𝐏𝐑𝐈𝐌𝐄𝐑 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐒𝐀𝐆𝐀 "𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐘"
❝ 𝑵𝒐𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈 𝒊𝒔 𝒇𝒐𝒓𝒆𝒗𝒆𝒓 ❞
En donde Martha, una chica mexicana, fan de percy Jackson; muere y reencarna en su saga preferida como 𝗣𝗘𝗥𝗦𝗘𝗣𝗛𝗢𝗡𝗘 𝗝𝗔𝗖𝗞𝗦𝗢𝗡
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
Adhara:
— ¡Martha, localiza la parte débil de los dinosaurios estos! — grite, mientras corria y disparaba en las patas de los toros.
—"Entendido"
— Oh, dioses — dijo Annabeth, llegando a mi lado y observando la batalla, que proseguía con furia en la colina.
Una voz conocida gritó:
— ¡Patrulla de frontera, a mí! — la pelo de rapunzel, llegó con toda la actitud del mundo...
— Es Clarisse — dijo Annabeth —. Venga, tenemos que ayudarla.
— Bien rubia, yo me voy con la morena y tu te vas a tomar lehce o lo que sea — dije, mientras convertia mi boligrafo en espada.
Ella me miró con mala cara pero me hizo caso.
Me fije que Tyson no habia podido entrar y me miraba asustado.
— ¡Tyson, quedate alli hasta que te necesite porfavor!
— ¡Tyson obedecer a Sephie! — me gritó devuelta.
Solté un suspiró.
—"Señorita, estas son maquinas hechas por Hefesto, si transpaza el cuerpo con su espada o algo filudo u largo se va apoder destruir"—me empezo a decir mi "hija"—"También puede mandarle una corriente de agua"
— Copiado — dije, para después ir corriendo donde Clarisse.
•┈┈┈•••┈┈┈••✦○✦••┈┈┈••┈┈┈••
— Hola La Rue — le salude, ni bien llegue a su lado.
— AGH, JACKSON — me dijo, disgustada.
—Yo también te amo, eh guapa.
— ¡Mantened la formación! — ordenó Clarisse a sus guerreros, tratando de ignorarme.
Bien... no tengo ni puta idea de como hacer esto.
Tengo sueño, tengo hambre y me duele mi estomago.
Puta vida.
Un toro estaba pasando por mi lado, asi que tome impulso y subi encima de el. Saqué mis garras y metí mi mano dentro de la maquina.
Siento que mi piel se estaba quemando un poco, pero me valio. Encontre el "corazón" del torito y se lo arranque de un tirón.
— Uno menos... — susurre.
Lo que me preocupaba era que los toros corrían por toda la colina, incluso por el otro lado del pino. Aquello no era posible. Los límites mágicos del campamento impedían que los monstruos pasasen más allá del árbol de Thalia. Sin embargo, los toros metálicos lo hacían sin problemas, significaba que empeoraba y mucho.
