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Capítulo 7: ¡EL CAMPAMENTO MÁS GENIAL DE TODOS!

Persephone.

Me levante de golpe, llevándome la cabeza de alguien en el paso.

— Auch!! — gritó el desconocido.

— Que mierda? .... — pregunte al aire, mientras veia el lugar en donde me encontraba.

Dos cosas: Estoy en la enfermeria y al que golpee fue al idiota de Luke Castellan.

Sentí que alguien pasaba la mano delante de mi cara e institivamente le lance un puñetaso.

— Auch!!!, tienes demasiada fuerza...casi me golpeas...por segunda vez — Dijo el ''deconocido''.

Le volteé a ver y Luke se me quedó mirando como bobo; literal con boca abierta y todo, lo ultimo que le falta era el balde con baba; no sabia si me veia asi porque me habia babeado la mejilla o si mi cara se vea mas desastrosa de lo que era.

Muy bien Martha, di algo.

— Quien eres? — pregunté desconfiada.

Al parecer reaccionó no al escuchar mis voz aunque primero boqueo como pez antes de hablar.

— C...Cierto, Soy Luke Castellan pero tu me puedes decir futuro novio.

Alcé una ceja, preguntandome del porque la ultima frase, aunque lo decidí ignorar.

— Un gusto... creo — susurre lo último— Me llamo Sephie Jackson.

Luke se me quedó mirando tan intensamente que me empezó a incomodar, el chaval iba a hablar pero el sonido de la puerta le interrumpieron.

— ¡Grover! — me levante para ir con el pero volví a caer por el agotamiento.

Grover, que antes no estaba en la habitación, tenia el aspecto de no haber dormido en una semana. Debajo del brazo llevaba una caja de zapato. Vestía vaqueros, zapatillas altas Converse y una camiseta naranja con la leyenda, me ayudo a levantarme.

— Me has salvado la vida — dijo Grover — Y yo... bueno, lo mínimo que podía hacer era... volver a la colina y recoger esto. Pensé que querrías conservarlo.

Luke al parecer se habia ido silenciosamente porque ya no se encontraba en la habitación

Dejó la caja de zapatos en mi regazo con gran reverencia. Contenía un cuerno de toro blanquinegro, que parecía haber sido rastrillado, donde se había partido. No había sido una pesadilla.

Me pregunté en que momento se rompio el cuerno, por lo que recuerdo use una rama de algun arbol el cual tenia filo, iba a preguntar porque me daba el cuerno sino lo habia usado, pero me metieron una pajita en la boca y Grover me la hizo tomar.

Su sabor me sorprendió, porque esperaba zumo de manzana o cualquier otro pero no lo era. Sabíaa galletas con trocitos de chocolate, galletas líquidas. Y no cualquier galleta, si nolas que mi madre preparaba en casa, con sabor a vainilla y calientes, con los trocitos de chocolate derritiéndose. Al bebérmelo, sentí un calor intenso y una recarga de energía en todo el cuerpo. No desapareció la pena, pero me sentí como si mi primera madre que tuve acabara de acariciarme la mejilla y darme una galleta como hacía cuando era pequeña, como si acabara de decirme que todo iba a salir bien. Antes de darme cuenta había vaciado el vaso. Lo miré fijamente, convencida de que había tomado una bebida caliente, pero los cubitos de hielo ni siquiera sehabían derretido.