El Boggart

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Al dia siguiente llegamos al salón de Defensa contra las Artes Oscuras, en la cual mi padre era profesor.

El no estaba ahí cuando llegamos, lo que hizo aumentar mis nervios.

Todos nos sentamos, sacamos los libros y las plumas, yo hablaba con Pansy quien estaba a mi lado, sobre la clase de pociones que anteriormente habíamos tenido.

Mi padre entró y puso su maletín en la mesa, se veía muy desaliñado, pero no le di importancia.

—Buenas tardes —saludó mi padre —¿Podrían, por favor, meter los libros en las mochilas? La lección de hoy será práctica, solo necesitarán sus varitas.

Todos le dieron una mirada de confusión, yo miré a Pansy y esta me susurró que nunca habían tenido una clase práctica de Defensa contra las Artes Oscuras.

—Bien— dijo mi padre cuando todos estuvieron listos —Síganme...

Todos nos pusimos de pie y lo seguimos. Este nos condujo por un pasillo desierto, luego por otro hasta llegar a la sala de profesores.

—Entren, por favor— abrió la puerta y todos nos adentramos en la sala de profesores, una habitación larga, llena de sillas viejas.

—Bien, veamos ahora— dijo mi padre señalando hacia el fondo de la clase, donde no había mas que un viejo armario.

—No hay de que preocuparse— dijo cuando algunos se echaron hacia atrás, alarmados —Hay un boggart ahí adentro.

—A los boggarts les guatan los lugares oscuros y cerrados— prosiguió —los roperos, los huecos debajo de las camas. Este vino aqui ayer por la tarde, y le pregunté al director si lo podía dejar donde estaba para utilizarlo hoy en la clase. La primera pregunta que debemos hacernos es: ¿Que es un boggart?

Hermione alzó la mano.

—Es un ser que cambia de forma— dijo —Puede tomar la apariencia de aquello que mas miedo nos da.

—Yo no lo podría haber explicado mejor— admitió mi padre, y la castaña se puso radiante de felicidad.

—El boggart esta ahí adentro, aun no ha adoptado una forma. Nadie sabe que forma tiene un boggart cuando esta solo, pero cuando lo dejemos salir, se convertirá de inmediato en lo que mas temamos— dijo mi padre —esto significa que ya antes de empezar tenemos una enorme ventaja sobre el boggart ¿Sabes por qué, Harry?

—¿Por que somos muchos y no sabe por qué forma decidirse?

—Exacto— dijo mi padre —El hechizo para vencer a un boggart es sencillo, pero requiere fuerza mental. Lo que tienen que hacer es obligarlo a que adopte una forma que ustedes encuentren cómica. Practicaremos el hechizo primero sin la varita. Repitan conmigo: ¡Riddikulus!

—¡Riddikulus!— dijimos todos a la vez

—Bien— dijo mi padre —pero me temo que eso es lo mas facil, la palabra sola no basta, y ahí es donde entras tu, Neville.

Luego de unos minutos, el boggart con forma de Snape se encontraba saliendo del armario, se iba acercando lentamente a Neville, quien retrocedía sin decir ni una palabra. Snape se acercaba mas, ya estaba a punto de atraparlo por la túnica...

!Ri... Riddikulus!— tartamudeó Neville.

Se oyó un chasquido como de látigo. Snape llevaba un vestido largo ribeteado de encaje y un sombrero alto con un buitre apolillado. De su mano colgaba una enorme cartera roja.

Y pasaron un montón de alumnos mas, hasta que...

—¡Aria!— gritó mi padre.

Mierda.

Me estremecí ¿Que me daba miedo? En lo único que podía pensar era en la muerte, pero no específicamente en la mía, si no en la de las personas que amo.

Caminé hacia mi padre quien me miraba sonriendo.

—No se que es lo que me da miedo, papá— le susurré.

—Aria, has tenido pesadillas con... bueno... ya sabes.

Así era, me pasa muy seguido tener pesadillas con muertes, y el lo sabía muy bien.

Suspiré.

—Ey, esta bien linda, estoy aqui, recuerda, es solo un boggart, no es real— susurró dándome animos.

Me armé de valor y el armario comenzó a abrirse.

Vi a Draco, quien tenía una cara aterrada, segundos después lo vi tirado en el suelo, cubierto de sangre.

Las palabras no salían de mi boca, estaba inmóvil.

De pronto se transformó en Pansy, luego en mi padre, en mi madre y de nuevo en Draco.

Sentí como las lágrimas caían por mis mejillas.

No podía hablar, aunque quisiera, las palabras no salían.

Mi varita se deslizó de mi mano hasta caer en el piso y sentí como mi cuerpo caía lentamente.

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—Ella... suele desmayarse con facilidad, no debí arriesgarla de esa forma...— Era la voz de mi padre, se escuchaba lejos.

—Esta bien Remus, no sabíamos que le afectaría de tal forma— esta vez McGonagall habló.

Abrí mis ojos lentamente y pude ver a Draco y Pansy a un lado de al parecer una camilla, alejados pude ver al trío y a los gemelos, a mi padre, McGonagall y Pomfrey. Estaba en la enfermería.

—¡Aria!— todos corrieron hacia la camilla al escuchar el grito de mi amigo rubio.

—Gracias al cielo estas bien— dijo mi padre poniéndose del otro lado— ¿Como te sientes?

—Bi...Bien— dije acomodándome en la camilla —¿Que fue lo qué pasó?

—Te quedaste inmóvil viendo al boggart y te terminaste desmayando— respondió Hermione quien estaba en los pies de la camilla junto a Ron, Harry y los gemelos.

—Bien, debo ver si se encuentra estable ¡Afuera todos!— gritó Pomfrey y todos menos McGonagall y mi padre salieron.

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—Bien, nada grave, pero debes pasar la noche aqui, para asegurarnos de que no te pase de vuelta— dijo Pomfrey.

—¿Fue tan grave?— pregunté —no recuerdo nada después de ver al boggart.

—Pues, si tu padre no te hubiera atrapado, hubiera sido peor, te hubieras golpeado muy duro la cabeza— añadió Pomfrey.

Yo solo asentí

—Bien, te dejaremos descansar hija— dijo mi padre— ten, te hará mejor —dijo dándome un trozo de chocolate.

Luego de eso los tres salieron de la enfermería dejándome sola, con las demas camillas.






¡Hola! Me gustaría saber si la historia les está gustando, y que me den algunas ideas, tal vez pueda usarlas en capítulos siguientes.

Los quieroooo <3

Jose.

Te seguiré amando - Cedric DiggoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora