Te seguiré amando - Cedric Diggory

Partido de Quidditch

—Mas les vale ganar— les dije a los gemelos mientras desayunábamos, hoy era el partido de Quidditch de Gryffindor contra Hufflepuff —es el primer partido que veré y no creo que quieran defraudar a su Gryffindor favorita— bromeé.

—No te defraudaremos, enana, tenlo asegurado— contestó George.

—Aunque... el clima no parece querer ayudar...— dijo Fred mirando hacia el ventanal del comedor.

—Estoy segura de que lo harán bien, no se preocupen chicos— hablé dándoles animos.

Luego de terminar el desayuno, fui junto con Hermione y Ron a buscar asientos buenos para ver el partido, la lluvia y el viento si que estaban fuertes, pero eso no quitaba mi emoción por ver el partido.

Poco a poco, comenzaron a llegar los demás alumnos y profesores ¡Que emoción!

Entre la niebla y la lluvia, pude ver como en el campo, Oliver, el capitán del equipo de Gryffindor y Cedric, el de Hufflepuff, se daban las manos.

Los chicos montaron las escobas y segundos después, Madame Hooch dio un soplido a su silbato... comenzó el partido.

No veíamos mucho lo que sucedía, pude notar que Hermione y Ron estaban atentos en los movimientos de su amigo, el cual parecía no saber muy bien lo que pasaba.

Cincuenta puntos a favor de Gryffindor y los chicos comenzaron a descender, Hermione no lo pensó y se fue corriendo.

—¿Que crees que va a hacer?— le pregunté al pelirrojo, confundida.

—Tratándose de Hermione... nunca se sabe...— respondió.

—¿Deberíamos... seguirla?

—No tengo idea...

Minutos después las escobas volvieron a estar en el aire, y Hermione a nuestro lado.

—¿Que hiciste?— preguntó Ron, curioso.

—Les puse a los lentes de Harry un hechizo para repeler el agua— dijo la castaña mirando el partido atentamente.

Harry se movía en todas direcciones, al igual que Cedric, intentando encontrar la snitch.

Varios relámpagos brillaron, lo que hacía desconcentrar bastante a los chicos, pero no mas que a Harry, que parecía estar concentrado en un solo punto, de pronto comenzó a descender y Hermione ahogó un grito.

Bajé mi mirada y vi a mi castañ- espera ¿Mi? ¡Diablos, Aria! ¡Concéntrate!

Vi a Cedric atravesando el campo a toda velocidad, persiguiendo al parecer a la pequeña bolita dorada.

Harry se percató y rápidamente fue tras el.

De pronto, se oyó un estruendo, alguien había caido de su escoba.

—Cedric— susurré cuando no podía encontrarlo en el campo, no lo pensé y corrí hacia allí.

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—¡Harry!— gritó Fred. Estábamos en la enfermería, al final no fue Cedric quien cayó de su escoba, aunque no se que hubiera sido peor—¿Como te encuentras?

Se encontraba aquí todo el equipo de Quidditch de Gryffindor, y por supuesto Hermione, Ron y yo.

—¿Que pasó?— preguntó el azabache acomodándose en la cama.

—Te caíste— explicó George —debieron ser... ¿Cuantos? ¿Veinte metros?

—Creímos que te habías matado— dijo Alicia, y la verdad es que si, una caída asi... no la sobrevive cualquiera, pero claro, es Harry Potter.