Baño de los prefectos

27 1 0
                                    

—¿Por qué todas me miran así?— les pregunté a los chicos mientras desayunábamos.

Al entrar al Gran Comedor, lo primero que pude notar, fue como algunas chicas, en mayoría de Ravenclaw, me miraban con ganas de asesinarme.

—Bueno, las noticias corren rápido, hermanita— respondió Harry.

—¿A qué te...? Oh...

Claro ¿cómo no lo pensé antes? Obviamente esas chicas me miraban mal por mi relación con Cedric. A la mayoría las reconocía por verlas pidiéndole autógrafos cuando resultó campeón.

—Pues que me odien si quieren, con Cedric me siento bien, y no voy a dejar que ellas lo arruinan— afirmé.

—Así se habla— dijo Hermione sonriendo.

Sentí un toquecito en mi hombro, y rápidamente me volteé.

—Hola linda— dijo Cedric, inclinándose para dejar un pequeño beso en mis labios.

—Puaj, si esto va a ser así siempre, mejor me quito los ojos— dijo Ron con cara de asco.

Rodeé los ojos y Cedric me hizo una seña con la cabeza para que saliéramos de allí. Me levanté, el castaño tomó mi mano y salimos del comedor.

—¿Qué pasa?— pregunté despreocupadamente.

—Moody me dijo que debía meter el huevo en el agua para resolver el misterio— respondió.

—¿Qué? ¿Por qué Moody te lo diría?

—No lo sé, pero solo quería avisarte que esta noche iré al baño de los prefectos a probarlo, por si tu quieres acompañarme...

Lo miré algo alarmada. Sabía que el baño de los prefectos tenía una bañera que parecía más una piscina, y el que yo fuera, suponía que debía meterme con él... en traje de baño...

No es que no me guste mi cuerpo, pero nadie me había visto nunca en traje de baño. Sabía que Cedric no me juzgaría, pero aún así me daba un poco de pánico.

—Si no quieres está bien, no voy a obligarte, linda— dijo el castaño al ver mi cara.

—No, no... está bien, voy contigo— respondí sonriendo un poco.

—¿Segura?

—Sí, segura.

—Bien— dijo con una sonrisa —te veo está noche, pasaré por ti cuando todos se hayan dormido ya ¿está bien?

Asentí y el castaño posó sus labios en mi mejilla, dejando un delicado beso.

• • •

Al llegar la noche, les conté a Hermione y Parvati a donde iba, sabía que no tenía caso mentirle a la castaña.

—Aria, no estés nerviosa ¿bien? Eres preciosa, y sabes que a Cedric no te juzgaría por tu cuerpo— dijo Hermione.

—Lo sé, solo...— tomé una de mis camisetas holgadas y me la puse arriba del traje de baño.

—Bueno, has lo que quieras, pero no vuelvas muy tarde, mañana tenemos clase— interfirió Hermione.

—Sí, mamá— dije riendo. Me coloqué la túnica del uniforme sobre la ropa, me puse mis zapatillas, tomé mi varita y salí de allí, debía pedirle a Harry la capa de invisibilidad.

Salí de la habitación, y para mi suerte, Harry, Ron y Neville estaban sentados frente al fuego.

—Hola chicos— dije cuando me acerqué a ellos —Harry ¿puedes venir un momento?

Te seguiré amando - Cedric DiggoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora