Caravana Gitana [Harry Potter]

Capítulo Ochenta y Tres.

Las manos de Gabriel se aferraron a la katana que perforaba el cuerpo del Señor Oscuro. Su magia, energía y fuerza vital se extendían hasta el borde. Podía sentir la presencia de su familia, y estaba profundamente agradecido por su ayuda cuando las piezas del alma de Tom Riddle se unieron lentamente. Podía escuchar la batalla a su alrededor, y podía sentir a Draco detrás de él, pero Gabriel fue eliminado de todo. La poción que Draco le había dado lo había llevado con éxito al mundo de los espíritus para que pudiera hacer su trabajo. Gabriel continuó con el encantamiento mientras forzaba las piezas juntas. Estaban tan cerca, casi tocándose. Gabriel podía sentir que querían unirse, pero simplemente no podía. Respirando hondo, Gabriel forzó todo lo que era a los fragmentos.

La luz y la magia se arremolinaron cuando el alma de Tom Riddle se recuperó una vez más. Gabriel sintió que su cuerpo volvía a caer sobre Draco, mientras lo último de la vida de Voldemort se alejaba. Gabriel se quedó arrodillado, tiritando mientras se separaba de su cuerpo. Al levantar la vista vio a un apuesto adolescente. Tom le dio las gracias y luego se alejó flotando en una cálida luz dorada. Gabriel se sintió atraído hacia la luz. Entonces oyó que Draco y Vincent lo llamaban. "No quiero ir. Necesito un camino de regreso a mi cuerpo ", pensó Gabriel e instantáneamente fue absorbido nuevamente dentro de su cuerpo, mientras la poción de Draco hacía su tarea final y desaparecía de su cuerpo.

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Gabriel no sabía dónde estaba. La cama era firme y el aire olía a pociones y nada más, como si hubiera sido limpiado tan profundamente que no había nada en él. Podía escuchar débilmente la canción que Mbiriviri cantaba para protegerlo de las emociones de los demás. Una mano fría sostenía la suya. Gabriel quiso girar la cabeza y abrir los ojos, pero no pudo. Sintió como si estuviera demasiado profundo dentro de su cuerpo, como si tuviera que acercarse a la superficie para volver a encontrarse.

—Tu escuela es muy interesante, espero que te levantes pronto para que puedas mostrarme el lugar— le dijo Jaime—. Tu amiga, Luna, me ha estado mostrando todo. Ella me ha estado contando todo sobre criaturas mágicas raras. ¿Alguna vez has visto un blibbering humdinger?

Gabriel se alejó alegremente escuchando hablar a Jaime.

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—Lo odio— bufó Draco suavemente, como si no quisiera que nadie más lo escuchara—. Sé que es tu amigo, pero sé que ha sido más que un amigo. Puedo decirlo por la forma en que te toca. Merlín, hoy temprano estaba pasando los dedos por tu cabello. Luego se acostó a tu lado hablando de todo, ¡y yo quería tirar su culo acuático por la maldita ventana! ¡Eres mío y quiero que te despiertes ahora mismo y se lo digas!— Gabriel escuchó a Draco pisotear con fuerza.

La cama se movió y un cuerpo cálido se presionó contra el suyo. —Por favor, Gabriel, por favor vuelve. Te extraño tanto— la voz de Draco se enganchó con un sollozo suave—. Por favor, te necesito.

Gabriel luchó para acercarse a la superficie, maldiciendo la negrura mientras lo tomaba de nuevo.

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Tatiana y Aubrey estaban bailando en su cama. La música llenaba la habitación, y se escuchaba la voz de su padre cantando.

—¿Estás seguro de que va a despertar, Baba?— Aubrey preguntó mientras saltaba sobre la forma dormida de su hermano.

—Por supuesto, solo necesita un incentivo para despertarse.

—¿Como galletas triples de jengibre?— Tatiana chilló.

—Sí, ¿comamos unas?— papá pregunto.

Gabriel sintió que se sentaban a su alrededor, y el olor estéril fue reemplazado por el aroma de jengibre dulce y fresco. La nariz de Gabriel se crispó cuando salió a la superficie antes de desvanecerse de nuevo.