo Ollivander dándome otra varita
La agité un poco y tire casi media estantería de varitas, bien hecho, Aria
Suspiré cansada ¿veintiocho varitas y aún nada? Tiene que ser una broma
-Ya vas a encontrar una- dijo mi amiga pelinegra dándome animos
-Bien, prueba esta- me dió la varita número veintinueve, funciona, funciona repetía en mi cabeza con esperanza de que fuera esta
Agité la varita y algo corrió por mi cuerpo, no puedo explicar que fue, pero se sintió raro, y cabe aclarar que no rompí ni tiré nada esta vez
-Oh... ya veo... veintiún centímetros... madera de abeto y... núcleo de pelo de unicornio... interesante- dijo Ollivander mientras observaba la varita
Le sonreí amablemente, le entregué el dinero y salimos de allí
-¿Ven? Ni siquiera comienzo las clases y ya hago desastres- les dije a mis amigos mientras caminábamos por el Callejón Diagon
-Esta bien... escoger la varita puede ser difícil a veces- respondió Draco -Claro que para mi no lo fué, pero los novatos suelen pasar por eso- bromeó
- Ja ja que chistoso
Seguimos caminando, ahora en busca de mis padres quienes nos acompañaban antes de irse a... ¿el Caldero Flameante?
-¡Chicos! ¡Por Merlín! ¡Les dijimos que no salieran de la tienda de Ollivander! ¡Casi nos matan del susto al ver que no estaban!- dijo mi madre un poco alarmada
-lo sentimos mamá, pero estamos bien, nada nos pasó- dije intentando calmarla
-Pero pudo, Aria, hay mucha gente desconocida por aqui- contestó esta vez mi padre
Dejamos la discusión para seguir caminando, hasta que levanté la vista, fui corriendo hacia un búho, puse mis dos manos en el vidrio de aquella tienda, apreciando al hermoso animal de pelaje blanco y brillante
-Con que atrapada por la belleza de los búhos ¿eh?- dijo Pansy a mi lado
-¡Vamos chicas! ¡Aún nos faltan los libros!- gritó Draco para que siguiéramos caminando
Lentamente separé mi vista del animal y fui tras mis amigos
-Y... Tres del monstruoso libro de los monstruos- le dijo Pansy al vendedor, el cual parecía tener ganas de llorar ante el pedido
Este se puso un par de guantes muy gruesos, tomó un bastón grande, y lo dirigió a la jaula de los libros monstruosos
-Bien... ¿Algo... mas?- dijo el vendedor casi sin aliento y con mordeduras
-No, muchas gracias- respondió mi padre pagándole mis libros, luego Draco y Pansy hicieron lo mismo con los suyos
-¿Libros que muerden?- pregunté confundida -¿Para qué querríamos libros que muerden
-Todo puede pasar en Hogwarts amiga- respondió mi amigo rubio pasando un brazo sobre mis hombros
Al final del día decidimos ir a la mansión Malfoy para hacer una pijamada
-¡Queridas! ¡Tanto tiempo sin verlas!- dijo Narcissa cuando llegamos a la mansión
Personalmente, adoro a Narcissa, o Cissy, como le digo de cariño, y además de ser algo así como mi tía de sangre, la quiero como otra madre
-Que agradable sorpresa...- dijo Luicius mirándonos a mi y a Pansy con cara de asco
Lucius es todo lo contrario a su esposa, es un ser odioso y despreciable, pero lo tolero solo por ser el padre de mi mejor amigo, si no lo fuera ya le hubiera arrancado las mechas
-Si como sea ¡Ya vengan!- gritó Draco tomándonos del brazo a mi y a Pansy
Llegamos a su habitación, y cansada, me tiré a su cama, la cual era particularmente enorme
-Oigan- dije sentándome -Quiero que me hablen sobre las personas de Hogwarts
-Bueno- dijo mi amiga peli negra sentándose a mi lado -Creo que sería prudente hablarle sobre Harry Potter, Draco -dijo mirando a mi
amigo rubio-Agh como sea, anda, háblale sobre el estupido niño que vivió- dijo Draco con desagrado
Y así comenzó una charla sobre cosas que debía saber.
Desde la muerte de los padres de Harry Potter, hasta el heredero de Slytherin y la Cámara Secreta.-Wow, espera espera- le dije a Pansy intentando entender todo lo que me había contado- ¿Me estas diciendo que un niño de doce años tuvo un encuentro con un Basilisco, pudo salvar a una niña, y sigue vivo?
-Claro, si tienes ayuda de un fénix y una espada dentro de un estupido sombrero claro que vas a sobrevivir- dijo el rubio irritado
-inténtalo tu si es tan fácil, Draco- respondí enojada
-Ya, no peleen, debemos contarte sobre los Slytherin, sin duda quedarás con nosotros
-Eso espero-respondí
ESTÁS LEYENDO
Te seguiré amando - Cedric Diggory
RomanceMiradas... Roces... Momentos juntos... ¿Todo eso podrá sobrevivir para siempre? Una divertida historia basada en los libros de Harry Potter, sobre una estudiante de Hogwarts quien hará amigos nuevos, tendrá sus romances y mucho drama.