𝐏𝐑𝐈𝐌𝐄𝐑 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐒𝐀𝐆𝐀 "𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐘"
❝ 𝑵𝒐𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈 𝒊𝒔 𝒇𝒐𝒓𝒆𝒗𝒆𝒓 ❞
En donde Martha, una chica mexicana, fan de percy Jackson; muere y reencarna en su saga preferida como 𝗣𝗘𝗥𝗦𝗘𝗣𝗛𝗢𝗡𝗘 𝗝𝗔𝗖𝗞𝗦𝗢𝗡
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Sephie:
El autobús arrancó y nos encaminamos por las calles de Manhattan, relucientes a causa de la lluvia.
—Crei que tardarían más en regenerarse —dije con voz neutra, a causa de los nervios.
—Dije que si tenías suerte.—repuso Annabeth, preocupada—. Evidentemente, no la tienes.
—Las tres.—sollozó Grover—. Di immortales!
—No pasa nada.—dijo Annabeth, esforzándose por mantener la calma—.Las Furias. Los tres peores monstruos del inframundo. Ningún problema. Escaparemos por las ventanillas.
—No se abren.—musitó Grover.
—¿Hay puerta de emergencia?
—No.
QUIEN RAYOS NO LE PONE UNA PUERTA DE EMERGENCIA A UN BUS!
La unica manera de salir era peleando con las furias, lo cual me desagradaba un poco porque veria a la fea de Alecto.
ugh.
Llegamos al túnel Lincoln, y el autobús se quedó a oscuras salvo por las bombillitas del pasillo. Sin el repiqueteo de la lluvia contra el techo, el silencio era espeluznante.
Alecto se levantó. Como si lo hubiera ensayado, anunció en voz alta:
—Tengo que ir al baño.
—Y yo.—añadió la segunda furia.
—Y yo.—repitió la tercera.
Yo solo pude mirarlas incrédula.
La voz de Annabeth me trajo a la realidad.
—Sephie, ponte mi gorra. Te buscan a ti, va a volverte invisible, déjalas pasar e intenta llegar adelante para escapar.
—No puedo dejarlos.
Esta bien que tenga un poco de miedo, pero no soy una bestia para dejarles.
—No te preocupes por nosotros.—insistió Grover—. ¡Ve!
Me temblaban las manos, agarre el gorro y me lo puse.
Cuando miré hacia abajo, mi cuerpo ya no estaba. Empecé a avanzar poco apoco por el pasillo. Conseguí adelantar diez filas y me escondí en un asiento vacío justo cuando pasaban las Furias.
La señora Dodds se detuvo, olisqueó y se quedó mirándome fijamente. Trataba de regular mi respiración agitada por los nervios. Al parecer no vio ni escucho nada, pues las tres siguieron avanzando.
«¡Por la varita de dumbledore!» pensé nerviosa.
Continué hasta la parte delantera del autobús. Ya casi salíamos del túnel Lincoln. Estaba a punto de apretar el botón de parada de emergencia cuando oí unos aullidos espeluznantes en la última fila.
Las ancianas ya no eran ancianas. Sus rostros seguían siendo los mismos —supongo que no podían volverse más feas—, pero a partir del cuello habían encogido hasta transformarse en cuerpos de arpía marrones y coriáceos, con alas de murciélago y manos y pies como garras de gárgola, además que sus bolsos se habían convertido en fieros látigos.
Súper casual.
—¿Dónde está? ¿Dónde? —silbaban entre dientes.
—¡No está aquí!.—gritó Annabeth—. ¡Se ha ido!
Las Furias levantaron los látigos.
Annabeth sacó el cuchillo de bronce. Grover agarró una lata de su mochila y se dispuso a lanzarla.
Entonces hice algo tan estupido, que si dieran Oscars por eso, yo ganaria tres.
El conductor del autobús estaba distraído, intentando ver qué pasaba por el retrovisor. Aún invisible, le arrebaté el volante y lo giré abruptamente hacia la izquierda. Todo el mundo aulló al ser lanzado hacia la derecha, y yo oí lo que esperaba fuera el sonido de tres Furias aplastándose contra las ventanas.
—¡Eh, eh! ¿Qué dem...? —gritó el conductor—. ¡Uaaaah!
Forcejeamos por el volante y el autobús rozó la pared del túnel, chirriando, rechinando y lanzando chispas alrededor. Salimos del túnel Lincoln a toda velocidad y volvimos a la tormenta, hombres y monstruos dando tumbos dentro del autobús, mientras los coches eran apartados o derribados como si fueran bolos.
Apreté el freno y el bus paro de golpe. Pero hubo un giro repentino hacia la izquiera, aunque logre agarrarme del asiento ante de irme al suelo.
Me quite la gorra y fui rápido hacia Annabeth y Grover. Destape a Anaklusmos y me puse en poscición de ataque.
Tome desprevenida a una Furia y le enterre mi espada en el estomago. Se hizo polvo dejano un olor asqueroso.
«Eso es lo de menos en este momento.» Me recordé.
Grover agarro el latigo de la furia muerta y, gritando ''quema, quema'' enredo a Dodds con el, haciéndole imposible de liberarse.
Intentó levantarse, pero no tenía espacio para batir sus alas de murciélago, así que volvió a caerse.
—¡Zeus te destruirá!.—prometió—. ¡Tu alma será de Hades!
—Braceas meas vescimini! —le grité. No estoy muy segura de dónde salió el latín. Creo que significaba « Y un cuerno» .
Un trueno sacudió el autobús. Se me erizó el vello de la nuca.
—¡Salgan!.—ordenó Annabeth—. ¡Ahora!
Salimos corriendo, sentía mi mochila moverse en mi espalda.
Las ventanas del autobús explotaron y los pasajeros corrieron despavoridos. El rayo dejó un gran agujero en el techo, pero un aullido enfurecido desde el interior me indicó que la señora Dodds aún no estaba muerta.
—¡Corred! —exclamó Annabeth—. ¡Está pidiendo refuerzos! ¡Tenemos que largarnos de aquí!
Nos internamos en el bosque bajo un diluvio, con el autobús en llamas a nuestra espalda y nada más que oscuridad ante nosotros.
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HEY, HEY, HEY!
Bueeeno..., hay cuatro candidatos para que sean la pareja de Sephie. Ella no se le va a poner fácil a ninguno de los cuatro pero quiero que eligan:
Nico.
Ares.(No hay muchos fanfics con el de pareja de Percy, más bien uno que otro.)