𝐏𝐑𝐈𝐌𝐄𝐑 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐒𝐀𝐆𝐀 "𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐘"
❝ 𝑵𝒐𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈 𝒊𝒔 𝒇𝒐𝒓𝒆𝒗𝒆𝒓 ❞
En donde Martha, una chica mexicana, fan de percy Jackson; muere y reencarna en su saga preferida como 𝗣𝗘𝗥𝗦𝗘𝗣𝗛𝗢𝗡𝗘 𝗝𝗔𝗖𝗞𝗦𝗢𝗡
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Persephone .
Me alegra que estén los dioses, así podía culpar a Nike por nuestra horrible suerte mientras corría siguiendo a Grover y Annabeth.
— Carambolas! — exclamé, andaba tan distraída que tropecé con un tallo de un árbol.
Annabeth y Grover pararon de caminar y se voltearon hacia mi con una mirada preocupación.
— Estas bien? — preguntó Annabeth.
— Si...solo que vi al suelo muy solo y me dio pena, así que fui a abrazarlo — conteste sarcásticamente.
Ella solo rodó los ojos exasperada y me voltió la cara.
Vi que tenia un corté en la rodilla, pero también vi que mi piel estaba regenerandose solita, me quede con la boca abierta. Al parecer Grover también lo vio porque estaba con la boca abierta. Me miró a los ojos buscando explicación y yo solo me encogi de hombros, le hice una seña para que se quede callado y el solo me miro confundido.
— Que no digas nada, o sino esas lindas patas de cabra que tienes se quedaran sin piel, la cual yo usare para hacerme un lindo abrigo — le dije con la cara más seria que tuve en toda mi vida.
El me miró con pánico y asintió freneticamente.
— ¡Se van a apurar o me tengo que ir yo sola! — gritó Annabeth desde un metro lejos de nosotros.
— ¡Si te vas sola, no regresas viva amor! — le grité de vuelta, es broma se que es capaz de ir y volver sola si asi que se lo propone.
Ella se sonrojo furiosamente pero mantuvo la mirada, hasta que yo hice algo con la mano que le mando una rafaga de aire. Lo que hizo que ella aparte la mirada.
RAFAGA DE AIRE. ¡¿ENTIENDEN QUE ES ESO?!
¡SOY HIJA DE POSEIDÓN, NO DE ZEUS!
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Annabeth nos seguia jalando de nuestras chamarras para poder caminar más rapido.
— ¡Vamos! Cuanto más lejos lleguemos, mejor.
— Nuestro dinero estaba allí dentro — le recordó Grover — la comida, la ropa. Todo.
— No todo — añadí, pero creo que fue mala idea.
Annabeth se voltió hacia mi con una mirada de mamá oso furioso.
Me estremecí un poco.
—Si no hubieras intervenido, Persephone. Nada de esto habría pasado.
