Me pase prácticamente todas las vacaciones intentando controlar mi fuerza, me negaba a volver a Hogwarts siendo el nuevo Hulk.
Mejoré bastante, ya no tengo que mentalizar, solo debo tomar las cosas con cuidado.
No quería perder tiempo, estuve todo julio y parte de agosto trabajando en mi fuerza. Les conté a los chicos- a los gemelos, Harry, Hermione, Ron y Cedric- lo que me había sucedido, les dije que debía concentrarme en esto, y aunque quisiera no podría verlos durante el verano.
Los gemelos insistieron y terminaron convenciéndome de ir a el campeonato de Quidditch, y de quedarme algunos días en La Madriguera.
—No te preocupes por tu fuerza, Aria. Ya aprendiste a controlarla, solo procura tener cuidado, y disfruta ¿Está bien? No lo has hecho en todas las vacaciones...— dijo Remus sonreí y asentí.
Remus decidió que él mismo me llevaría a la casa de los Weasley, por medio de los polvos flu.
—Bien, iré yo primero para que veas como se hace— dijo, agarró un poco de los polvos, se metió dentro de la chimenea y gritó "¡La Madriguera!". Desapareció.
Mire a Tonks quien me miraba sonriendo.
—Diviértete mucho ¿Está bien? Envíame una carta siempre que puedas, y cuídate, mucho, voy a extrañarte pequeña— dijo abrazándome.
—Lo prometo, también voy a extrañarte— dije, me separé de ella y tome un poco de los polvos.
—¿Lista?— preguntó.
—Lista.
Respiré hondo y me metí dentro de la chimenea.
—¡La Madriguera!— exclamé. Comencé a dar vueltas, cada vez más rápido. Borrosas chimeneas pasaban ante mí a la velocidad de un rayo.
Me detuve y mi cuerpo se impulsó con fuerza fuera de la chimenea de los Weasley. Tenía los ojos cerrados. Justo antes de caer al suelo, alguien me agarró con fuerza. Abrí los ojos y vi que Remus era quien me agarraba.
—¿Estás bien?— preguntó, me solté de su agarre y asentí.
—Wow, que bonita casa— dije caminando hacia lo que parecía una cocina, de donde provenían unas voces.
—Lo se...
—¿Que ocurre?— le pregunté a Remus cuando vi a una señora hablando no muy animadamente con Fred y George, mientras otros tres pelirrojos miraban de lejos.
—No tengo idea, llegué hace unos minutos pero no quise preguntar— respondió.
—¡Remus!— exclamó el que al parecer era el señor Weasley.
La señora dejó de gritarles a los gemelos y los tres miraron hacia nosotros.
—¡Aria!— gritaron Fred y George a la vez. Corrieron hacia mí. Sonreí y los abracé despacio, cuidando no hacerles daño.
—Los extrañé demasiado— dije cuando me soltaron.
—También nosotros— dijeron a la vez.
—Es un gusto al fin conocerte, Aria— dijo el más mayor de los tres pelirrojos —Soy Arthur Weasley.
Era alto, delgado y tenía poco cabello de aquel que distinguía a los Weasley.
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Te seguiré amando - Cedric Diggory
RomanceMiradas... Roces... Momentos juntos... ¿Todo eso podrá sobrevivir para siempre? Una divertida historia basada en los libros de Harry Potter, sobre una estudiante de Hogwarts quien hará amigos nuevos, tendrá sus romances y mucho drama.