𝐏𝐑𝐈𝐌𝐄𝐑 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐒𝐀𝐆𝐀 "𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐘"
❝ 𝑵𝒐𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈 𝒊𝒔 𝒇𝒐𝒓𝒆𝒗𝒆𝒓 ❞
En donde Martha, una chica mexicana, fan de percy Jackson; muere y reencarna en su saga preferida como 𝗣𝗘𝗥𝗦𝗘𝗣𝗛𝗢𝗡𝗘 𝗝𝗔𝗖𝗞𝗦𝗢𝗡
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Adhara:
Antes de poder abrir la puerta del gimnacio escuche una exploción y en ese momento supe que la habia cagado.
— Mierda.... Martha.... — dije deseando que no sea lo que estoy pensando.
— "Si señorita, los lestrigones ya estan aqui"
Joder.
— ¡¡SEPHIE!! — escuche gritar a Tyson, preocupado.
Awwww, hasta en peligro se preocupa por mi.
Eso si es de hermanos.
Al entrar vi que un lestrigon iba a literalmente devorar a Matt Sloan, pero como la tan buena persona que soy lo salvé, disparando balas de bronce celestia.
— Seré una perra, pero una perra con estilo... — murmuré — ¡Vete Sloan!— le grite al chico.
El rápidamente se fue corriendo por la puerta yá abierta.
Y ahora, una bola de fuego venía hacia mí a la velocidad del rayo. Tyson me apartó de un empujón, pero la explosión me alcanzó y me lanzó por los aires. De repente, me encontré en el suelo delgimnasio, aturdida por el humo y con la chamarra llena de raspones. Al otro lado de la línea central, dos gigantes hambrientos me miraban desde lo alto.
— ¡Carne! — bramaron —. ¡Filete de héroe para almorzar!
Los dos se dispusieron a rematarme.
— ¡Sephie necesita ayuda! — gritó Tyson, y se interpuso entre nosotros de un salto, justo cuando me lanzaban sus bolas.
— ¡Tyson! —chillé, pero ya era tarde.
Las bolas se estrellaron contra... No, él las atrapó al vuelo. Y no sólo eso, sino que se las lanzó de vuelta a sus atónitos propietarios.
— ¡¡Nooooo!! — chillaron, pero las esferas de bronce les explotaban en el pecho.
Los gigantes se desintegraron en dos columnas de fuego gemelas: un signo inequívoco de que eran monstruos de verdad. Porque los monstruos no mueren, sólo se disipan en humo y polvo, lo cual ahorra un montón de problemas a los héroes, que no tienen que ponerse a limpiar después de una pelea.
— ¡Mis hermanitos! — gimió el Caníbal. Flexionó los músculos y sus tatuajes secontorsionaron —. ¡Pagarás cara su destrucción!
— ¡Tyson! — grité —. ¡Cuidado!
Otro cometa se precipitaba ya hacia nosotros y Tyson apenas tuvo tiempo de desviarlo de un golpe. Salió disparado como un cohete, pasó por encima de la cabeza del entrenador y aterrizó en las gradas provocando una tremenda explosión.¡¡BUUUUUUM!!