Te seguiré amando - Cedric Diggory

Mis muertes

—¿Pasó algo entre ustedes?— preguntó Fred —ya no los vemos juntos y-

—Ellos tienen sus propios problemas, y al parecer están muy ocupados como para siquiera hablarme— respondí.

Había llegado julio, y cada vez hablaba menos con los chicos. Estaba segura de que estaban investigando algo que tuviera que ver con Crouch, y ya que ellos querían ocultármelo, decidí no meterme.

Harry y yo seguíamos ignorándonos mutuamente, y yo no pensaba hablarle si él no se disculpaba.

Me pasaba los días con los gemelos, Cedric y sobre todo con Draco. Aún no puedo creer todo lo que ha cambiado. Se ha alejado de sus amigotes, y me contó que ahora se junta con Zabini. Casi siempre nos juntamos en la biblioteca a estudiar para los exámenes.

Por otro lado, Cedric también pasaba bastante tiempo conmigo, me ayudaba mucho a estudiar ya que él no debía hacerlo.

La Tercera prueba está cada vez más cerca, y mis nervios por esta se vuelven cada vez más grandes. Tan solo con pensar en eso se me revuelve el estómago.

—Bueno— suspiró George —para eso estamos nosotros, por cierto, rompiste a Malfoy.

—¿Qué? ¿De que hablas?— pregunté.

—¡No lo hemos oído insultar a un solo alumno desde que volvieron a ser amigos!— exclamó Fred.

—Es... raro— añadió George.

—Lo sé, pero es mejor así...

• • •

—¡No!— exclamé.

Abrí los ojos. Estaba en la habitación. Había sido una pesadilla.

Acababa de visualizar como alguien intentaba ahogarme en un río que jamás había visto. Me empujaba hacia abajo, hasta que finalmente me quedé sin aire y... bueno, ya saben...

Miré a mi alrededor y vi a Hermione y Parvati, mirándome muy asustadas. Bajé mi mirada y noté que estaba totalmente sudada.

—¡Por Melrin, Aria! ¡¿Estás bien?!— exclamó Hermione alarmada.

Yo respiraba agitadamente, y las palabras no me salían.

—Te- tenemos que llevarla con Pomfrey— le dijo Parvati a Hermione.

Yo negué con la cabeza y removí mi cabello.

Las dos se miraron confundidas y yo me levanté de la cama.

Clavé mis uñas en mis palmas para calmar mis nervios, tomé mi bata y salí de la habitación.

Bajé a la sala común, la cual estaba totalmente vacía y salí de allí.

Fui rápidamente hacia el patio y me senté en una banca.

Miré hacia abajo y una pequeña lágrima se deslizó por mi mejilla.

Alguien quiere matarme.

Alguien va a matarme.

Y no estoy haciendo nada para evitarlo.

No puedo hacer nada.

Van a matarme.

Las lágrimas corrían por mis mejillas a mares, mientras yo seguía mirando mis pies.

Todo lo que había juntado los últimos días, finalmente estaba saliendo. Yo no lo decía, pero el no hablar con Harry me estaba afectando.

Ahora no podía pensar en otra cosa que no fueran mis sueños. Yo tenía claro que había alguien que me mataría tarde o temprano. Venía soñando mis muertes hacia un tiempo, y yo sabía que no eran sinples sueños. Eran demasiado reales, se sentían demasiado reales.

• • •

—¡Harry, ya basta!— escuché unos gritos cuando decidí volver a la sala común para prepararme para las clases, pasé por el agujero del retrato y vi a Hermione y a Harry —¡Es la tercera vez en la semana que se despierta a esta hora por sus pesadillas! ¡Ella te necesita, así que hazme el favor de dejar tu orgullo de lado y discúlpate con tu hermana!

Me quedé congelada en la puerta, mirándolos.

—¿Que ella qué? ¿E-esta teniendo más pesadillas?— preguntó Harry, desconcertado.

—Sí, Harry, ella nunca nos habla de ellas, pero estoy casi segura de que son iguales a la peimera...

Harry dirigió su miarada a mí y abrió un poco la boca cuando me vió.

Luego de unos segundos, corrió hacia mí y me rodeó con sus brazos. Yo me quedé parada sin mover un músculo, debido a que no me esperaba que hiciera eso.

—Lo siento— dijo sin soltarme aún —lo siento, de verdad, sé que estuvo mal que le contara tu sueño a los chicos, lo siento...

Yo por fin reaccioné y le devolví el abrazo, en forma de aceptación de su disculpa.

Nos separamos y Harry me sonrió tristemente.

—¿Estás bien?— preguntó Hermione.

Alguien va a matarme, pero tranquila, estoy totalmente bien.

Solo asentí y Hermione sonrió de la misma manera que Harry.

Luego de eso, nos alistamos y esperamos a Ron para bajar a desayunar. Necesitaba distraerme para sacar el sueño y la sensación de ahogamiento de mi mente.

• • •

Intenté dejarle claro a mi cerebro que había sido tan solo un sueño, una pesadilla como las demás. Pero algo en mí sabía que no eran solo sueños.

Cedric me había dicho que haría una pijamada con sus amigos esa noche, y me había invitado a asistir. Se veía bastante emocionado, por lo que acepté.

Ahora mismo me estoy dirigiendo a la sala común de Hufflepuff, mientras pienso en el hecho de que faltan cada vez menos días para la última prueba.

Cuando llegué a la entrada, Cedric me estaba esperando afuera.

—Hola linda— dijo antes de tomar mis mejillas y posar sus labios sobre los míos.

Luego nos adentramos en la sala, y subimos a su habitación, donde nos esperaban los otros cinco tejones, o más bien cuatro...

Ross y Bella se reían hablando sobre quien sabe que, Ares estaba sentado y sonrió cuando nos vió entrar, Marlena leía un libro y Jasper... él no estaba allí.

—¡Aria!— exclamó Bella separándose de Ross y corriendo hacia mí. Me rodeó en un abrazo cálido y yo correspondí, sonriendo.

—Bien, Bella, suficiente— dijo Cedric entre carcajadas mientras intentaba separar a la rubia de mí.

—Lo siento, pero esto es muy emocionante ¡Nuestra primera pijamada juntas!— dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Yo sonreí y Marlena soltó un bufido.

—Bien, pode- esperen ¿dónde está Jasper?— preguntó Cedric.

—Oh— dijo Ross levantándose del suelo —Debe estar por ahí con alguna chica, ya sabes como es, lo mejor será comenzar los juegos sin él.

Cedric asintió y nos indicó a todos que nos sentáramos en una ronda en el suelo.

La noche fue totalmente divertida. No tuve tiempo para pensar en mi sueño, hicimos tantas cosas que terminamos dormidos en el suelo, cansados.