El banquete de bienvenida

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Y ahí estaba, en la puerta del castillo, viendo como algunos entraban, no sabía que hacer ¿Debía seguirlos? ¿Debía ir con los de primer año?

—¡Aria!— gritó una voz que conocía a la perfección, viniendo detrás de mi.

Me acerqué a Pansy

—Yo... Lo siento— dije —se que Draco es así, no debí reaccionar de esa forma...

—Esta bien, ya no importa— respondió la peli negra.

—¿Donde está Draco?— pregunté.

—Le dije que te alcanzaría, se fue con Crabb y Goyle— respondió.

—Esta bien ¿A donde se supone que debo ir?

—Con los de primer año, deben escogerte una casa— dijo Pansy.

—Bien, entonces, supongo que te veo en el comedor— dije despidiéndome de mi amiga.

Ella asintió y yo fuí tras los pequeños cuerpos de los de primer año, aunque si es por mi altura podría facilmente pasar desapercibida entre ellos.

La mujer anciana a la cual seguíamos yo y los pequeños, dijo lo que Draco y Pansy me habían dicho ya sobre las casas, que son cuatro, Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin, que los miembros de tu casa serían como tu familia ¡ah! Y lo de los puntos, podremos ganarlos, pero si rompemos las reglas los perderemos.

Luego de su discurso, las puertas del comedor se abrieron, ibamos pasando poco a poco, hasta que por fin logré ver bien todo, cuatro mesas largas, con los alumnos de los demas años ya sentados allí, y al fondo, algunas otras para los profesores.

Pude localizar a Pansy sentada junto a un chico moreno, en la mesa de Slytherin, por lo que le sonreí y esta me devolvió la sonrisa.

La anciana, ahora profesora McGonagall, comenzó a dictar los nombres de los de primer año, por lo que ellos iban y se sentaban en una banca, y esta ponía el Sombrero Seleccionador en sus cabecitas y decidía a que casa irían.

Estaba totalmente nerviosa, los pequeños pasaban, y todavía no decían mi nombre, lo que me ponía mas nerviosa.

Terminaron de pasar todos los de primer año, y ahí estaba, parada frente a la profesora esperando a que de una vez dijera mi nombre para poder ir a sentarme, odio ser el centro de atención, y en ese momento todas las miradas estaban clavadas en mi, sentía que en cualquier momento podría caer hacia el suelo por mis nervios.

—Aria Lupin— dijo la profesora McGonagall

Me estremecí y caminé hacia la banca, me senté y la anciana puso el sombrero en mi cabeza.

—Mmh, ya veo— habló el sombrero sobre mi cabeza —posees amabilidad, inteligencia, uh, lealtad, si... También puedo ver valentía ¡Oh! Odias darte por vencida... mmmh, difícil, pero creo que ya lo tengo... ¡Gryffindor!— gritó este.

No sabía como reaccionar, no estaba contenta con la decisión del sombrero, la profesora quitó el sombrero de mi cabeza y me dirigí a la mesa de Gryffindor, un poco confundida y desconforme.

Pero no era disconformidad por la casa, era por mis amigos, ellos odiaban a casi todas las personas de esta casa.

Y en el momento en el que me senté junto a los de primer año, me vino a la mente el sueño que había tenido noches atrás ¿Por que me había visto con el uniforme de Slytherin? Tal vez solo fue un sueño tonto, el cual decidí ignorar, y centrarme en el discurso que Dumbledore estaba por dar.

—¡Bienvenidos!— gritó el viejo con barbas blancas —tengo algunas cosas que decirles a todos.

Mi cerebro no quería concentrarse en lo que Dumbledore decía, lo único que llegué a escuchar del comienzo de su discurso fue algo sobre unos dementores, que estaban en el colegio por el incidente del tren.

—Para hablar de algo mas alegre— continuó Dumbledore —este año estoy encantado de darle la bienvenida a nuestro colegio a dos nuevos profesores, en primer lugar, el profesor Lupin, que amablemente accedió a enseñar Defensa Contra las Artes Oscuras.

