Lunes, 21 de Septiembre. Anochecer. Equinoccio de otoño.
Gabriel se dejó caer en un sofá desvaído en las habitaciones de los Fundadores. Todos habían estado ocupados en la sala común, por lo que se escapó fácilmente. Ahora no estaba seguro de qué hacer, normalmente estaría con la familia. Tendrían una fiesta con comida y música, y luego un ritual para enfocarse en crear más equilibrio en sus vidas. Mirando alrededor de la habitación, se concentró en el equilibrio. Los cristales brillaban, zumbando con magia y poder mientras enviaban sus hechizos a través del castillo. Las piedras que lo rodeaban estaban a medio camino de su coloración original, gris pálido suave con mica y cristal centelleantes en todas partes. La habitación estaba lo suficientemente limpia para que Gabriel relajara un poco sus escudos y no abrumara su empatía.
—Está bien— dijo Gabriel para sí mismo—. ¿De qué necesito deshacerme o traer a mi vida para tener más equilibrio?
—No creo que hablar contigo mismo sea un buen comienzo.
—Buenas noches, Mbiriviri, ¿cómo estás?— Gabriel le sonrió suavemente a la hermosa fénix.
—Estoy bien, un poco sola, pero Aurora y Hedwig me visitan con frecuencia.
—Lamento que haya pasado tanto tiempo desde que vine.
—Has estado ocupado. Dime qué está pasando.
Gabriel se mordió el labio inferior y torció la tela de su túnica. —Tengo problemas para mantener el control. Siento que mis emociones están por todas partes. Sabía que tendría que fingir, para ocultar quién soy y lo que sé, pero es mucho más difícil de lo que pensé que sería.
—¿Está ayudando el agua?— Mbiriviri preguntó, su cabeza inclinada hacia el pilar de cristal.
—Sí, la intensidad es menor, pero no puedo limpiarme y no tengo paz. Ni siquiera puedo dormir profundamente o las emociones me golpean— Gabriel miró a la hermosa fénix, con sus ojos verdes desesperados.
—Puedo ayudar— estirando sus alas azules, púrpuras y verdes, se deslizó hacia Gabriel y se detuvo en su regazo. Suavemente comenzó a cantar, una melodía dulce y clara, que limpió a Gabriel y creó una burbuja protectora. Mbiriviri cantó durante una hora, durante la cual Gabriel meditó y bajó todos sus escudos, sintiéndose seguro y libre.
Mbiriviri dejó de cantar y se acurrucó en el pecho de Gabriel. Con un suspiro pacífico, él acarició su plumaje. —Gracias, ese fue el regalo más maravilloso que alguien me haya hecho.
—De nada, Querubín.
Gabriel sonrió; había pasado tanto tiempo desde que alguien lo había llamado por su apodo. —Odio estropear el estado de ánimo, pero una cosa que necesito hacer para crear equilibrio es derrotar a Voldemort. ¿Tienes alguna idea?
—¿Sabes cómo logró mantenerse con vida?
—No.
—Entonces ese sería el primer paso. Estoy seguro de que hay libros sobre magia oscura aquí en alguna parte. Fawkes ha regresado— dijo Mbiriviri, con los ojos enfocados en el techo.
—¿Ya se conocieron?
—No, ahora no es el momento, tenemos nuestras propias obligaciones en este momento.
—No quiero alejarte de tu pareja.
—Silencio, no lo haces. Ahora ve y busca un libro sobre la inmortalidad, y luego vete a la cama— trinó Mbiriviri en un tono maternal y se fue volando.
—Buenas noches— gritó Gabriel, y fue a cazar a través de la biblioteca de los Fundadores.
Martes, 22 de Septiembre.
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Caravana Gitana [Harry Potter]
FanfictionUn Harry Potter de cinco años escucha a su tía quejándose con su tío sobre los "fenómenos" acampando cerca. ¿Quizás si son el mismo tipo de "fenómenos" que él, lo reciban? OC slash. !! Esta historia pertenece a WitchDragonGC y está siendo traducida...