Te seguiré amando - Cedric Diggory

La biblioteca

Algo raro está pasando.

Luego del increíble banquete de Halloween, nos dirigimos a la sala común ¿Adivinen que? Al parecer los cuadros también se avergüenzan.

Según Peeves, la Dama Gorda escapó por que no dejó entrar a Sirius Black y este se enojó, al parecer la dejó como un desastre.

¿Sirius Black en el castillo? Imposible. Mis padres solían decir que era el lugar más seguro, ya no se a quien creer.

Ahora mismo, estoy junto con todo Gryffindor, volviendo al Gran Comedor, no se que mierda se trama ese tal Sirius Black, pero espero que sea lo suficientemente relevante como para hacerme dormir en el suelo.

Llegamos al comedor y diez minutos después aparecieron los estudiantes de Ravenclaw, Hufflepuff y Slytherin, ¡Genial! ¡Pijamada de casas! No se crean, estoy siendo sarcástica.

Con un movimiento de varita, Dumbledore envió las mesas hacia las paredes del Gran Comedor, otro movimiento y ahora el suelo estaba cubierto de bolsas de dormir rojas, ja, ni se nota que Dumbledore es de Gryffindor.

Los profesores les dijeron algo a los prefectos, lo cual no pude escuchar, y se fueron.

—Aria ¿Que pasó? Todos dicen que algo le sucedió a el cuadro de Gryffindor— preguntó mi amiga peli negra viniendo hacia mi con Draco tras ella.

—Pue-

—¡Todos a las bolsas!— gritó Percy interrumpiendo mi explicación —¡Ahora mismo! ¡Apagaré las luces en diez minutos!— ya recordé por que ese chico me cae mal.

Mientras los tres tomábamos las bolsas y nos íbamos a un rincón, les expliqué lo que sucedió, me miraban atentos y con cara de preocupación.

—Yo... no lo sé, no le veo la forma en la que Black pudo haber entrado si el colegio es tan seguro como dicen— comenté.

—Tomando en cuenta de lo que sucedió los años anteriores, no lo dudaría tanto...— respondió Pansy.

—Lo sé, pero ¿Sirius Black? Un prisionero de Azkaban que seguramente ni sabe en qué día vivimos ¿Aqui? ¿Con tantas pers- ¡Espera! ¡Claro!— me miraron confundidos —¿No lo ven? La única noche que no estábamos en la torre...

—¡Aria!— gritó el Hufflepuff castaño viniendo hacia mi, Draco se percató y antes de que el castaño diera un paso mas, mi amigo ya lo tenía agarrado del cuello de su camisa.

—¡Draco, no!— corrí hacia ellos.

—¿¡Que está pasando aqui!?— preguntó Percy gruñendo.

Draco soltó a Cedric inmediatamente, este le dió una mirada desafiante y se paró a mi lado.

—Nada Percy, no pasó nada— dije mirando mal a Draco.

—Tengan claro que avisaré a Dumbledore sobre esto ¡Se acabó el show! ¡Todo el mundo a las bolsas!— dijo y se fue.

—Luego hablaré contigo— le dije a mi amigo rubio y me fui a un lugar un poco alejado con Cedric.

—¿Estas bien? ¿Draco te hizo algo? Lo siento... el suele reaccionar muy mal— conté un poco apenada.

—Tranquila— rió —Estoy bien ¿Tu lo estás?— preguntó, lo miré confundida —Se que ocurrió algo con Black en la torre de Gryffindor...

—Oh, s-si claro, cuando llegamos el desastre ya estaba hecho, asi que sí, estoy bien— reí y el castaño sonrió.

—Bien, debo volver con los demás prefectos, y creo que tu— dió un pequeño golpecito en mi nariz con su dedo índice —debes hablar con cierto rubio.