Levanté la vista hacia donde estaban los profesores lo mas rápido que pude ¿Había oído mal o Dumbledore dijo profesor Lupin?

Lo vi, parado, un poco sonrojado, tenía unas pintas realmente feas, algunos alumnos aplaudieron, hubiera querido hacerlo pero me encontraba procesando todo lo que había pasado.

Mi padre como profesor ¿Por que no me lo había dicho? Seguramente quería sorprenderme, por lo que decidí no enojarme con el.

—Y por último— dijo el de barbas blancas — neustro nuevo profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas, Rubeus Hagrid.

No tenía ni la mas mínima idea de quien era, pero al parecer Harry Potter y los otros dos a los cuales todavía no podía identificar, estaban mas que felices por esto.

—Bien, creo que ya dije todo— siguió Dumbledore —¡Que comience el banquete!

Volteé la mirada hacia mi padre, lo mire y moviendo los labios le dije "¿Que estas haciendo?" Este entendió y solo me guiñó un ojo.

Volví a bajar mi miarda a la mesa y esta ya estaba repleta de comida.

De pronto sentí como dos personas se sentaban una a cada lado mío, aplastándome.

—¿Que creen que estan haciendo?— dije retorciéndome.

—¿No crees que estas muy grande para estar en primer año?— contestó uno de los chicos.

Los miré, eran gemelos, los dos con el mismo color de pelo rojizo.

—¿No creen que hay demasiado espacio en la mesa como para que vengan a aplastarme?— dije incómoda.

—¿Que piensas Fred?— preguntó un gemelo al otro.

—Me agrada— contestó el otro.

—¡Oigan! ¡Déjenme comer!— les dijo a los gemelos la voz chillona de una niña de primero, quien antes estaba sentada a mi lado.

—Bien, te vemos luego chica grande de primero— dijo uno de los gemelos, y se fueron a su lugar de antes.

No tenía idea de quienes eran, ni de por que se acercaron a mi, solo se que todos los pequeños de primer año me miraban raro ¿Por que era? ¿Por ser la hija del nuevo profesor? No, eso no lo sabían, que tengamos el mismo apellido no quiere decir que sea mi padre ¿Por ser mas grande que ellos? No tenia idea.

Luego de cenar todos seguimos a nuestros respectivos prefectos hasta las salas comunes.

—¡Permiso! ¡Déjenme pasar!— gritó el prefecto pelirrojo de Gryffindor cuando estábamos frente al cuadro de entrada a la sala.

Este dijo la contraseña y entramos.

—Parvati me dijo que hicieron un cambio en la habitación, ojalá que sea alguien mas agradable que Lavender— dijo la castaña amiga de Harry Potter a el y a el pelirrojo que le gritó hoy a Draco.

Me dirigí a mi habitación asignada y para mi sorpresa me encontré a la castaña en el camino.

—Oh ¿Tu eres la que enfrentó hoy a Malfoy, no es así?— me preguntó la castaña.

—Em, si, soy yo— contesté mientras me paraba frente a la puerta de mi habitación asignada, al igual que la castaña.

—Espera ¿No se supone que eres de primer año? Esta es mi habitación.

—En realidad no, voy a comenzar en tercer año— sonreí de lado.

—Oh, ¡Es fantástico! Ven, entremos.

Entramos en la habitación, habían tres camas, una para mi, otra para la castaña, y otra para supongo que la chica que estaba ya sentada en ella.

—Tu eres la nueva ¿Aria?— dijo la azabache.

—asi es ¿Y ustedes son?

—Hermione Granger— contestó la castaña.

—Parvati Patil— agregó la azabache.

Estuvimos un largo rato hablando, me presenté con ellas, les conté un poco sobre mi, ellas me agradaron mucho, me integraron muy fácil, lo cual no creí que pasaría.

Te seguiré amando - Cedric DiggoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora